Por Cambio16
Estados Unidos espió, al menos desde 2006 hasta mayo de 2012 a los tres sucesivos presidentes franceses que se sucedieron en ese periodo, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande, según los documentos de WikiLeaks publicados por Libération y Médiapart.
Tras conocerse la noticia, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Laurent Fabius, ha convocado al embajador de EEUU en París para dar explicaciones sobre las supuestas escuchas, que la Presidencia francesa califica de «inaceptables».
Por su parte, Estados Unidos negó estar espiando a las autoridades de Francia y reiteró a este país el «compromiso inquebrantable» con sus relaciones bilaterales, tras la polémica por las revelaciones de la supuesta vigilancia de Washington a los últimos tres mandatarios franceses.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó personalmente a su homólogo francés, François Hollande, a quien aseguró que ese compromiso incluye «una estrecha cooperación en curso en los campos de inteligencia y seguridad».
Qué dicen los documentos de WikiLeaks
La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) pinchó, según las filtraciones, a esos tres jefes de Estado franceses y a colaboradores próximos como diplomáticos o jefes de gabinete y había reunido los documentos obtenidos de esas escuchas bajo el epígrafe ‘Espionaje Elíseo’.
El director de Libération, Laurent Joffrin, en declaraciones a la televisión BFMTV, destacó que la que se ha puesto en evidencia «fue una operación de gran envergadura». Jofrin dijo que tenían los textos de las escuchas con fechas y los números de teléfono pinchados.
Los documentos de WikiLeaks sobre este asunto incluyen cinco informes de análisis de la NSA destinados a los agentes de los servicios secretos estadounidenses, y dos de ellos también a los países con los que Washington tiene una alianza particular en ese terreno (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido).
Aunque las notas tienen la catalogación de altamente confidenciales, en realidad no hay secretos de Estado, reconoció Libération, pero demuestran el interés de la NSA por Francia, como lo pone en evidencia la base de datos de números de teléfonos fijos o móviles seleccionados para la recuperación masiva de informaciones a través de ellos.
Los últimos análisis de la agencia disponibles, con fecha del 22 de mayo de 2012, dan cuenta, por ejemplo, de «reuniones secretas» a finales de 2011 de una posible salida de Grecia de la zona euro, o de la preocupación del entonces primer ministro, Jean-Marc Ayrault, del posible enfado de la canciller alemana, Angela Merkel, si se enteraba de la entrevista de Hollande, recientemente elegido presidente, con la oposición socialdemócrata alemana.
Otro de los análisis durante el mandato de Nicolas Sarkozy (2007-2012) señala cómo el jefe del Estado conservador se consideraba «el único hombre capaz de resolver la crisis financiera» en 2008 o cómo se quejaba en 2010 de la marcha atrás de Estados Unidos en la propuesta de un «acuerdo de cooperación bilateral» en el terreno de los servicios secretos.
Libération hizo notar que la selección de documentos publicados no es más que una parte de la actividad de espionaje de la NSA con dirigentes franceses, pero confirman hasta qué punto Washington quería conocer en detalle las comunicaciones de países aliados.
Assange, tres años en la embajada de Ecuador
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cumplió el pasado viernes tres años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres a la espera de resolver el caso de su extradición a Suecia, país que le reclama por supuestos delitos sexuales.
Sin poder salir de la embajada porque sería inmediatamente detenido por la Policía británica, Assange, de 43 años, espera una solución a no muy largo plazo que le permita salir de su encierro.
El periodista y exhacker entró en la legación diplomática ecuatoriana el 19 de junio de 2012 después de un largo proceso judicial en Londres sobre la petición de extradición cursada por las autoridades suecas, que le quieren interrogar por unos delitos sexuales supuestamente cometidos en Suecia en 2010.
Assange, cuyo portal divulgó en 2010 documentos comprometedores de EEUU, confía en poder resolver su caso después de que la fiscal sueca Marianne Ny aceptase interrogarle en Londres para evitar que prescriban los delitos que se le imputan.