El coronavirus SARS-CoV-2 afecta a las personas, aun sin contagiarlas. Su onda expansiva y virulenta, ahora con nuevas cepas, obliga a los gobiernos y a las sociedades a replegarse y retomar radicales normas restrictivas. Las limitaciones de movilidad por el coronavirus están causando depresión en pacientes que la habían superado y estados depresivos, por primera vez, en otros tantos.
Este trastorno psiquiátrico ha aflorado a la par de la pandemia y el confinamiento. El aislamiento social ha impedido que muchos acudan a sus consultas habituales o, descuiden sus tratamientos contra males crónicos: cáncer, psoriasis, diabetes, fibromialgia y cardiopatías, entre otros
Varios colegios y asociaciones de psicólogos y de psiquiatras en el mundo están prestando servicios en línea o a través de videollamadas para atender a las personas depresivas. Y también a las que presentan manifestaciones como miedo, ansiedad, angustia por la incertidumbre presente.
Los especialistas en salud mental han observado que los resultados no son concluyentes ni definitivos, mucho menos una panacea. Insisten en que los intercambios directos son primordiales. Sin embargo, apuntan que a alternativa ha ayudado a las personas a sobrellevar las difíciles situaciones que encaran.
La fundación alemana de ayuda a las víctimas de la depresión le ha tomado el pulso a miles de pacientes durante la pandemia y el confinamiento. Dice que las personas con depresión han vivido las restricciones de la primavera con más del doble de estrés que la media de la población.
Además, precisa que más de la mitad también sufrieron restricciones en el acceso a los tratamientos.
«Las clínicas psiquiátricas ambulatorias y los servicios de prevención del suicidio han recibido más peticiones de ayuda este año, incluso a distancia», señaló Dietrich Munz, director de la cámara alemana de psicoterapeutas
Coronavirus + encierro = depresión
La depresión ha afectado a los contagiados por coronavirus que se han visto sumidos en la enfermedad y sus secuelas. Es lo que llaman depresión postraumática. Pero hay quienes presentan esa afectación de la salud mental por el encierro e, incluso, por permanecer en las mismas condiciones y con las mismas personas.
«Ahora hay toda una serie de estudios que demuestran que el estrés psicológico causado por las medidas restrictivas puede conducir a una enfermedad mental», explica.
Asimismo, Munz sostiene que «como las personas son seres sociales buscan y necesitan intercambios con los semejantes, ya sea pequeñas conversaciones o confidencias con amigos».
Permanecer encerrado durante días en el mismo espacio con las mismas personas, debido al teletrabajo y a la restricción de las salidas, puede aumentar la ansiedad. «Demasiada cercanía también puede provocar estrés psicológico», dice.
La compañía alemana de seguros de salud Pronova BKK realizó una encuesta con especialistas. El 75% de los 154 psiquiatras y psicoterapeutas interrogados creen que los casos de enfermedades mentales aumentarán en los próximos 12 meses.
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