No fue un acuerdo súbito, aunque sorpresivo. EE UU y China, las grandes potencias más contaminantes del planeta, venían propiciando un diálogo para enfrentar de manera conjunta la crisis climática. En la etapa final de negociaciones en la COP26, en Glasgow, estos países anunciaron su compromiso a reforzar la acción climática en la década de 2020 y «evitar el impacto catastrófico» del cambio climático.
Estados Unidos ha movido la agenda de ese foro global, una de las instancias más altas para atender la emergencia del clima. Joe Biden, imprimió compromiso al debate, al proponer junto a la Unión Europea, un acuerdo para reducir al menos en un 30% las emisiones de metano para 2030. A su lado, el enviado especial para el clima, John Kerry ha alternado con los líderes mundiales en busca de acciones obligantes.
La declaración conjunta reconoce que hay una «brecha entre los esfuerzos actuales y los objetivos» del Acuerdo de París de evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 2ºC e intentar limitarla a 1,5ºC.
China y EE UU son los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento del planeta. Entre ambos emiten cerca del 40% del total. El negociador chino, Xie Zhenhua, explicó que el convenio incluye «planes concretos» a lo largo de esta década. «China y EE UU tienen que asumir la responsabilidad de trabajar contra el cambio climático», dijo. Mientras tanto, Kerry afirmó que han negociado «de buena fe» y han encontrado «terreno común» para «elevar la ambición climática durante esta década decisiva». Y «evitar el impacto catastrófico».
Detalló que Biden y Xi abordaron el tema en su última reunión virtual hace unas semanas. Desde entonces los equipos negociadores han mantenido más de treinta reuniones para preparar el acuerdo.
EE UU y China un paso juntos ante crisis climática
Algunos activistas recibieron con cautela la inesperada declaración conjunta de EE UU y China en la que prometen enfrentar la crisis climática. La Unión Europea y Naciones Unidas consideraron que el anuncio es alentador. Pero otras agrupaciones lo ven con reservas.
Este anuncio en Glasgow, por parte de Xie Zhenhua y John Kerry, posiblemente será refrendado por los presidentes de EE UU y China. Se espera que esta semana, mantengan un encuentro virtual. Esto daría un mayor impulso al acuerdo alcanzado de cooperación conjunta.
Sin embargo, a la fecha, Genevieve Maricle, directora de acción política del clima en la organización WWF, dijo a la BBC que «este anuncio se produce en un momento crucial de la COP26. Ofrece una esperanza de que, con el apoyo y respaldo de dos de las voces más fundamentales del mundo, quizá podamos limitar el cambio climático a 1,5 ºC”.
Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, también acogió la declaración. Pero precisó que ambos países necesitan mostrar un mayor compromiso para alcanzar los objetivos climáticos.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, consideró que el anuncio es «un paso importante en la dirección correcta». Entretanto, el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans, opinó que es «realmente alentador» ver a China y Estados Unidos colaborando.
El acuerdo entre Pekín y Washington compromete a ambas naciones a fomentar acciones conjuntas en materia de marcos regulatorios y estándares ambientales para 2030. Establecer políticas que conduzcan a la descarbonización y la electrificación. Además del despliegue de tecnologías de captura y almacenamiento de CO2.
Sin embargo, en esta cumbre mundial de la COP26 y previo al anuncio, China rechazó unirse a un acuerdo para limitar el metano, un perjudicial gas de efecto invernadero. A cambio prometió desarrollar «un plan nacional» para abordar este asunto.
Acuerdo final: la meta del 1,5 no está muerta
En simultáneo al anuncio de EE UU y China por atender con urgencia la crisis climática, el presidente de la COP26 cuenta con varios textos concluyentes de la cumbre. Están disponibles en la website unfccc.int/documents para su consulta y revisión.
En el borrador del acuerdo final de la cita mundial se reconoce el impacto de la subida de la temperatura global y urge a los países a reforzar los objetivos de reducción de emisiones para finales de 2022. A la vez, llama a los países ricos a elevar su cooperación con los países en desarrollo.
El documento “reafirma el objetivo global a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura media por debajo de los 2 grados centígrados sobre niveles preindustriales. Y a esforzarse para limitarlo a 1,5 grados centígrados”, a pesar de admitir que la segunda opción disminuye un poco el impacto del cambio climático.
La COP26 “lamenta que todavía no se ha cumplido el objetivo de los países desarrollados de movilizar 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020”. Asimismo, subraya la necesidad de que exista un apoyo significativamente superior que vaya más allá de esa cantidad para la financiación climática.
El texto fue elaborado por el presidente de la COP26, Alok Sharma, y está siendo debatido por los líderes de las naciones hasta este viernes 12 de noviembre. Sus acuerdos hacen hincapié en las necesidades de adaptación para los países que ya sufren los efectos del calentamiento global, los cuales van en aumento.
Boris Johnson, primer ministro británico, instó a otros líderes nacionales a darles a sus negociadores más margen para alcanzar un acuerdo final. En una rueda de prensa, insistió en que la ambición de mantener el aumento global de temperatura por debajo de 1,5 ºC todavía no está muerta.
Pujas y exigencias de última hora
El borrador del acuerdo final también reconoce que las necesidades de adaptación seguirán aumentando con la severidad del impacto de las crecientes temperaturas. E insiste en la urgencia de “incrementar la acción y el apoyo para elevar la capacidad adaptativa, reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad” de los países en desarrollo.
Este tema ha sido recurrente y polémico en el marco de la cumbre, pues las naciones pobres han demandado mayores contribuciones a los países más ricos para la lucha contra el calentamiento global.
Sobre las medidas para mitigar el cambio climático, la presidencia de la cumbre llama a los países a considerar nuevas oportunidades para reducir las emisiones. Y pide acelerar “el fin del carbón y el subsidio a los combustibles fósiles”. Aunque celebra el anuncio entre EE UU y China de profundizar un trabajo conjunto para frenar la crisis climática.
Sharma dijo a los delegados de casi 200 países, que «queda mucho trabajo por hacer» para llegar a un acuerdo. Y reclamó a los negociadores que eleven sus esfuerzos en la cuestión de la financiación.
A solo un día de que la COP26 se clausure -al menos en teoría-, Sharma se dirigió a la plenaria de la conferencia para anunciar «progresos significativos» en las últimas horas. Pero destacó la necesidad de cerrar cuanto antes los aspectos técnicos para poder limar las diferencias políticas en la jornada del viernes.
«No hemos llegado aún, hay mucho trabajo por hacer. Sé lo duro que están trabajando, pero hoy debe haber otro cambio de marcha para que los negociadores acaben el trabajo técnico», insistió Sharma.
Entretanto, en la jornada de este jueves, los delegados se centran en el debate sobre el transporte. Se esperan anuncios que competen a la aviación, la energía del hidrógeno y el transporte marítimo.