POR CAMBIO16
04/07/2017
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, llamó a todos los países del mundo a apoyar una ampliación de las sanciones a Corea del Norte tras su nueva prueba de misil balístico.
«Todas las naciones deben actuar con firmeza contra Corea del Norte, manteniendo y fortaleciendo las sanciones de la ONU para asegurar que Corea del Norte enfrente las consecuencias por sus incesantes pretensiones de poseer las armas nucleares y los medios para su transporte», dice un comunicado de Tillerson difundido por el Departamento de Estado de EEUU.
.@StateDept Statement on #NorthKorea’s 2nd #ICBM Launch: pic.twitter.com/hc2EuIMiqb
— Bureau of East Asian and Pacific Affairs (@USAsiaPacific) July 29, 2017
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, «EEUU condena enérgicamente el lanzamiento de misil balístico intercontinental por Corea del Norte» que representa «una flagrante violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que representan la voluntad de la comunidad internacional».
Tillerson aseveró que EEUU prioriza conseguir una «desnuclearización pacífica» de la península de Corea y enfatizó que Washington «nunca aceptará una Corea del Norte con armamento nuclear«.
A la vez, afirmó que China y Rusia, como «principales facilitadores económicos» del programa nuclear y de misiles norcoreano «tienen una responsabilidad única y especial por esa creciente amenaza a la estabilidad regional y global».
La amenaza contra EEUU
Este jueves, el líder norcoreano Kim Jong-Un dijo que tras la prueba exitosa este viernes de un misil balístico intercontinental quedó demostrado que todo el territorio continental de Estados Unidos está ahora a su alcance, indicó la agencia oficial.
Según Kim, la prueba demostró la capacidad de Corea del Norte para lanzar un ataque “en cualquier lugar y momento”.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos similares, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Hwasong-14 fue descrito por el Pentágono como el primer misil balístico “intercontinental” del país asiático “capaz de alcanzar Alaska”.
Tras el ensayo, el presidente de EEUU, Donald Trump, condenó el lanzamiento y aseveró que “EE.UU. tomará todas las medidas necesarias” para garantizar la seguridad.