Al instalar la Cumbre Climática que organiza la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos pretende reducir entre un 50%- 52% las emisiones de carbono para 2030. Una meta muy ambiciosa para el plazo que dispone. “Hoy estoy reuniendo a líderes del mundo para enfrentar este momento de peligro climático. Es una oportunidad extraordinaria. Ninguna nación puede resolver esta crisis por sí sola. Esta cumbre es un paso en el camino hacia un futuro seguro, próspero y sostenible”, señaló.
A la cita virtual están invitados los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin. Asimismo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen y la canciller de Alemania, Angela Merkel. También el presidente francés, Emmanuel Macron y Boris Johnson, del Reino Unido. Biden también convocó a los líderes de algunos países que están sintiendo los efectos del cambio climático y podrían sufrir las peores consecuencias, como Bangladesh, Jamaica y Kenia
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de China y la India. Consciente de ello, Washington ha adelantado que recortará sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos a la mitad para finales de la década.
La propuesta representa casi el doble del objetivo que EE UU se comprometió con el Acuerdo de París de 2015. Entonces Barack Obama se fijó como meta reducir las emisiones entre un 26% y un 28% en comparación con los niveles de 2005.
Cumbre Climática promovida por EE UU
El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken manifestó que «la motivación colectiva del globo para 2030 es enfrentar este desafío del clima. Construir una sociedad más equitativa, saludable y sostenible, y proteger este magnífico planeta».
Precisó que «el gobierno Biden-Harris hará más que cualquier otra en la historia para enfrentar la crisis climática. Este ya es un esfuerzo de manos a la obra en todo nuestro gobierno y en toda nuestra nación. Nuestro futuro depende de las decisiones que tomemos hoy «.
La Cumbre Climática se realiza en momentos en que la Casa Blanca perfila detalles del ambicioso plan de recorte de emisiones. Con antelación los funcionarios han dejado entrever que el esfuerzo estará dirigido no solo a una búsqueda climática sino como una inversión masiva en una nueva generación de empleos.
«Lo haremos de una manera muy deliberada», dijo la asesora climática de la Casa Blanca, Gina McCarthy, en una llamada organizada por el Instituto de Recursos Mundiales. El Gobierno quiere hacer la transición a una economía más limpia con ocupaciones bien pagadas en las comunidades que se han visto afectadas por el desempleo y la subinversión.
Al mismo tiempo, Biden quiere emplazar a otros países a sumarse a esta iniciativa mundial y de la que ya muchos países, en especial europeos, llevan un camino adelantado. El Reino Unido anunció el martes un compromiso de reducir sus emisiones en un 78% para 2035, en comparación con los niveles de 1990. Pero otros emisores importantes, incluidos China, la India y Rusia aún tienen que explicar cómo pretenden ayudar a poner al mundo en una trayectoria sostenible.
Llamado urgente de la ONU: estamos al borde del abismo
El objetivo de la Cumbre Climática en EE UU es alentar a las principales economías a comprometerse a bajar las emisiones carbono para que la meta de 1,5 °C esté al alcance. Si bien es posible que no genere victorias inmediatas, la reunión podría dar un empujón a las negociaciones que Naciones Unidas impulsa en noviembre en Glasgow, Escocia.
El mundo está lejos de alcanzar el objetivo central de París de limitar el calentamiento de la Tierra a «muy por debajo» de 2 °C en comparación con los niveles preindustriales. Si no se alcanzan esos objetivos, advierten los científicos, se producirá una cascada de efectos devastadores y costosos.
«Estamos al borde del abismo», dijo el secretario general de la ONU, António Guterres. Mientras un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial detallaba la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos. Y refería que 2020 fue uno de los años más calurosos registrados.
«Estamos muy lejos de la pista», acotó Guterres. “Este debe ser el año de la acción, el año de triunfar o romper”.
Apuesta en común
Antes de la Cumbre Climática convocada por EE UU, la Agencia Internacional de Energía proyectó que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán en 1.500 millones de toneladas en 2021. El segundo mayor aumento en la historia, a medida que el mundo salga de la recesión inducida por la pandemi la demanda de carbón en el sector eléctrico impulsará el alza de emisiones.
En EE UU, el sector energético representa una de las mejores oportunidades para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Trece empresas, incluidas Exelon, National Grid y PSEG, instaron a Biden a «permitir una descarbonización profunda del sector energético. De tal manera, que el sector energético, en su conjunto, reduzca sus emisiones de carbono en 80% por debajo de los niveles de 2005 para 2030 «.
Mientras tanto, el Departamento del Interior y la Agencia de Protección Ambiental están sentando las bases para frenar las emisiones de metano de las perforaciones de petróleo y gas natural. En parte reviviendo los estándares de la gestión de Obama revertidos bajo Trump. Y la EPA está avanzando para reducir la producción e importación de hidrofluorocarbonos utilizados como refrigerantes y en el aire acondicionado, en un 85% en los próximos 15 años.
La aprobación del nuevo plan de infraestructura de Biden incluye un generoso apoyo federal para prioridades climáticas. Como vehículos eléctricos, proyectos renovables y mejoras de eficiencia energética.
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