Estados Unidos se ha comprometido a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, pero la guerra de Rusia en Ucrania desencadenó una bonanza para el gas natural licuado o GNL. Hoy, según analistas, las compañías de energía y el gobierno de Biden están retrocediendo en sus promesas de alejarse del petróleo y el gas
En respuesta a la necesidad de gas natural de Europa al perder el acceso a los suministros rusos, el mayor exportador de gas natural licuado de EE UU, Cheniere Energy, está ampliando sus instalaciones en Corpus Christi, Texas.
“Con acceso a gas natural abundante y de bajo costo. Y un proyecto de expansión propuesto y totalmente autorizado, la instalación de licuefacción de Corpus Christi también brinda potencial de crecimiento a Cheniere” señala la empresa en su sitio en internet.
Un equipo del portal de investigación Reveal habló con los residentes locales que se están organizando para luchar contra la expansión. Durante la campaña presidencial de 2020, Joe Biden prometió poner fin a la extracción de petróleo y gas en tierras federales y aguas marinas. Y en su primer día en el cargo, congeló nuevos contratos de perforación. Pero la gestión dio marcha atrás y, en cambio, aumentó la cantidad de arrendamientos que ofrece a las compañías de petróleo y gas.
Cuando inició el conflicto en Ucrania, muchos países europeos temían que la guerra perturbara su vida diaria. Especialmente en países como Alemania, que importaba mucho gas natural ruso para operar negocios y calentar hogares. Pero lo que fue una mala noticia para Europa fue una oportunidad para una empresa estadounidense llamada Cheniere Energy.
EE UU en la punta como proveedor de gas
Jack Fusco, CEO de Cheniere anunció la expansión de sus instalaciones de Corpus Christi. “Ya somos el mayor exportador de GNL en América. Somos el segundo más grande del mundo, y estamos ganando en eso”, dijo tras detallar los planes de la empresa como surtidor de gas a Europa, avalado por EE UU.
Además, precisó que están enviando dos cargamentos por día y va a Europa. “Solo estamos tratando de ayudar. Cada cargamento es suficiente calor para un millón de europeos durante un mes”.
Errol Summerlin es un abogado jubilado de asistencia legal y defensor ambiental local y vecino de la zona. Contó que la localidad no es lo que era antes. Este boom de energías fósiles ha cambiado la estructura y la forma de vivir allí. “Toda la operación que implica el procesamiento del gas funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana. Y ya han comenzado la expansión de la que hablaba Jack Fusco”.
Relata que “no importa dónde estés en Portland, por la noche puedes ver una torre gigantesca con una llama en la parte superior”.
En 2015, cuando Cheniere comenzó la construcción en Texas, no enfrentó mucha resistencia local. Casi nadie había oído hablar de GNL o Cheniere. Pero Errol sostiene que a medida que más complejos de combustibles fósiles comenzaron a abrumar su pintoresca bahía, él y otros comenzaron a objetar. Reunieron alrededor de dos docenas de grupos ambientales y vecinales, y crearon la Alianza Costera para Proteger Nuestro Medio Ambiente. Como una manera de canalizar voces y descontentos.
Elida Castillo es la directora del programa de Chispa Texas. Se unió al encuentro promovido por Reveal. Chispa Texas es una nueva rama de la Liga de Votantes por la Conservación, un grupo ambientalista nacional.
Contaminación con el apoyo oficial
Castillo está tratando de generar conciencia sobre los riesgos ambientales de Cheniere en su producción de gas no solo en EE UU sino en otros países. Denunció que la empresa fósil planea expandirse y aumentar la contaminación del aire.
“La junta escolar local está considerando otorgar a Cheniere grandes descuentos en los impuestos para una expansión que está planeando dentro de varias décadas. Eso sería más de mil millones de dólares en descansos que ya está recibiendo. Cheniere y sus partidarios locales dicen que, a pesar de los descuentos, la compañía ha invertido más de $300 millones en escuelas locales”, contó la directora de Chispa Texas.
“Tú tienes el poder como pueblo, el poder de cambiar cómo son las cosas”, dice. Pero en diciembre, la junta escolar aprobó 140 millones en nuevas exenciones fiscales para Cheniere. Estas exenciones no son los únicos incentivos que recibe Cheniere. También está recibiendo apoyos del gobierno federal y del estado de Texas. Ambos ven al GNL como un motor económico en términos de empleos y nivelando el desequilibrio comercial de EE UU con otros países. La contaminación del aire nociva proviene de las bengalas de Cheniere y muchos de sus otros equipos.
Errol Summerlin subrayó que “la empresa ha buscado enmiendas para aumentar sus emisiones al aire a lo largo de los años. Desde que comenzaron se les ha otorgado de manera rutinaria. En 2022 volvió a pedir otras enmiendas. El Estado le permite liberar una gran cantidad de monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y otros contaminantes. Ante su última solicitud, dijimos basta”.
El doble discurso
Un vocero de Cheniere dijo a Reveal que la compañía solicita aumentar sus límites de contaminación. Enfatizó que incluso con la contaminación adicional, la calidad del aire aún cumple con los estándares federales. Tal como lo ve Errol, a medida que Cheniere se expande, la creciente contaminación del aire amenaza la salud de la población local. Y es un desastre del cambio climático.
¿Qué tiene de malo la expansión? Bueno, en este momento esa compañía de gas de EE UU están emitiendo aproximadamente más de cuatro millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero, precisó Summerlin. Esa proyección es casi lo mismo que las emisiones de provenientes de un millón de autos en un año.
Mientras tanto, EE UU reitera su deseo de alejarse de los combustibles fósiles, pero al mismo tiempo se convierte en el gran proveedor de gas natural licuado de la UE, según un estudio realizado por el Instituto de Economía Energética de la Universidad de Colonia (EWI).
En todos los escenarios examinados, las importaciones estadounidenses aumentarán significativamente en comparación con 2021. Advierte el documento, que si no se comercializa gas entre Rusia y la UE, esto convertiría a Europa, junto con Asia, en uno de los mercados más importantes para el gas natural procedente de EE UU.