Estados Unidos y China, los más grandes emisores de gases de efecto invernadero, están dispuestos a trabajar juntos en la reducción de la contaminación por metano y plástico. En su relación zigzagueante, los gobiernos de Joe Biden y Xi Jinping han dejado de lado las tensiones diplomáticas para reanudar una agenda climática ante la próxima cumbre de la COP28 en Dubái.
Los enviados climáticos John Kerry y Xie Zhenhua, reunidos en Sunnylands, California, acordaron reactivar el grupo de trabajo climático bilateral de anteriores citas del clima para discutir áreas de cooperación entre los dos países. Sin embargo, persisten diferencias en cuestiones fundamentales como la eliminación de los combustibles fósiles. «La declaración de Sunnylands es un esfuerzo oportuno para alinear a Estados Unidos y China antes de la COP28», dijo Li Shuo, director entrante del Centro Climático de China.
Li, que considera la relación binacional como una condición para un progreso global significativo, dijo que el acuerdo de Sunnylands ayudará a “estabilizar la política” antes de las conversaciones de Dubái. El relanzamiento del grupo de trabajo marca la normalización de la relación climática entre los dos países tras una pausa provocada en 2022 por la visita de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.
Otro acercamiento EE UU-China
El grupo de trabajo de EE UU y China se centrará en áreas clave de cooperación, como la reducción de las emisiones de metano y el aumento de la eficiencia de la “economía circular”. Igualmente intercambiarán información sobre políticas y tecnologías para reducir las emisiones. Las dos partes dijeron qu se comprometen a trabajar juntas para frenar la pérdida de bosques y la contaminación de plástico.
Los esfuerzos de China para reducir sus propias emisiones de carbono serán el centro de atención en las conversaciones de la cumbre. El país todavía aprueba nuevas centrales eléctricas alimentadas con carbón en un intento por garantizar la seguridad energética.
Estados Unidos y China dijeron que apoyan una declaración de los líderes del G20 para triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030. También indicaron su respaldo en “acelerar la sustitución por la generación de carbón, petróleo y gas”.
En la declaración conjunta anticipan reducciones «significativas» en las emisiones del sector energético en esta década, pero no acordaron pedir la eliminación gradual de los combustibles fósiles, un objetivo que China ha descrito como «poco realista», pero que que se ha constituido en un clamor de los activistas climáticos. Esta vez China accedió a incluir el metano en sus objetivos climáticos para 2035. Finalmente, acordaron impulsar “al menos cinco” proyectos de cooperación a gran escala en captura, utilización y almacenamiento de carbono para finales de la década.
Reducir contaminación plástica
Durante la reunión, los líderes climáticos de EE UU y China manifestaron su intención de trabajar para el éxito de la COP28 y a posteriori. Reconocieron la importancia de desarrollar la economía circular y la eficiencia de los recursos. Las agencias gubernamentales de los dos países tienen la intención de apoyar proyectos de empresas, universidades e instituciones de investigación.
Estados Unidos y China están decididos a poner fin a la contaminación plástica. Trabajarán juntos y con otros para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica. Asimismo, las partes acordaron reanudar el Foro de Eficiencia Energética para profundizar los intercambios sobre ahorro de energía y reducción de carbono en industrias, edificios, transporte y equipos.
Los dos países tienen la intención de cooperar para gestionar las emisiones de óxido nitroso. También de trabajar reducir gradualmente los HFC. El compromiso es a garantizar la aplicación de estándares mínimos de eficiencia ambiciosos para todos los equipos de refrigeración que se fabriquen