Por Andrés Tovar
02/11/2016
De toda la energía que utiliza Estados Unidos, ¿cuánta proviene de la energía eólica y solar? Haga una conjetura (¡sin usar Google!). El estadounidense medio, al menos de acuerdo con una nueva encuesta de la firma Makovsky, cree que un 20% -un 11% de la energía solar y un 9% a partir del viento-. Y piensa que dentro de cinco años, la energía solar supondrá un 20% y del viento, un 14%.
Nada más lejos de la realidad. Actualmente, el uso de energía solar en EEUU se encuentra en un 1% y el viento en un 2%, del total. Y la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) estima que en cinco años, el aumento del consumo de energía solar será de 1% y eólica habrá crecido sólo un 3%. En pocas palabras, los estadounidenses son demasiado optimistas sobre la energía renovable en su país.
Hay que aclarar que el sondeo de Makovsky es sólo una encuesta realizada a más de 1.000 personas, pero todo hace creer que si se ampliara la muestra arrojaría resultados similares.
Hay dos fenómenos que hay que destacar:
En primer lugar, muchos – incluyendo, lamentablemente, a periodistas y políticos – no comprenden la diferencia entre electricidad y la energía. (El primero es un subconjunto de este último). Escuchan sobre el éxito de la energía eólica y solar y piensan que los «combustibles fósiles» están siendo desplazados. Y cuando piensan en los combustibles fósiles, sólo piensan en petróleo.
Asimismo, la energía eólica y solar sólo se utiliza para cubrir la demanda de electricidad, por lo que sólo reemplazarían al consumo de carbón y gas natural. El petróleo se utiliza para el transporte y la industria y todavía domina por completo esas categorías. Así que no es comparable. Y sí, el mercado de vehículos eléctricos está creciendo, pero no tan rápido. La batalla para sacar el petróleo y el gas de los sectores del transporte y de la calefacción va a ser más difícil y polémica de lo que la gente cree.
En segundo lugar, este fenómeno refleja un éxito por parte de las industrias de energía limpia y de los defensores del clima en sus labores de comunicación. Durante años, han estado transmitiendo el mensaje de que la energía renovable funciona, que es eficiente, beneficiosa y que cada vez es más barata. Repita eso con la suficiente frecuencia y la gente seguro va a tener la idea de que los combustibles fósiles están temiendo por su supervivncia y que el triunfo total de la energía solar está cerca.
La pregunta llegados a este punto es es si es positivo, a fin de cuentas, que los estadounidenses tiendan a sobreestimar sus niveles de uso de energías limpias. Cuantas más personas crean que la energía renovable es hoy real y viable, más tenderán a apoyarla y a invertir en ella. La percepción del momento es sin duda una clave para crear un gran impulso. Por otro lado, una narración excesivamente triunfalista oculta la dificultad y la enorme cantidad de trabajo que tiene por delante la descarbonización.
Un último dato a tener en cuenta: los responsable de motorizar el mensaje lanzado a la opinión pública de que la energía eólica y solar son «la nueva realidad» no son precisamente los ecologistas. Mira de dónde obtienen la información: