Un nuevo estudio realizado con inteligencia artificial encontró que, pese a las evidencias científicas, casi el 15% de los estadounidenses niega que el cambio climático sea real. Un hecho que preocupa a la comunidad científica. La persistente negación frena las políticas que pueden contribuir a revertir el proceso y desarrollar comunidades más resilientes.
El negacionismo del cambio climático es un fenómeno preocupante en Estados Unidos. Dependiendo de la zona, entre el 12% y el 26% de la población lo respalda. El fenómeno es más evidente en regiones donde las economías dependen de los combustibles fósiles, en comunidades rurales y donde la desconfianza en la ciencia es alta. Las redes sociales, con su amplio alcance, tienen un papel multiplicador en la difusión de información errónea.
Entender la variación geográfica de las opiniones sobre el cambio climático resulta vital para las intervenciones de comunicación y divulgación. La mayoría de las estimaciones se basan en encuestas nacionales. La Encuesta de Opinión Climática de Yale es la única que proporciona datos a nivel estatal y de condado en todo Estados Unidos. Sin embargo, estos métodos son costosos y limitados en tiempo y alcance geográfico.
Investigar en las redes sociales
Una alternativa a las encuestas son los datos de redes sociales. Plataformas, como Facebook, YouTube y Twitter, tienen vastos repositorios de datos que, una vez ajustados por sesgo demográfico, pueden ser útiles para estimar las opiniones públicas sobre diversos temas. Los datos de Twitter (Ahora X) se han utilizado en modelos predictivos de resultados electorales y para identificar la difusión de información errónea.
Un estudio reciente de la Universidad de Michigan utilizó datos de Twitter para estimar la prevalencia del negacionismo del cambio climático, identificar perfiles típicos de negacionistas, entender cómo las redes sociales promueven el negacionismo a través de figuras influyentes y determinar cómo se utilizan los eventos mundiales para influir en las actitudes sobre el cambio climático.
Los investigadores clasificaron 7,4 millones de tweets geocodificados relacionados con el cambio climático, publicados por 1,3 millones de usuarios únicos en EE. UU. entre septiembre de 2017 y mayo de 2019. El análisis resultó en un perfil de los negacionistas del cambio climático a nivel de condado.
Resultados
El estudio de la Universidad de Michigan, publicado en Nature, utilizó la inteligencia artificial (Large Language Model de ChatGPT) y los datos de las redes sociales para analizar el negacionismo del cambio climático. Los resultados mostraron que el 14,8% de los estadounidenses niega la realidad del cambio climático. La prevalencia de esta negación varía geográficamente. En estados como Oklahoma, Mississippi, Alabama y Dakota del Norte, más del 20% de la población no cree en el cambio climático. Sin embargo, dentro de los estados, la creencia puede variar considerablemente. Por ejemplo, en California, menos del 12% de la población niega el cambio climático, pero en el condado de Shasta, la tasa de negación llega hasta el 52%.
El análisis de los tweets geocodificados reveló que la creencia en el cambio climático es mayor en la costa oeste y la costa este, y que el negacionismo es mayor en el centro y el sur del país. En Texas, el porcentaje medio de negacionistas es del 21%, pero a nivel de condado oscila entre el 13% del condado de Travis y el 67% del condado de Hockley.
El estudio también identificó la afiliación política como el factor más influyente en las actitudes hacia el cambio climático. Además, se observó una fuerte conexión entre el negacionismo climático y las bajas tasas de vacunación COVID-19. La dependencia del carbono de la economía también fue significativamente alta a nivel estatal. Según los datos arrojados el perfil del negacionista del cambio climático «típico” es republicano, sin título universitario y sin vacuna contra el COVID-19, que vive en una región con una temperatura media anual elevada.
Trump el más influyente
Un dato revelador del estudio de la Universidad de Michigan es que las comunidades con alta prevalencia de negacionistas del cambio climático pueden descartar otras recomendaciones de salud o seguridad basadas en la ciencia. La investigación es pionera en identificar a las personas influyentes en las redes sociales que afectan la creencia o negación del cambio climático.
Muestra que los negacionistas y los creyentes en el cambio climático han formado comunidades separadas en las redes sociales, creando cámaras de eco que no interactúan entre sí. Entre los más influyentes se encuentra el expresidente Donald Trump, junto con The Daily Wire, Breitbart, Climate Depot y comentaristas políticos conservadores como Ben Shapiro.
Durante el periodo de estudio de 2017 a 2019, una de las publicaciones más retuiteadas fue una de Trump cuestionando el cambio climático debido a un tiempo inusualmente frío en Estados Unidos. En casi la mitad de los tuits analizados, el estribillo más común era que ‘el cambio climático no era real’. Otras explicaciones frecuentes eran que los humanos no son la causa principal y que los expertos en cambio climático no son fiables.
También destaca en la investigación la división entre los mundos de la creencia y la negación del cambio climático. Con poca comunicación e interacción entre las respectivas cámaras de eco en las redes sociales. Los investigadores no analizaron los medios sociales más nuevos, como Truth Social. El principal canal que actualmente usa Trump para sus publicaciones en las redes sociales.
Estrategias contra la desinformación
Joshua Newell, autor principal del estudio, sostiene que un número relativamente pequeño de individuos son muy influyentes en la difusión de información errónea sobre el cambio climático. Como Donald Trump que está creando sus propias cámaras de eco. Apunta a la preocupante división entre los creyentes y los negacionistas del cambio climático en las redes sociales, con poca o nula interacción entre sus respectivas cámaras de eco.
«La gente tiende a acreditar o desacreditar selectivamente las pruebas en función de sus creencias, que es como los falsos expertos llegan a servir como mensajeros creíbles. Esta es la base de la teoría de la cognición protectora de la identidad. Ayuda a explicar, por ejemplo, por qué los votantes republicanos son más propensos a creer los tweets de Trump sobre el cambio climático en lugar de otras fuentes más confiables: es la afirmación de la identidad».
Según Dimitrios Gounaridis, investigador del Centro de Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan, otro dato preocupante es que las comunidades con alta prevalencia de negacionistas del cambio climático pueden descartar otras recomendaciones de salud o seguridad basadas en la ciencia.
Newell sugiere que las empresas de medios sociales deben marcar la desinformación cuando aparece en sus plataformas y considerar la prohibición de los usuarios que difunden falsedades persistentemente. En su opinión el estudio proporciona una base para desarrollar estrategias que contrarresten la difusión de información errónea o desinformación. Identificando las comunidades con mayor riesgo de no adoptar medidas para aumentar la resiliencia a los efectos del cambio climático.
Pese al negacionismo, si es real
A pesar de la persistencia del negacionismo, el cambio climático es una realidad que está dejando su huella en los Estados Unidos. Se espera que las consecuencias empeoren en la próxima década debido al uso continuado de combustibles fósiles. El informe del Programa de Investigación del Cambio Global de los Estados Unidos (USGCRP) destaca que, sin reducciones significativas en las emisiones, la temperatura promedio global podría aumentar en 9°F (5°C) o más.
Los cosos económicos del fenómeno reflejan un daño significativo, representan el 0.4% del PIB de los Estados Unidos. Los científicos prevén que el aumento de la temperatura global puede tener efectos irreversibles. Como un incremento en la intensidad de eventos climáticos extremos, sequías más frecuentes en el oeste del país, huracanes más intensos y un aumento del nivel del mar. Sin dejar de lado su impacto en la agricultura. Con la disminución de la productividad y desafíos para la seguridad alimentaria. Para instrumentar las políticas que permitan revertir el cambio climático es necesario diseñar estrategias informativas destinadas a los negacionista del cambio climático. Un duro 15% que sigue ciegamente los consejos de Trump y para quienes el cambio climático “no es real”.
«Lo que asusta, y en cierto modo descorazona, es lo divididos que están los mundos entre la creencia y la negación del cambio climático».
Joshua Newell