Por Cambio16
14/06/2017
De acuerdo con los informes provenientes de Washington, la Administración Trump está barajando suspender las importaciones de petróleo de Venezuela, lo que llevaría al colapso económico del país caribeño. Tal medida podría tener un serio impacto en el mercado energético mundial.
En caso de un bloqueo a Venezuela, EEUU podría utilizar sus reservas estratégicas con el fin de cubrir inicialmente la falta del petróleo venezolano en sus refinerías, cita El Nuevo Herald. Por su parte, el presidente Trump ya ha declarado su disposición de vender la mitad de sus reservas estratégicas, las cuales alcanzan los 700 millones de barriles, según el medio norteamericano.
Sin embargo, estas condiciones afectarían gravemente a la empresa venezolana PDVSA, que tendría que buscar urgentemente nuevos mercados, lo que debilitaría aún más el ya escaso presupuesto de un país afectado por los bajos precios del petróleo.
A eso se le puede agregar que tres refinerías de la empresa Citgo, subsidiaria de PDVSA, también tendrían que comenzar a importar petróleo de otros países, lo que aumentaría los costos para el Gobierno de Maduro.
Además del cese de exportaciones de petróleo, el bloqueo podría afectar la gasolina, el combustible diésel y otros productos derivados del petróleo que alcanzan los 85.000 barriles diarios. Los ingresos por la venta de estos productos se destinan principalmente para la compra de alimentos para el mercado interno venezolano.
Desde hace muchos años, Venezuela ha sido uno de los principales proveedores de hidrocarburos para EEUU (después de Canadá y Arabia Saudí). En 2016, las importaciones diarias del petróleo venezolano a EEUU fueron de 741.000 barriles aproximadamente, lo que ascendió a 32,2 millones de dólares.
En EEUU, la compañía Citgo, subsidiaria de la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA), tiene tres refinerías de petróleo en el territorio estadounidense y más de 13.000 gasolineras en varios estados, sobre todo en el noreste industrial del país.
En los últimos cuatro meses, EEUU impuso sanciones contra varios altos funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro. Por su parte, el mandatario venezolano anunció una convocatoria a la Asamblea Constituyente. Parece que para la Casa Blanca esta decisión fue una especie de «línea roja» que cruzó Maduro.
Durante la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en Washington en mayo, un grupo de estados insulares del Caribe, que siguen recibiendo el petróleo venezolano a condiciones preferenciales en el marco del programa Petrocaribe, se opusieron a tomar represalias contra Venezuela.
Los opositores a las políticas de Maduro consideraron, en este contexto, que EEUU no realizó suficientes esfuerzos para presionar a estos países. No obstante, ahora la Casa Blanca podría cambiar su posición y tomar medidas económicas drásticas, en particular, cesar las exportaciones del petróleo venezolano.