El consumo de aguacate crece y crece en el mundo entero. El apetito por el suculento y delicioso fruto se muestra insaciable. Incluido en las listas de alimentos saludables, posee numerosas propiedades, desde las hojas del árbol hasta la cáscara y la semilla. En México, principal productor, se le considera “oro verde”, pero paga un alto costo por su extracción: el fin sus bosques.
El aguacate, avocado o palta (Persea americana) es considerado un «superalimento» tanto por su perfil nutricional como por ser excepcionalmente delicioso y su variedad de usos en la cocina. Se estima que mercado mundial de aguacate crecerá en 5.670 millones de dólares desde 2023 hasta 2027. Statisa calcula que su valor puede superar los 26.000 millones de dólares en 2030. Para el cierre de este año, se estima que la producción, aumente un 5%. Una cosecha de 9,9 millones de toneladas métricas, 0,5 millones más que en 2023.
El verde y cremoso fruto es originario de la región mesoamericana que abarca territorios de México y Guatemala. Su cultivo y producción se ha expandido a otras latitudes, pero México lidera la producción mundial y la variedad de especies. En 2022 alcanzaba los 2,5 millones de toneladas métricas. Solo Michoacán registra el 73% de la producción. Michoacán produce 8 de cada 10 aguacates de México y 5 de cada 10 aguacates de la producción mundial. El cultivo del aguacate en el estado tiene una superficie de producción equivalente a 196.000 campos de fútbol.
Producción en auge, bosque borrados
Hasta hace dos décadas, los compradores estadounidenses no tenían acceso al aguacate mexicano. El gobierno de Estados Unidos lo consideraba un riesgo para la agricultura y prohibió las importaciones durante 87 años. En 1997, cuando se confirmó que Michoacán estaba libre de los efectos del gusano taladrador, comenzó la exportación masiva del aguacate que se beneficiaron del Tratado de Libre Comercio. En 2005, el aguacate mexicano estaba en todos los supermercados. Estados Unidos constituye el mercado más importante del planeta en cuanto a fruta.
Su consumo se duplicó en diez años. Pasó de 597.000 toneladas métricas en 2010 a 1,47 millones en 2023. El guacamole y las tostadas de aguacate (avocado toast) son se han convertido en favoritos para los estadounidenses durante brunches y eventos como el Super Bowl. El evento deportivo en el cual «Avocados from Mexico» (Aguacates de México) fue la primera marca del sector agrícola que pagó un anuncio en televisión. De hecho, el consumo masivo durante ese evento es uno de los factores que impulsa las importaciones de aguacate mexicano. Alcanzó las 130.000 toneladas métricas durante la última temporada.
Las campañas de marketing lo presentan como un alimento saludable para el corazón y para el cerebro. Los estadounidenses consumen tres veces más aguacates que hace dos décadas. Satisfacer esta demanda tiene un costo. El mercado estadounidense representa aproximadamente el 80% de las exportaciones totales de aguacate de México, unos 2.700 millones de dólares.
Alto rendimiento y obstáculo a la polinización
México alcanzará un total de 2,86 millones de toneladas métricas, un incremento del 4,4% con respecto al año anterior, cuando se llegó a 2,7 millones de toneladas métricas. Además, se proyecta un aumento del 2% en la superficie sembrada así como un incremento similar en la superficie cosechada. El rendimiento promedio por hectárea sería den 10,67 toneladas métricas.
Los bosques están siendo diezmados con un ritmo alarmante en el occidente de México. Mientras que la deforestación de la selva tropical húmeda tiene su causa en la ganadería, minería y cultivos de aceite de palma, la demanda de aguacate es el principal motor de la devastación. Miles de hectáreas de bosque han sido taladas dedicarlas a monocultivos de aguacate. Detrás poderosos grupos criminales, terratenientes sin conciencia ambiental y funcionarios corruptos. Casi toda la deforestación de las últimas dos décadas para cultivar aguacates ha violado la ley que prohíbe el “cambio de uso de suelo” sin autorización. Estados Unidos y México mantienen un acuerdo para detener y revertir la deforestación para 2030″.
Intereses en juego
Activistas medioambientales y defensores de derechos humanos cuestionan la pérdida de bosques y el agotamiento de acuíferos para regar los aguacates. Además, las bandas criminales buscan incursionar en el rentable negocio se imponen por la violencia, el asesinato y la extorsión. Funcionarios ambientales mexicanos plantearon a Estados Unidos no comprar aguacates cultivados en tierras deforestadas. En febrero de 2023, el embajador estadounidense, Ken Salazar, instó a que los aguacates de huertos ilegales fuesen bloqueados. No ha habido ninguna decisión, ni es muy sensato pedir que se cierre el mercado. La mayor responsabilidad es del gobierno de México no de los consumidores al otro lado de la frontera.
Evidencia científica
Un estudio Estimación de los patrones de fragmentación y conectividad del bosque templado en un paisaje dominado por el aguacate para proponer estrategias de conservación, publicado en marzo de 2023, revela hallazgos preocupantes. Con imágenes satelitales y mapas actualizados de uso del suelo los científicos analizaron la “franja aguacatera”, que abarca 167.748 hectáreas en 46 municipios de Michoacán, determinaron que la expansión de las huertas de aguacate ha dejado fragmentos de bosques reducidos, de 10 a 20 hectáreas.
El doctor Antonio González Rodríguez, coautor del estudio, advierte que como la conectividad entre fragmentos es mínima se dificulta el movimiento de individuos y el flujo de polen entre las plantas. Se afectan procesos biológicos y aumenta el riesgo de extinción y pérdida de diversidad genética en las poblaciones de flora y fauna atrapadas en los parches boscosos.
Precio del “Oro Verde”
Michoacán es el epicentro de la producción de aguacate. En 2022, albergó el 70% de todas las hectáreas (252.132 hectáreas). El Sistema Nacional de Monitoreo Forestal denunció que entre 2001 y 2018, el estado perdió 269.676 hectáreas de bosques. Entre 2018 y 2023 fueron deforestadas 30.000 hectáreas y la superficie total de aguacate alcanzó 2.016.417,2 hectáreas. En 2019, los investigadores localizaron 412,452 hectáreas de huertos de aguacate en Michoacán.
El programa “Guardián Forestal”, que denuncia automáticamente la deforestación, ha identificado 817 huertos ilegales en las que se cambió el uso de suelo y se deforestó. “Estos huertos aparecen en nuestro mapa, pero no aparecen en los datos oficiales. Posiblemente son huertos ilegales o huertos recientes que no se han registrado. Esto implica que la tasa de deforestación es mayor de la que podemos deducir con los datos del gobierno”, afirma Alfredo Ramírez.
Árboles sedientos
El cultivo de aguacate tiene un impacto negativo en los recursos hídricos de México. Alberto Gómez-Tagle, experto en ecohidrología del cultivo de aguacate, estima que la producción de un kilogramo de aguacate requiere entre 1.500 y 1.700 litros de agua en las zonas más calientes de Michoacán. Un árbol de aguacate adulto utiliza tanta agua como 14 pinos. Para el cultivo intensivo de aguacate, la legislación mexicana exige estudios de impacto ambiental y permisos para almacenar y utilizar agua.
Datos de la autoridad nacional del agua indican solo 42 embalses y pozos están registrados con permisos, pero hay cientos de estanques similares que operan sin autorización. Gómez-Tagle estima que alrededor del 50% de los arroyos de montaña en la zona de producción en Michoacán están intervenidos.
Un factor que agrava la sequía en la región. Desvían los arroyos a los sistemas de bombeo para el riego de los cultivos con un impacto negativo en la fauna silvestre y los ecosistemas en general. Disminuyen radicalmente las poblaciones de peces nativos, como las salamandras y los ajolotes endémicos. Las comunidades rurales también sufren la escasez de agua, es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Lo más pernicioso es que los fertilizantes utilizados en el cultivo de aguacate están llegando a los cuerpos de agua. En los lagos de Pátzcuaro y Zirahuén detectaron el florecimiento de algas nocivas del género Microcystis, (generan toxinas venenosas que pueden provocar daños neurológicos y hepáticos).
Los bosque almacenan más CO2 que los cultivos de aguacate
Un equipo de Investigadores de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo determinaron que los bosques templados de Michoacán almacenan mucho más carbono que los huertos de aguacate. Estudiaron la cantidad de carbono almacenada en el suelo y la biomasa en la región de la franja aguacatera y encontraron que en los bosques la cantidad de carbono almacenado en la biomasa es significativamente mayor, porque los árboles son más grandes, su densidad es mayor y algunos, como los encinos, tienen una madera que almacena más carbono. Cuando un bosque se tala y se convierte en una huerta de aguacate, se libera carbono a la atmósfera, lo que contribuye al efecto invernadero y al cambio climático global.
Los daños ocasionados por la producción de aguacates en México repercuten en Estados Unidos. La Asociación de Consumidores Orgánicos, con sede en Minnesota, presentó demandas contra West Pak Avocado Inc. y Fresh Del Monte Produce Inc. por etiquetar los aguacates mexicanos como “sostenibles” o “de origen responsable”. Argumenta que los aguacates de West Pak no provienen de fuentes responsables ni son ambientalmente sostenibles. Las demandas plantean acciones para sanear las cadenas de suministro de empresas estadounidenses en la industria del aguacate mexicano y piden al tribunal que declare que los importadores violan la ley de protección al consumidor. Asimismo, exigen una orden judicial para que West Pak y Fresh Del Monte eliminen en sus promociones la afirmación de que son cadenas de suministro sustentable
Incierto futuro de los bosques michoacanos
El comercio del aguacate ha atraído a grupos criminales. Climate Rights International ha documentado más de 30 amenazas o actos de intimidación relacionados con la expansión del comercio del aguacate, incluidos secuestros y tiroteos fatales. La ONG contactó a West Pak, Fresh Del Monte y otros importadores y cadenas de supermercados sobre sus cadenas de suministro. Solo Amazon y Whole Foods Market trabajan activamente con sus proveedores para priorizar aguacates certificados de Comercio Justo y de origen responsable. Lo demás no contestaron ni toman en serio su compromiso con la sostenibilidad
A pesar de los abusos ambientales, la violencia y la corrupción, el comercio del aguacate seguirá en auge. En 2050 se habrían añadido 100.000 hectáreas de huertas de aguacate en Michoacán, que implica la pérdida de 60.000 hectáreas de bosque templado. La proyección indica que hasta en en áreas naturales protegidas, como la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca y en la zona del pico de Tancítaro, habrá huertas de aguacate. Lo contrario es lo acertado. Se debe minimizar la expansión de huertas de aguacate en las áreas naturales protegida, indispensables para la preservación de la biodiversidad.