Plantean que los resultados del Viking en la búsqueda de vida en Marte fueron “falsos negativos”
Con Marte como la próxima frontera espacial la búsqueda de vida en el planeta es prioritaria. Sin embargo, a contracorriente, un científico alemán plantea que los experimentos con los cuales se pretendía encontrar vida en Marte mataron la poca que había
La segunda mitad del siglo XX marcó el inicio de la exploración espacial. Marte se convirtió en un objetivo primordial. Más de 50 misiones se enviaron a estudiarla, incluyendo satélites, sondas y rovers, por agencias como NASA, ESA, CNSA y hasta los Emiratos Árabes Unidos.
Mariner y Viking de la NASA proporcionaron las primeras imágenes detalladas del planeta rojo y los primeros análisis de su suelo. Los resultados de Viking, aunque no concluyentes en cuanto a la detección de vida, revelaron un planeta con una historia geológica compleja y un ambiente hostil para la existencia de vida como la que existe en la Tierra.
En las últimas décadas, las misiones Curiosity y Perseverance revolucionaron la comprensión de Marte. Curiosity descubrió moléculas orgánicas y fluctuaciones en los niveles de metano. Podría suponer que planeta albergó vida en el pasado. Perseverance, encontró rocas sedimentarias signos de agua que refuerzan la teoría de que Marte fue más cálido y húmedo en el pasado.
Los científicos consideran que Cheyava Falls es la roca más intrigante, compleja y potencialmente importante encontrada. Hay una primera detección convincente de material orgánico, manchas coloridas que indican reacciones químicas y evidencia clara de que el agua alguna vez pasó por la roca que mide 100 cm por 60 cm.
Viking ¿un falso negativo?
En 1976, las sondas Viking de la NAS fueron las primeras en aterrizar en Marte y llevaron a cabo experimentos para detectar vida. Por más de seis años, Viking 1 orbitó la región de Chryse Planitia, mientras sus módulos de aterrizaje recolectaban muestras de suelo con brazos robóticos y laboratorios a bordo, Fue el inicio de un capítulo avanzado en la exploración de Marte.
Entonces se sabía poco sobre el entorno marciano y los experimentos de detección de vida de se basaron en técnicas para identificar microbios. Los métodos implicaron agregar agua y nutrientes a las muestras de suelo, y luego observar cualquier señal que sugiriera actividad microbiana. Crecimiento, reproducción y consumo de alimentos.
Los hallazgos han sido objeto de intensos debates. Algunos científicos consideraron los resultados negativos o inconclusos. Ahora, Dirk Schulze-Makuch, un astrobiólogo de la Technische Universität Berlin, tiene una nueva hipótesis. Los experimentos de detección de vida de Viking produjeron un «falso negativo». Pudo haber descubierto vida en Marte, pero como asumían que la vida marciana requeriría agua, la habrían destruido involuntariamente.
Schulze-Makuch argumenta que Marte es más seco que el Desierto de Atacama en la Tierra y que cualquier tipo que se haya desarrollado sería altamente sensible al agua. En consecuencia, los resultados de los experimentos de Viking podrían explicarse como la destrucción de organismos microbianos expuestos a demasiada agua.
Otra perspectiva
En una entrevista publicada en Space.com, Schulze-Makuch sugiere que la NASA debería repensar su estrategia de «seguir el agua» para buscar vida más allá de la Tierra, y adoptar el enfoque de «seguir las sales».
«Los experimentos de Viking son los únicos realizado directamente en otro planeta para buscar vida. La ambigüedad de los resultados es fascinante y sugiere que hay mucho más por descubrir. Es desafortunado que no hayan recibido más énfasis. Los resultados, aunque enigmáticos, ofrecen una oportunidad única para explorar las complejidades del entorno marciano y cómo ciertas reacciones podrían desarrollarse allí», explica Schulze-Makuch.
La teoría de Schulze-Makuch se basa en el estudio de extremófilos terrestres, organismos capaces de sobrevivir en condiciones extremas y a un efecto de histéresis que permite que el agua permanezca en una sal más tiempo del esperado. «En el Desierto de Atacama encontramos organismos que utilizan sales para extraer agua de la atmósfera. Es posible que en Marte la vida haya desarrollado adaptaciones similares y el agua haya sido demasiado agresiva para organismos adaptados a condiciones extremadamente secas. La adición de agua líquida a las muestras pudo ser letal», argumenta.
El agua también es esencial para la vida en Marte, pero no de manera directa. Igual que en el desierto de Atacama los microorganismos se valen de sales para extraer agua de la atmósfera. «Les permite mantener una cierta humedad a nivel microscópico, que es esencial para la vida», asentó
Respuesta positiva
Schulze-Makuch presentó su teoría en una reunión sobre la vida en el universo, organizada por Guillermo Alejandro, el rey de los Países Bajos. Los científicos de la Agencia Espacial Europea presentes se mostraron abiertos y receptivos.
Las sales pueden extraer agua directamente de la atmósfera, un fenómeno conocido como histéresis. La eliminación del agua retrasa la cristalización y permanece en las sales más tiempo. La actividad del agua aumenta a nivel microscópico y la hace accesible para los microbios.
«Hay muchos ejemplos en biología de cómo los organismos aprovechan estos efectos físicos o químicos. Casi los llamaría trucos, porque utilizan estas peculiaridades de la física y la química a su favor», agregó
El astrobiólogo subraya que su teoría no confirma la existencia de organismos en Marte que utilicen estos mecanismos, pero es una posibilidad que merece ser investigada. Hace 4.000 millones de años Marte era un planeta muy similar a la Tierra. Con abundantes cuerpos de agua. A medida que el planeta se secó y se transformó en su estado desértico actual, es razonable suponer que cualquier forma de vida que pudiera haber persistido habría desarrollado adaptaciones para sobrevivir en un entorno cada vez más hostil.
Clave para la supervivencia
Schulze-Makuch, al comparar las capacidad de los organismos terrestres para sobrevivir en condiciones extremas con el entorno marciano, desarrolla conclusiones sorprendentes.
«Los organismos en el desierto de Atacama han desarrollado mecanismos ingeniosos para sobrevivir. Utilizan las sales para extraer humedad del aire y crear microambientes húmedos que les permiten prosperar. Si la sal humedece y forme salmuera, produce un entorno en el que ciertos tipos de bacterias pueden prosperar. La capacidad de los organismos para aprovechar las propiedades higroscópicas de las sales es un proceso conocido como deliquescencia. El cual abre nuevas posibilidades en la búsqueda de vida extraterrestre.
Marte, con abundantes depósitos de sal, podría albergar vida adaptada a estas condiciones. «En Marte, el cloruro de sodio es una sal común. Organismos especializados podrían utilizarlo para crear microambientes habitables. Incluso en soluciones salinas altamente concentradas, algunas bacterias pueden prosperar», señala Schulze-Makuch.
Más allá del Viking
Schulze-Makuch afirme que estaría de acuerdo en que la vida requiere agua, pero esa perspectiva puede obstaculizar la comprensión de la vida extraterrestre. «Marte y la Tierra son muy similares en muchos aspectos. Son en esencia muy parecidos, aunque Marte no tiene la misma variedad de minerales. Muchos minerales terrestres se forman en procesos biológicos. «Si buscáramos vida en Titán, donde las condiciones de la superficie son radicalmente diferentes, el requisito del agua podría obstaculizar nuestra búsqueda, pero se puede buscando vida bajo la premisa de que el agua es esencial. Si esperamos encontrar vida en Marte, lo más probable es que dependa del agua, pero la forma en que esta agua se obtiene y se utiliza podría ser muy diferente a lo que estamos acostumbrados», apunta.
Insiste en la importancia de considerar las adaptaciones específicas de los organismos a su entorno. «Imagina que un alienígena te encuentra en el desierto y asumiendo que necesitas agua te sumerge en el océano. Morirías, pero el agua seguiría siendo esencial para la vida. En estudios realizados en el desierto de Atacama se observó una mortalidad masiva de microorganismos después de una lluvia. Simple, organismos altamente adaptados a condiciones de sequía pueden ser vulnerables a un exceso de agua», explicó.
En consecuencia, considera que la estrategia para la detección de vida extraterrestre requiere de múltiples enfoques. «No podemos depender de un solo experimento. Debemos desarrollar varios métodos para detectar diferentes tipos de vida. Si asumimos que los organismos marcianos tienen el mismo ADN que los de la Tierra, podríamos diseñar un experimento para buscar ese material. Pero ¿qué pasaría si su ADN es diferente? Necesitamos múltiples experimentos para abordar esa incertidumbre», señala.
Mejores herramientas y metodología
Aunque los científicos de la época de Viking eran competentes y su enfoque sofisticado, la falta de conocimiento sobre el entorno marciano limitó su capacidad para interpretar los resultados. Ahora existen herramientas y metodologías mucho más avanzadas.
Su grupo de investigación está trabajando en la detección de vida basada en la motilidad, observando el movimiento característico de los microorganismos. «Al observar cómo se mueven los organismos o las partículas de sedimento en una gota de líquido, podemos distinguir entre un microbio y una partícula inerte», explica Schulze-Makuch.
Con la ayuda de inteligencia artificial, su equipo puede rastrear automáticamente los movimientos. Plantea incluso la posibilidad de identificar un microbio alienígena. «Sería ideal contar con un microscopio en Marte para buscar vida, aunque esto presenta desafíos logísticos. Sin embargo, creo que ya es hora de que utilicemos uno para investigar otros planetas», añade.
Pensar fuera de la caja
El astrobiólogo destaca la importancia de adaptar las técnicas de detección de vida a las condiciones específicas de Marte. «La cromatografía de gases y la espectrometría de masas nos permiten analizar la composición orgánica de las muestras marcianas con una precisión sin precedentes», explica. «Podríamos identificar biomarcadores específicos, como ciertos aminoácidos, que serían indicativos de vida».
Advierte sobre la necesidad de considerar la diversidad de la vida. «No podemos asumir que la vida en Marte, si existe, utilizará las mismas moléculas orgánicas que nosotros».
Al abordar la cuestión de qué sales son las más prometedoras para la búsqueda de vida, Schulze-Makuch destaca el cloruro de sodio y otras sales higroscópicas.
«Sales que tienen la capacidad de absorber humedad del ambiente, creando microambientes donde los microorganismos podrían sobrevivir». Pero, advierte sobre la toxicidad de algunas sales. Como los percloratos, que pueden ser letales para la vida en altas concentraciones.
Reconoce que su perspectiva es controvertida y que desafiar el paradigma predominante en ciencia siempre es difícil. No obstante, cree que la ciencia prevalece. Su objetivo, dice, es presentar los hallazgos y dejar que la comunidad científica interactúe con ellos como hipótesis potenciales.
“No sé si realmente hay microbios en Marte, -reconoce con humildad- pero estoy convencido de que mi propuesta podría funcionar y revelar vida. Las futuras misiones deberían investigar esto más a fondo. Podría estar equivocado, pero también podría tener razón. No lo sabremos hasta que lo intentemos».
El astrobiólogo concluye que, eventualmente, se obtendrá evidencia, de una forma u otra. «Estoy dispuesto a aceptar que podría estar equivocado. Pero, creo que esta es una idea interesante. Incluso si algunos no lo ven así. En última instancia, estamos en la búsqueda de descubrir vida. Para lograrlo, debemos pensar fuera de la caja».