Un grupo de países, entre ellos los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia solicitaron a China revisar la polémica Ley de Seguridad Nacional que restaría libertades democráticas a Hong Kong.
En una declaración conjunta afirman que el proyecto aprobado el jueves en el Congreso Nacional de China es contrario a los compromisos internacionales asumidos por el gobierno de ese país de respetar el principio “un país, dos sistemas” hasta el año 2047.
Por una amplia mayoría de 2.878 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones, el Congreso chino dio el visto bueno a un borrador que ahora será afinado por un Comité Permanente.
Desde que volvió al gobierno en 1997, Hong Kong se rige por ese principio que otorga a sus ciudadanos algunas libertades como las de expresión y prensa. Asimismo goza de limitados derechos electorales y un marco jurídico y económico en gran medida separado del de la China continental.
También la Unión Europea, a través del jefe de la diplomacia Josep Borrell, expresó su desagrado por el proyecto que socava la confianza entre Bruselas y Pekín.
«Seguiremos discutiendo con China. Nuestra reacción tiene que ser proporcional, acorde con las medidas que ya han adoptado. Seguiremos tratando de presionar a las autoridades chinas para que sean conscientes de que esta cuestión afectará a la forma en que tratamos algunos asuntos de interés mutuo, pero no hay nada más en la agenda».
EE UU: Aranceles a Hong Kong
Eliminar las excepciones que dan a Hong Kong “un trato diferente y especial” con respecto a China ordenó el presidente de los Estados Unidos, luego de la aprobación de la polémica ley. La medida podría significar la imposición de aranceles, sanciones contra las personas implicadas en la violación de derechos humanos en la excolonia británica, además de la expulsión de ciudadanos chinos que estén residenciados en EE UU y puedan considerarse un riesgo para la seguridad del país.
“Tomaremos medidas para revocar el trato preferencial de Hong Kong como territorio aduanero y de viaje separado del resto de China”, dijo Trump sin precisar cuándo.
El anuncio podría significar la cancelación de visa a unos 3.000 estudiantes chinos, graduados e investigadores que tengan relación con el Ejército del gigante asiático, según The New York Times.
“No deberían estar aquí, en nuestras escuelas, para espiar. Como exdirector de la CIA, me tomo muy en serio la amenaza del espionaje en nuestro país. Los americanos deben saber que el Partido Comunista Chino tiene una enorme influencia en nuestro país”, había adelantado el secretario de Estado Mike Pompeo.
El proyecto lo conforman siete artículos propuestos por Pekín que se anexarían a la Ley Básica, a través de su publicación en un boletín oficial local. De esta manera no irían a revisión por parte del Consejo Legislativo de Hong Kong, dada la masiva oposición con la que probablemente se encontraría. Este procedimiento viola el artículo 23 de la Ley Básica de Hong Kong, ya que este tipo de leyes las debe promulgar el propio territorio.
400 detenidos en protestas
La nueva ley de Seguridad Nacional y otra ley que penalizaría a quienes critiquen el himno nacional de China han mantenido en los últimos días las calles de Hong Kong encendidas.
Cerca de 400 personas han sido detenidas por supuesta posesión de armas y otras herramientas para llevar a cabo actividades ilegales. De acuerdo al diario South China Morning Post también se les acusa de organizar asambleas y manifestaciones sin autorización.
La gobernadora de la región, Carrie Lam, ha pedido en una carta pública el respaldo a esta ley que considera necesaria ante el peligro del separatismo y el terrorismo.
Mientras, el ministro de seguridad John Lee dijo a los periodistas que Hong Kong no podía ser objeto de amenazas y que seguiría adelante con las nuevas leyes. Por su parte, la ministra de Justicia Teresa Cheng dijo que el fundamento de Trump era “completamente falso y equivocado”. Agregó que la Ley de Seguridad Nacional era necesaria.
El texto aprobado está orientado a prohibir “cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central, robo de secretos de Estado, prohibición de organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras. Y prohibición del establecimiento de lazos con organizaciones políticas extranjeras por parte de organizaciones políticas de Hong Kong”.
Pasaporte británico para los kongkonenses
El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, manifestó que Reino Unido tenía la intención de ampliar los derechos de los hongkoneses que cuentan con el llamado pasaporte BNO (British National Overseas) para que puedan residir y trabajar en el país si deciden salir de Hong Kong.
Los titulares de este pasaporte especial tienen derecho de permanecer en Reino Unido durante seis meses
“Si China continúa por este camino e implementa la legislación de seguridad nacional, eliminaremos ese límite de seis meses y permitiremos que los titulares de pasaportes BNO vengan al Reino Unido y puedan solicitar trabajar y estudiar por períodos extensibles de 12 meses”.
Agregó Raab que esto sería también una vía para la futura obtención de la nacionalidad.
El BNO es un documento para los hongkoneses nacidos antes de 1997 que le permite a sus portadores conservar la ciudadanía del Reino Unido, pero no otorga un permiso de residencia. Tampoco es transferible a hijos o cónyuges y los tienen unas 300.000 personas.
Al igual que líderes de otros países democráticos, el ministro expresó su preocupación por el paso que está dando China y sostuvo que implementar esa ley violaría la autonomía y libertades de ese territorio.
“Lo que ahora nos gustaría ver es que China haga una pausa para pensar y dé marcha atrás con este paso, que reconsidere y, sobre todo, que cumpla con sus obligaciones internacionales”.
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