El acoso callejero y la violencia de género son temas ampliamente discutidos en España y en alza. Las normas legales, dirigidas a amparar a las mujeres ante la diversa gama de agresiones, ¿realmente acompañan a la víctima o la sensación de indefensión continúa? Varias encuestas se han realizado para pulsar esa escabrosa realidad. Sus resultados arrojan un repunte en la violencia machista, mientras casi 8 de cada 10 jóvenes de Barcelona, Madrid y Sevilla ha recibido acoso verbal o físico alguna vez.
El número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 3,2% en 2021, hasta 30.141. Y la tasa de víctimas de violencia de género fue de 1,4 por cada 1.000 mujeres de más de 14 años, según el análisis Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género publicado por el INE.
Pero estas cifras han seguido creciendo en 2022. El Informe anual sobre Violencia de Género del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial hace seguimiento de esa situación. «Las víctimas de la violencia machista aumentaron un 10,89% en el segundo trimestre del año 2022 y las denuncias, 45.743 en total, un 12,33%», reseñó 20minutos. Estos datos se tradujeron en un alza de la tasa de víctimas por cada 10.000 mujeres registradas en España. Al pasar de 16,6 en el segundo trimestre de 2021 a 18,4 en el mismo periodo de 2022.
Las víctimas mortales a causa de la violencia de género, durante los primeros 15 días de 2023, llegan a cuatro, revela el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. Pese a los avances legales, la cifra de denuncias anual oscila en torno a 130.000. Y la proporción de mujeres asesinadas que había presentado denuncia se mantiene entre 20 y 30% cada año.
Acoso callejero en España: poca ayuda a las víctimas
Un estudio desarrollado por Safer Cities for Girls en la localidad madrileña de Alcobendas, analizó el acoso callejero en la capital de España. Tras reunir 345 experiencias de jóvenes habitantes del municipio.
Las situaciones de inseguridad recogidas por el estudio se dieron mayoritariamente «en la calle», en un 55% de los casos. Y en «parques y jardines» en un 31% de los casos. En un 37% de los casos, estas situaciones ocurrían de madrugada o en cualquier momento del día.
En cuanto a quién lleva a cabo estos actos, en el 53% de las experiencias las jóvenes señalan que se trataba de un hombre, y en el 47% los acosadores eran un grupo de hombres.
A pesar de las leyes, dirigidas a proteger a las mujeres, el sentimiento de indefensión es común en muchas de las víctimas. Indica el estudio que las situaciones de acoso callejero ocurren en espacios públicos, son pocas las veces en las que los transeúntes que lo presencian se ofrecen a ayudar. Según la encuesta, el 97% de las jóvenes no recibieron ayuda de testigos de la situación de acoso, y solamente el 3% sí lo hicieron.
Después del episodio de acoso, un 13% de las jóvenes encuestadas se lo contó a familiares y amigos. Hasta un 10% confió no hacer nada porque «es tan rutinario que ya no lo ves como algo llamativo».
El momento de denunciar una situación de acoso ante las autoridades también genera rechazo en las adolescentes consultadas. «Al final no sabíamos si nos merecía la pena», comentó una joven de Alcobendas. «Al llegar allí te encuentras con ciertas preguntas que te dan la sensación de que la que estás haciendo las cosas mal eres tú”.
Acosos, violencias y pocas denuncias
La más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas destaca el rechazo al acoso callejero y a las agresiones sexuales en España. Pero hay diferencias cuando se pregunta sobre la necesidad de que determinados comportamientos sean castigados por la ley.
Un 20 % cree que forzar a la pareja, aunque es inaceptable, no debería ser castigado. Mientras el 49 % opina lo mismo de los “comentarios y sugerencias de tipo sexual no deseados a una mujer”. Y el 28 %, de “besar a una mujer contra su voluntad”.
Además, un 98,8% califica como acoso sexual realizar presiones para obtener favores sexuales a cambio de mejoras laborales o bajo amenaza de despido, advierte el CIS. Un 97,5%, los tocamientos, pellizcos y acorralamientos. Un 94,5%, los abrazos y besos no deseados. Un 80,3%, realizar piropos ofensivos. Un 75,9%, pedir reiteradamente relaciones sexuales, aunque sean sin presiones ni amenazas. Y un 73,6%, hacer chistes o bromas insultantes sobre una trabajadora.
La encuesta coincide con otras en que muchas mujeres que son objeto de agresiones sexuales no lo denuncian. Un 59,6% de los españoles cree que las mujeres que sufren una agresión sexual lo denuncian en pocas ocasiones. Los tramos de edad que mayor porcentaje presentan son: de 65 a 74 años (65,7%) y de 18 a 24 años (64,5%).
Al mismo tiempo, consideran que el principal motivo por el que las mujeres no denuncian es “por miedo al agresor” (45,1%). Un 15,7% “por vergüenza” y, en tercer lugar, un 14,5% “por miedo a que no la crean”.
En el sondeo, realizado en enero, la mayoría de los españoles (67,8%) cree que las desigualdades entre hombres y mujeres son menores ahora que hace diez años. Aunque las mujeres lo creen en menor porcentaje (63,3%) que los hombres (72,5%).