Las rivalidades entre Estados Unidos y China se trasladan a un sitio remoto y olvidado, en la región de la Puna, al extremo noroeste de Argentina donde yace una mina de poderosas reservas de litio. Las salinas de sus mesetas, escasamente pobladas, se están transformando en un bullicioso centro de producción de ese metal blanquecido y apetecido en estos tiempos.
Su actividad recuerda aquellos tiempos en que esa localidad inhóspita, en la provincia de Salta, era hogar de los empleados de la mina de azufre y sus familias durante décadas. Hoy, La Casualidad es un pueblo inhabitado. El cierre del yacimiento en 1979 -durante la dictadura de Videla- puso fin al asentamiento. Desde entonces todo era soledad y silencio.
Un nuevo aumento en la actividad minera por la fiebre del litio, genera oportunidades económicas y preocupaciones sobre la degradación ambiental. Ese metal es fundamental para la fabricación de baterías recargables para almacenamiento de energía y autos eléctricos. Materiales clave en las economías limpias y de múltiples tecnologías.
Al norte de La Casualidad está la mina Mariana, un proyecto de litio a gran escala en construcción. Operado por la empresa china Ganfeng, uno de los principales productores de litio del mundo, reseña Clean Energy Frontier en un reportaje. La mina es uno de los cinco proyectos del gigante del litio en Argentina. Se ha convertido en el escenario de intereses estratégicos entre China y Estados Unidos, cada uno de los cuales busca asegurar el suministro de litio que necesita para fabricar baterías.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio y cuenta con una quinta parte de los recursos estimados en el mundo.
El gran tesoro de Argentina, el litio
A pesar de una reciente caída de los precios debido a una desaceleración en la demanda mundial de baterías, el gobierno espera que la producción casi se duplique de 44.000 toneladas en 2023 a 81.000 en 2024, y se multiplique casi por cinco para 2028.
La Secretaría de Minería, perteneciente al Ministerio de Economía, prevé que el potencial de las exportaciones de litio alcance los 8.730 millones de dólares. En este escenario Catamarca lideraría con 3.277 millones, seguida de la mina del Jujuy con 2.393 millones y Salta con 3.060 millones, todas en el noroeste argentino. Estos datos resaltan el significativo impacto económico que las exportaciones de litio tendrán en estas provincias. Y el papel crucial que desempeñarán en la economía del país en los próximos años.
El FMI espera que las exportaciones argentinas de litio alcancen un valor de miles de millones de dólares a finales de la década, coincidentes con las expectativas oficiales.
En vista de que las proyecciones avizoran una producción de litio expansiva en Argentina, Pekín y Washington quieren una parte del gran tesoro. China es el mayor fabricante de baterías de iones de litio que refina la mayor parte del litio del mundo. Y cuenta con una sólida cadena de suministro de baterías de litio. Tiene una clara ventaja cuando se trata de invertir en la naciente industria argentina. Pero Estados Unidos quiere construir sus propias cadenas de suministro de tecnologías limpias fuera del control chino. Y busca contrarrestar la creciente influencia china en América del Sur con nuevas inversiones.
«Después de haber estado dormido al volante en términos de intereses estratégicos a largo plazo, EE UU está tratando de detectar lugares donde desalojar el dominio de China», dijo Rachel Ziemba investigadora del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense a Climate Home News.
Pelea de grandes
Casi el 60% de los recursos mundiales conocidos de litio se concentran en un área del tamaño de California, que abarca territorios en Argentina, Chile y Bolivia conocidos como el “triángulo del litio”. En Argentina el litio se extrae de las salmueras situadas debajo de las salinas.
Pero mientras Bolivia lucha por generar una producción significativa y la inversión en litio de Chile se ha estancado, Argentina persigue la inversión privada a toda velocidad. En los últimos años, el país se ha convertido en uno de los mercados más atractivos para la inversión en litio. Atrayendo a una gran cantidad de empresas a sus salinas subexplotadas.
Cerca de 50 proyectos, la mayoría avanzados, están en marcha en el noroeste del país. Un análisis de la industria encontró que 11 de los 42 prpyectos de litio que se adelantarán entre 2022 y 2026 en el mundo están en Argentina. El número más alto de cualquier país.
Los datos del gobierno argentino muestran que entre 2020 y 2023, las empresas chinas invirtieron 3.200 millones de dólares en proyectos mineros. Incluidas siete operaciones de litio, casi el doble que las empresas estadounidenses, que respaldaron tres proyectos de litio.
Las inversiones chinas han dado sus frutos. En 2023, el 43% de las exportaciones de litio de Argentina se dirigieron a China, mientras que el 11% se dirigió a Estados Unidos. Pero la elección del presidente Javier Milei, ha marcado un cambio en la política exterior argentina. Desde administraciones de izquierda anteriores que favorecían vínculos más estrechos con China a un acercamiento con EE UU a expensas de China. En diciembre, Milei rechazó una invitación para unirse al grupo ampliado de economías emergentes conocido como BRICS.
Giros políticos
Estados Unidos ha estado cortejando al gobierno de Milei para asegurarse de que pueda seguir importando litio argentino. Durante una visita a Argentina en febrero, el secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, señaló que su país veía una “extraordinaria oportunidad de inversión” en la nación suramericana. Y citó el litio como un área clave.
La Corporación Financiera de Desarrollo Internacional, la institución financiera de desarrollo de EE UU y la Asociación de Seguridad de Minerales, una colaboración de 14 países liderada por EE UU que busca catalizar la inversión en cadenas de suministro de minerales críticas, están buscando nuevas oportunidades de inversión en el país, indicó Blinken. Desde entonces, Argentina se ha comprometido a unirse al foro MSP para acelerar el desarrollo de proyectos, reseñó Clean Energy Frontier.
Pero las inversiones estadounidenses prometidas tardan en materializarse. “No me queda claro qué aporta Estados Unidos en este momento”, afirmó Rachel Ziemba.
Un proyecto de ley, propuesto por el ejecutivo de Milei y que se encuentra en trámite en el Congreso promete recortes de impuestos y estabilidad regulatoria para grandes inversiones, particularmente en el sector minero.
Un importante inversor tiene la atención de Milei. El propietario de Tesla, Elon Musk, que busca asegurarse el suministro de litio para producir baterías para sus coches eléctricos, ha apoyado y cortejado públicamente al presidente desde su elección.
Después de supuestamente discutir las “oportunidades de inversión” del litio durante una reunión en abril, Musk escribió en X después de una segunda reunión en mayo: “Recomiendo invertir en Argentina”.