POR NARKYS BLANCO
25/10/2017
25/10/2017
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El Gobierno de EEUU, presidido por Donald Trump, anunció la apertura en marzo de 2018 de una licitación para exploración de petróleo y gas en alta mar en el golfo de México de 310.000 kilómetros cuadrados, y que calificó como «la mayor de la historia de EEUU».
«En el mundo de hoy de bajos precios de la energía, ofrecer acceso a la industria de mar adentro el mayor número de oportunidades posibles es parte de nuestra estrategia para impulsar el dinamismo económico regional, la creación de empleo y un pilar del plan del presidente de hacer a EEUU una potencia energética«, dijo Ryan Zinke, secretario de Interior, al hacer el anuncio.
La subasta, que se realizará en marzo próximo, incluye un área similar a la superficie total del estado de Nuevo México y abarca zonas frente a las costas de Luisiana, Texas, Alabama, Misisipi y Florida. Según indicó el Gobierno estadounidense en un comunicado, esta zona cuenta con «reservas técnicamente recuperables» de 48.000 millones de barriles de petróleo.
EEUU quiere aumentar la producción energética
La decisión fue aplaudida por un buen número de legisladores republicanos, entre ellos Lisa Murkowski, presidenta del Comité del Senado de Recursos Naturales y de Energía. «La decisión del Gobierno de avanzar en la mayor licitación para la exploración mar adentro en nuestra historia es un paso clave (…) Sea en Alaska o en el golfo de México, debemos apoyar un desarrollo responsable porque crea empleos con buenos salarios, fortalece nuestra seguridad nacional y hace que los precios de la energía sigan siendo asequibles para nuestras familias y negocios», aseguró Murkowski.
Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, Trump ha insistido en la importancia de aumentar la producción nacional de energía, tanto petróleo como gas, y para ello ha dado marcha atrás a algunas de las regulaciones aplicadas por su predecesor, Barack Obama, de protección de determinadas áreas para conservar el medioambiente.
En abril pasado, firmó una orden ejecutiva para ampliar la posibilidad de exploración petrolera y de gas en el Atlántico, frente a las costas de Virginia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Georgia; y en el Ártico, en Alaska.