‘LOST IN TRANSLATION’
Un viaje a los recovecos que esconden otras culturas, conocidas y desconocidas y las historias que rodean a los idiomas, más allá de la traducción palabra por palabra
Por Marta Jurado
24/02/2016
Aunque falten aún meses para conocer el nombre del vencedor de las elecciones presidenciales estadounidenses, los productores de la serie norteamericana House of Cards han aprovechado el revuelo suscitado por las primarias republicanas en Nevada para presentar este martes su nueva temporada (aviso de spoiler). El próximo 4 de marzo volverá a Netflix la serie protagonizada por este maquiavélico personaje que apuesta, en la ficción, por presentarse a las elecciones de 2016 como candidato demócrata y que cuenta con su propia campaña, bajo el nombre de #FU2016. Todo indica que la ambición de este congresista sureño, interpretado por Kevin Spacey, le llevará a avanzar aún más en los despachos de la Casa Blanca, o al menos en el pasillo de presidentes donde se colocan los cuadros honoríficos de los jefes de Estado del país.
El retrato de Frank Underwood presentado este martes por los productores de la serie parece destinado a ocupar un lugar importante en la trama de la cuarta temporada de la serie, insinuando que podría ganar la batalla electoral de 2016. Además, la National Portrait Gallery de Washington ha apoyado el lanzamiento de esta nueva edición del drama político con la exhibición temporal del cuadro del artista Jonathan Yeo, que se podrá visitar a partir de este 24 de febrero hasta mediados de octubre.
We’re honored to welcome President Frank Underwood into our midst for his official portrait unveiling
tonight. pic.twitter.com/ZHezfFW52o— Portrait Gallery (@NPG) febrero 23, 2016
El óleo, que mide 1,80×1,80 metros, muestra a un Frank Underwood cómodo en el sillón presidencial, pero con una mirada desafiante, actitud que le ha valido a Kevin Spacey un galardón en los últimos Globos de Oro de 2015. El cinismo es ya una de sus señas de identidad, con frases como “Power is a lot like real estate. It’s all about location, location, location. The closer you are to the source, the higher your property value”, en la que compara al poder con el sector inmobiliario en alusión a la medida en la que se valora tu propiedad: cuanto más cerca, mejor. Y añade un comentario que parece profético en relación al retrato: “cuando la gente vea estas fotos siglos más tarde, ¿a quién verá sonriendo al borde del cuadro?»
Pero la carrera hacia la presidencia de Estados Unidos no solo atrae gran interés en la ficción sino que desde hace un mes, los medios de comunicación de todo el planeta han seguido las primeras votaciones en Iowa y New Hampshire, así como las primarias republicanas de este martes en las que ha triunfado el polémico Donald Trump. Términos como ‘caucus’, asambleas y como no, el ‘Supermartes’ que se celebrará el próximo 1 de marzo, han llenado titulares, fotos y vídeos de campaña. ¿Pero sabemos qué significan?
5 palabras clave para entender las elecciones norteamericanas
“Primarias, recaudación, campaña y convención son conceptos muy lejanos para el público español, incluido el de campaña, porque en EEUU se construyen y desarrollan de un modo muy distinto al español”, explica a Cambio 16 Raquel Godos, corresponsal de la agencia Efe en Washington. Aquí te dejamos cinco términos para entender este enrevesado proceso político, más allá del protagonismo que se le dará este año a Clinton, Trump, Sanders o Rubio:
– Delegado: En el contexto de las elecciones, son aquellos que representan las ideas de los ciudadanos, ya sea a nivel estatal o del partido. Son los que eligen al candidato presidencial y a su vez se les escoge a través de elecciones primarias, y de asambleas de partido (caucus). Es por eso que las elecciones primarias a menudo se miden en número de delegados en lugar de votos reales.
– Caucus: (asambleas), término empleado en algunos estados para elegir a los candidatos presidenciales de los partidos Demócrata y Republicano. Durante estas elecciones se realizan “caucus” en Iowa, Nevada, Idaho, Alaska, Washington, Hawái, Kansas, Louisiana, Kentucky, Maine y Nebraska.
– Primarias: Las elecciones primarias sirven para acotar un solo candidato para cada partido. Un candidato que tenga éxito en las elecciones primarias es probable que reciba la nominación para las presidenciales en la convención del partido. Las primarias son financiadas por cada estado y para votar hay que registrarse previamente. Además, no todas las votaciones son abiertas, en algunos casos solo pueden votar los afiliados a cada partido.
– Supermartes: En inglés, ‘super Tuesday’, está considerado como un día clave en el proceso hacia las elecciones. Es la fecha del calendario preelectoral estadounidense en la que la mayoría de los estados de EEUU celebran elecciones primarias simultáneamente. Esto ayuda a definir las candidaturas presidenciales, tanto del Partido Demócrata como del Republicano.
– Convención: Después de las primarias, demócratas y republicanos realizan sus convenciones, convocadas para mediados de julio en ambos casos, en las que formalmente definen a sus candidatos presidenciales. El fin de las convenciones marca el inicio de la fase de la elección general, cuando los candidatos pasan a disponer de los recursos financieros recaudados específicamente para esta etapa. El candidato republicano necesita 1.237 delegados y el aspirante demócrata 2.382.
We had a future until you started destroying it.https://t.co/fKW5m5wsfQ
— House of Cards (@HouseofCards) febrero 11, 2016
Aún queda mucho camino por recorrer hasta las elecciones de noviembre y muchas sorpresas por desvelar, pero lo que está claro es que la primera semana de marzo saciará la curiosidad tanto de los que se mantienen expectantes ante las votaciones del Supermartes (1 de marzo), como los que anhelan la vuelta de House of Cards a la pantalla (4 de marzo).
- ‘Los acentos de Tom Hardy’
- ‘2016: El año de Shakespeare y Cervantes’
- ‘Sufragettes’
- ¿Triunfaría ‘OCho apellidos…’ en otro país?
- Diwali o la India iluminada
- ‘Remember, remember… the 5th of November’
- El otro Bunbury
- ‘Lost in translation’