Por Borja Rodrigo (Efe)
23/08/2016
España encabeza la clasificación de los países del mundo donde menos personas consideran la homosexualidad «moralmente inaceptable». Sin embargo, las denuncias por agresiones homófobas han aumentado en los últimos años, y lo peor es que sólo suponen entre el 20% y el 30% de las que se producen.
Del total de agresiones al colectivo homosexual «no se denuncian alrededor del 70%», ha asegurado a Efe Jesús Generelo, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Feltgb). «La mayor concienciación de la sociedad y del colectivo LGTB ha ayudado en gran medida a que estas agresiones salgan a la luz, pero muchas se quedan en el camino», ha lamentado.
Durante 2015 se conocieron 169 incidentes por orientación e identidad sexual y 24 por discriminación por razón de sexo y género, y se produjeron 61 detenciones y 19 imputaciones. Son datos del informe sobre Incidentes relacionados con delitos de Odio del Ministerio del Interior 2015, que también contabiliza 113 hechos esclarecidos respecto a incidentes por orientación e identidad sexual y 10 por discriminación por razón de sexo y género.
La capital, a la cabeza
Madrid es una de las ciudades más queer –término que hace referencia a las personas no heterosexuales– del mundo, si bien las agresiones continúan a la orden del día en la que será la capital mundial del Orgullo en 2017. El ataque hace ya casi dos semanas a una pareja en el madrileño barrio de Chueca añade otra agresión al contador que lleva el Observatorio Madrileño contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia.
Así, ascienden ya a 155 las agresiones homófobas en esta comunidad en lo que va de año, de las que cincuenta han tenido lugar durante el verano, según han explicado a Efe fuentes del Observatorio. Pero esta cifra no se refleja tan fielmente en el número de denuncias que acaban en los juzgados. De hecho, en la Comunidad de Madrid se interpusieron 21 denuncias por parte de víctimas de agresiones homófobas en los primeros seis meses de este año, según fuentes policiales.
Una cifra que multiplica por siete las que fueron interpuestas el pasado año, según han informado fuentes policiales. «Se denuncia más, los datos lo avalan, debido a una mayor visibilidad en la sociedad y también por una normalización en el colectivo», ha resaltado el presidente de la Felgtb, pero, añade, que todavía «queda mucho miedo y estigma» a la hora de denunciar. «Muchos no quieren interponer una denuncia porque implica tener que salir del armario», ha apuntado.
«Multas ridículas»
Denunciar exige una visibilización ante la sociedad como LGTB y «hay muchos -continúa- que no se sienten lo suficientemente empoderados como para hacerlo». Además, muchos de los que acuden a Felgtb para contar que han sufrido una agresión reconocen que no denuncian porque «no confían en las instituciones ni en la Policía». En muchos casos, ha asegurado Generelo, se imponen «multas ridículas al agresor de, por ejemplo, doscientos euros».
Otro gran porcentaje de los agredidos no denuncia porque creen que estas agresiones «van implícitas en lo que son» o es el riesgo que «han decidido tomar». Parece que diez años de ley de Matrimonio Igualitario no son suficientes «para vencer el odio» contra un colectivo que lleva siglos estigmatizado, ha reflexionado Generelo, quien ha comentado que «hace falta voluntad política y medidas en colegios y fuerzas de seguridad del Estado» para tratar la diversidad sexual y de género.
El sistema educativo «está fracasando a la hora de tomar medidas que traten la diversidad sexual» más allá de lo que se hizo durante el periodo de Zapatero, ha manifestado. Generelo ha aseverado que cada vez son también más los menores que se acercan a las asociaciones para contar que han sido víctimas de acoso escolar por razones de orientación sexual y diversidad de género.
La violencia «Lgtbfóbica» proviene de todos los estamentos y «falta trabajo estructural», no se puede cambiar una sociedad que durante siglos ha sido «agresiva con la diversidad sexual y de género» de la noche a la mañana ni con leyes que se quedan sobre el papel, ha concluido.