El gobierno de Joe Biden parece apuntalar el relajamiento de algunas sanciones contra Venezuela en el ámbito energético. El Departamento del Tesoro de EE UU otorgó una licencia a Trinidad y Tobago para desarrollar un importante campo de gas ubicado en aguas territoriales venezolanas.
La licencia fue emitida a pedido de Trinidad y Tobago y destinada a mejorar la seguridad energética regional del Caribe. Esta decisión permitirá que la nación insular pueda reanudar los negocios relacionados con el campo de gas Dragón con la petrolera estatal venezolana PDVSA, que está fuertemente sancionada.
Sin embargo, “no se permitirá que el régimen de Maduro reciba ningún pago en efectivo de este proyecto. Y que todas las sanciones estadounidenses restantes no cambiarían y aún se aplicarían”, dijo un funcionario estadounidense a Reuters.
“Esta decisión es el resultado de una amplia diplomacia entre la vicepresidenta Kamala Harris y los líderes del Caribe. Ellos han dejado en claro que otorgar esta licencia específica ayudaría a garantizar su seguridad energética. Y disminuiría la dependencia de la región de los recursos energéticos de otros países, incluida Rusia”, añadió.
PDVSA ha encontrado reservas de 4,2 billones de pies cúbicos (TCF) en el campo Dragón, al noroeste de la Península de Paria, estado Sucre, en la frontera marítima con Trinidad. El proyecto se dirigía a la producción hace más de una década, pero se estancó por la falta de capital y socios, así como por las sanciones.
En 2020, el primer ministro de Trinidad, Keith Rowley, informó que el proyecto de había pospuesto indefinidamente. Las sanciones de EE UU a Venezuela inviabilizaron a corto plazo la iniciativa, que está en manos de PDVSA, la trinitense NGC y Royal Dutch Shell.
EE UU apoya a Trinidad en proyecto de gas en Venezuela
Bajo las sanciones de EE UU, las empresas y los gobiernos deben obtener autorización del Departamento del Tesoro para hacer negocios con la estatal petrolera PDVSA y, este caso del proyecto de gas en Venezuela no es la excepción. En ese escenario, el gobierno de Biden otorgó solo unas pocas licencias de este tipo desde que asumió el cargo en enero de 2021.
El último movimiento sigue a una ronda de negociaciones en noviembre entre el régimen socialista de Maduro y la oposición. Con el objetivo de encontrar un camino hacia nuevas elecciones. Pero Maduro se ha resistido a enviar a su equipo negociador de vuelta a la mesa desde entonces.
Los socios estadounidenses en el Caribe han pedido ayuda para hacer frente a los altos precios de la energía tras la guerra en Ucrania, en 2022.
“El vicepresidente le transmitió al primer ministro que el Departamento del Tesoro tomaría medidas para ayudar a satisfacer las necesidades energéticas a largo plazo de la región”, dijo la oficina de Harris. Refiriéndose a una llamada con el primer ministro de Trinidad, Keith Rowley.
Trinidad es el mayor exportador de gas natural licuado de América Latina, con una capacidad instalada para procesar 4200 millones de pies cúbicos por día (bcfd) en GNL, petroquímicos y energía. Pero su producción de gas está justo por debajo de los 3 bcfd, recogió Reuters.
Incluso con la concesión de Washington a la solicitud de Trinidad, podría llevar años de inversión y desarrollo llevar el gas venezolano a Trinidad e impulsar el GNL a Europa, dicen los expertos. Además, sin pagos autorizados a Venezuela, podría ser difícil para Trinidad llegar a un acuerdo con Caracas.
Pago con alimentos y medicina
En noviembre, EE UU emitió una licencia de seis meses a Chevron, autorizándola a asumir un papel más amplio en cuatro empresas conjuntas venezolanas que producen, procesan y exportan petróleo. Y a llevar su petróleo a Estados Unidos.
Ahora, Trinidad podría pagar a Venezuela por el gas natural producido yacimiento costa afuera Dragón con suministros humanitarios, como alimentos y medicinas, dijo Keith Rowley. Esto, para cumplir con una licencia de EE UU que prohíbe los pagos en efectivo del gas desarrollado en Venezuela.
“Ya lo hemos hecho antes. Compramos el gas y lo pagamos de diversas maneras”, sostuvo Rowley. Trinidad suministró anteriormente a Venezuela unos 50 millones de dólares en insumos para ayuda humanitaria, dijo.
Venezuela ha recurrido a los canjes para que su economía funcione en medio de las duras sanciones estadounidenses que prohíben las transacciones financieras. O el uso de dólares para pagar a las empresas estatales del país. Maduro ha presionado a Washington y a otros gobiernos para que liberen más de 3.000 millones de dólares congelados en cuentas bancarias extranjeras. Dinero que podría utilizarse para importar alimentos, medicinas y otros bienes.
PDVSA era la propietaria y operadora del proyecto de gas Dragón cuando estuvo activo hace aproximadamente una década. Y sigue detentando el control de la infraestructura. En consecuencia, tendría que nombrarse un nuevo operador para atraer nuevas inversiones, dijo el experto en energía, Francisco Monaldi.
“Desde el punto de vista de las oportunidades, PDVSA no tiene mejores opciones en este momento para vender ese gas bajo sanciones”, incluso si eso significa renunciar a las operaciones, señaló.
Negociaciones y compensaciones
La multinacional Shell, que opera el yacimiento vecino de Hibiscus, en Trinidad, podría convertirse en el operador, dijo el primer ministro de Trinidad.
Trinidad y Venezuela tendrían que decidir cómo compensar a PDVSA por las inversiones en exploración y la infraestructura construídas, precisó Monaldi. Director del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.