El gobierno de Joe Biden continúa ejerciendo presión sobre las empresas chinas. Decenas de ellas han sido incluido en la lista negra. Es parte de un esfuerzo para evitar que las tecnologías emergentes de estadounidenses se utilicen para los esfuerzos de computación cuántica que aplicaría el Ejército de China contra tecnología de aviones furtivos y submarinos. Pero sobre todo para la vigilancia masiva de la población.
En la lista figura la Academia de Ciencias Médicas Militares y 11 de sus institutos de investigación. Así como el fabricante de drones comerciales más grande del mundo, DJI Technology Co. y una variedad de compañías que van desde fabricantes de cables de fibra óptica submarinos hasta desarrolladores de tecnología de reconocimiento facial. En total, más de 60 entidades chinas (un 40% de las 1.700 que hay) están en la lista de Washington.
«La búsqueda científica de la biotecnología y la innovación médica puede salvar vidas. Desafortunadamente, China ha optado por usarlas para el control sobre su gente y la represión de grupos minoritarios étnicos y religiosos», dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. Agregó que no se puede permitir que los productos básicos, las tecnologías y el software de EE UU, que apoyan la ciencia médica y la innovación biotecnológica se desvíen en usos contrarios a la seguridad nacional de nuestro país”.
La semana pasada, el Departamento del Tesoro agregó a la lista negra a SenseTime, la firma de inteligencia artificial más grande de China. Ha desarrollado programas de reconocimiento facial que pueden determinar la etnia de un objetivo, con un enfoque en la identificación de la etnia uigur.
El principal instituto militar chino en la lista negra de EE UU
Los funcionarios estadounidenses aseguraron que la Academia de Ciencias Médicas Militares y sus institutos de investigación se centran en el uso de la biotecnología para apoyar al Ejército chino.
Al respecto, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que “las acciones de hoy demuestran la vigilancia del Gobierno de EE UU contra el uso indebido, por parte de la República Popular China, de la tecnología y las inversiones estadounidenses que socavan la seguridad nacional”.
Anteriormente, el Departamento de Estado había calificado de «genocidio» la represión china de los uigures y otras minorías étnicas en Xinjiang. El abuso incluye el uso de trabajo forzoso y la esterilización.
La comunidad de inteligencia de Estados Unidos ha dicho en reiteradas ocasiones que China ha establecido un «sistema de vigilancia de alta tecnología» en Xinjiang «como parte de su aparato de opresión». Asegura que utiliza el reconocimiento facial biométrico para la vigilancia masiva y ha tomado muestras de ADN de los residentes de Xinjiang. Un hecho «sumamente delicado» para los estadounidenses.
Pekín se apoya en la estrategia de «fusión civil-militar» para usar biotecnologías emergentes en aplicaciones militares. Incluye investigaciones sobre edición de genes, mejora del desempeño humano, interfaces cerebro-máquina y materiales biológicos.
¿Qué dice Pekín al respecto?
Al conocerse la decisión de la administración Biden, un funcionario de la Embajada de China manifestó que las acciones señaladas por Washington eran infundadas. «China siempre se opone a los movimientos de EE UU para sobrecargar el concepto de seguridad nacional y ejercer una represión injustificada sobre las empresas e instituciones de investigación chinas. Los hechos y la verdad sobre los asuntos relacionados con Xinjiang son muy claros», dijo Liu Pengyu. Subrayó que el desarrollo de la biotecnología en China para el bienestar de la humanidad».
Liu Pengyu señaló que el uso de controles de exportación contra estas entidades chinas “viola las reglas del libre comercio». También amenaza gravemente la seguridad de las cadenas industriales y de suministro mundiales. Asimismo obstaculiza el desarrollo de la ciencia y la tecnología y socava el bienestar y intereses de las personas en todos los países».
Liu instó al Gobierno de Estados Unidos a que detenga de inmediato «su práctica errónea». «China tomará todas las medidas esenciales para defender los derechos e intereses de sus empresas e instituciones de investigación”, aseveró.