Un reciente estudio publicado en la revista Fronteras en la Ciencia reveló que si se protege tan solo el 1,2% de la superficie terrestre se podría evitar la extinción de la mayoría de las especies más amenazadas. Este hallazgo tiene implicaciones significativas para la conservación de la biodiversidad en todo el mundo.
Los investigadores descubrieron que la expansión específica de las áreas protegidas sería suficiente para evitar la pérdida de miles de mamíferos, aves, anfibios y plantas que están más cerca de desaparecer. Identificaron 16.825 lugares alrededor del mundo que requieren una atención prioritaria para prevenir la destrucción de la biodiversidad y mantener ecosistemas cruciales.
La acción podría ser la clave para evitar la desaparición de miles de especies únicas y vulnerables. Eric Dinerstein, autor principal del estudio, dijo que el equipo trató de identificar las especies más raras del mundo con hábitats limitados. Usaron el ejemplo del cactus peyote, cuyo rango restante puede limitarse a pequeñas partes del desierto de Chihuahua en América del Norte.
De los sitios identificados por los autores como imperativos de conservación, 38% se encuentra a 2,5 kilómetros de un área protegida existente. El objetivo es lograr avances rápidos a menos costo para cubrir la superficie terrestre sugrida. Filipinas, Brasil, Indonesia, Madagascar y Colombia reúnen más de la mitad de estos lugares emblemáticos.
A punto de desaparecer
Son muchos los factores que causan que gran cantidad de especies animales, y también vegetales, se encuentren en estado de vulnerabilidad o en peligro de extinción. Sin embargo, los principales son la sobrexplotación, la introducción de especies invasivas y la destrucción, degradación y fragmentación del hábitat.
La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza precisa que más de 44.000 especies de un total de 77.000 están en peligro de extinción, que incluye peligro crítico, en peligro y vulnerables. Desde 1970, las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido, en promedio, un 69% en todo el mundo. La región que ha perdido mayor biodiversidad es América Latina y el Caribe. Redujo 94% el número de animales silvestres de todas las especies, según datos del Informe Planeta Vivo de 2020, del Fundo Mundial para la Naturaleza.
La pérdida de biodiversidad tiene consecuencias catastróficas que impactan en la vida de todos los seres vivos, incluidos los humanos. Todos los organismos cumplen una función para el mantenimiento de la vida tal como la conocemos. Por eso la extinción de especies puede afectar la seguridad alimentaria, la salud, el cambio climático, el bienestar y la estabilidad social, cultural y económica de las comunidades humanas.
Trabajando al revés
Dinerstein cuestiona lo que hacen gobiernos y organismos internacionales para salvar el medioambiente. Le parece que los países están usando un algoritmo de selección inversa. Explica que eligen «sitios no raros» para agregarlos a la superficie terrestre global bajo protección. «Tenemos que estar haciendo un trabajo mucho mejor en los próximos cinco años y es factible”.
La apreciación del científico, entre otras razones, tiene relación con lo acordado por los gobiernos en 2022. Ese año se comprometieron a proteger el 30% del planeta para la naturaleza. Esto como parte de los objetivos de biodiversidad de la ONU. Son más de 20 que buscan detener la pérdida desenfrenada de la naturaleza alrededor del mundo a finales de esta década. Según la ONU, 16,6% de la superficie terrestre y las aguas interiores del mundo están protegidas. Además, muchos gobiernos están en el proceso de decidir dónde expandirlas.
Sin embargo, el estudio encontró que los gobiernos a menudo no estaban salvaguardando las áreas biodiversas que necesitaban protección con mayor urgencia. “A pesar de la reciente charla de extinción, la crisis de biodiversidad y lo que deberíamos estar haciendo, solo el 7% de las nuevas áreas protegidas entre 2018 y 2023 se superpusieron con los sitios imperativos de conservación». La protección permanente de solo el 0,74% de la tierra que se encuentra en los trópicos, donde se concentran muchos de los imperativos de conservación, podría evitar la mayoría de las extinciones previstas a corto plazo.
Inversión factible
Existe una necesidad urgente de priorizar la conservación de los hábitats de especies raras y amenazadas como parte de una estrategia de biodiversidad global más amplia. Los sitios imperativos de conservación ofrecen una solución para conservar los últimos lugares desprotegidos que albergan especies raras, restringidas en el rango y amenazadas. Deben ser un componente central de los ambiciosos objetivos de proteger al menos el 30% de la superficie terrestre para 2030.
El costo de proteger eso sitios clave ascendería entre 29 billones y 46 billones de dólares en los próximos cinco años. Cubriría 1,6m de kilómetros cuadrados (630.000 millas cuadradas), precisaron los investigadores. En este sentido, aseguran que se lograría a través de una combinación de compras de tierras, la expansión de los derechos indígenas y títulos de propiedad de la tierra, y la creación de áreas protegidas en tierras propiedad del gobierno.
Asimismo, el estudio comparó datos globales sobre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y plantas con áreas protegidas existentes. Se valieron de análisis satelitales para identificar el hábitat restante para especies amenazadas. La mayoría que identificaron para protección urgente se encontraban en los trópicos, pero también se identificaron pastizales, bosques templados de hoja ancha y tundra. El profesor Neil Burgess, responsable de monitorear el progreso global en la expansión de las áreas protegidas, dijo que es una propuesta útil para la acción inmediata.
Son dos cosas distintas
En la investigación se refiere que estudios han demostrado que estabilizar el clima de la Tierra y revertir la pérdida de biodiversidad son objetivos interdependientes. Sin embargo, los esfuerzos para abordar la crisis climática han eclipsado la atención que los gobiernos han dedicado a la crisis de la biodiversidad.
La reciente COP de Biodiversidad celebrada en Montreal, Canadá, fue un hito importante que ayudó a impulsar esfuerzos más urgentes y ambiciosos para proteger la biodiversidad. En esa reunión se vinculó la conservación de la naturaleza con intervenciones climáticas que mantienen la cubierta forestal de la Tierra y los sumideros de carbono, a veces denominados soluciones climáticas basadas en la naturaleza. También se aseveró que grandes inversiones para prevenir la conversión forestal en regiones ricas en carbono, como la cuenca Amazónica, la cuenca del Congo y las regiones boreales, son esenciales y deben tener una alta prioridad como algunas de las últimas áreas silvestres restantes.
Pero aseguran que se necesita un enfoque en áreas de especies raras sin protección a medida que el mundo se dispone a expandir la red de áreas protegidas del 17% actual al 30% o más para 2030. Igualmente, explican que los resultados obtenidos en el estudio corroboran las observaciones de que los esfuerzos de conservación no están dirigidos a regiones ricas en especies raras.