El Teatro Español inaugura temporada con Edipo (A través de las llamas), una nueva tragedia en forma de viaje onírico. El montaje supone la novena colaboración entre el dramaturgo y Premio Nacional de Literatura Dramática Paco Bezerra y el director de escena Luis Luque. Es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Pentación Espectáculos y Teatro Español
El Teatro Español y Naves del Español en Matadero, espacios del Área de Cultura del Ayuntamiento, han inaugurado su Temporada 2021/22 en la Sala Principal del Teatro Español con el estreno en Madrid de Edipo (A través de las llamas), escrita por Paco Bezerra y dirigida por Luis Luque. La obra llegó Madrid tras haber agotado todas las localidades en su estreno en el Festival Internacional de Mérida y en su paso por los festivales de teatro de San Javier y Sagunt a Escena.
Esta nueva aproximación al mito en forma de thriller psicológico está protagonizada por Alejo Sauras, en el papel de Edipo, y Mina El Hammani, como Yocasta, con un reparto interracial que completan Jonás Alonso, Álvaro de Juan, Jiaying Li, Alejandro Linares, Andrés Picazo y Julia Rubio.
Edipo sueña que despierta en un lugar extraño. Un lugar que, sin embargo, le resulta familiar. Una gran estancia, de un solo color, donde le parece recordar que ya estuvo. Allí, una serie de hombres y mujeres peculiares le recibirán en una gran ceremonia y se convertirán en los protagonistas de su sueño. Todo en el sueño de Edipo es distorsión, morbo, una realidad a veces multiplicada, pero sobre todo deformada, llena de seres y situaciones que nos llevarán de la mano a través de la potencia de esta nueva tragedia.
¿Por qué Edipo hoy?
“De todo el repertorio de la historia del teatro, elijo el mito de Edipo. Ahora. En este momento. ¿Por qué? A priori no lo sé; luego sí, cuando veo la obra acabada. La obra termina, finalmente, por darme el significado del porqué de tanta obsesión. Lo que sí sé es que utilizo la belleza como política”, explica su director de escena, Luis Luque.
“Trabajo desde la obsesión. Intento ser canal para que la obra fluya y, para ello, el trabajo de búsqueda es constante, dura todo el día. Nunca sabes cuándo te puede asaltar un pensamiento que te puede llevar a crear un instante poético. Todo está conectado. El inconsciente dialoga con la escena. La identificación con la composición en escena es vital para ofrecer una propuesta que sujete la historia de este misterioso mito que, a lo largo de la historia del hombre occidental, ha desencadenado las más numerosas de las representaciones artísticas, pasando por la creación de corrientes de la psicología, así como el profundo estudio y análisis del mito de Edipo en las escuelas de pensamiento del siglo XX”.
Esta puesta en escena del nuevo texto de Paco Bezerra supone la novena colaboración en diez años entre el dramaturgo, Premio Nacional de Literatura Dramática 2009, y el director.
“En esta ocasión, también he estado en la génesis del texto. Intento habitar la poética de Paco entrando en el mundo onírico del texto. Ahí me muevo, en el campo de los sueños, con ello construyo esta pesadilla que sufre Edipo”, explica el director sobre su trabajo en la escena, para la que ha contado también con un reparto joven y diverso encabezado por Alejo Sauras y Mina el Hammani.
“Un reparto interracial y joven era una de las propuestas iniciales que quedaron mientras trabajamos el texto. La juventud representa los personajes como eran en un inicio. Edipo vuelve a ese tiempo pretérito donde el mito se aloja. Sí, utilizamos la ciudad de Tebas como metáfora del mundo. Un lugar donde se escuchan distintas lenguas del mundo. Representamos la diversidad del color de la humanidad en una sinfonía de razas y lenguas”, añade.
Esta obra es la pesadilla de un hombre que, huyendo de su destino, va a parar justo delante de él. “Vamos a entrar en la cabeza de Edipo para conocer el valor de la valentía, la honestidad, la búsqueda del bien común y sí, también el valor de la verdad de lo que somos. Edipo habla de valores. Conócete a ti mismo reza en la entrada del templo de Apolo en Delfos, este es el paso que Edipo da: querer conocer la verdad de lo que es”, cuenta Luque.
MINA EL HAMMANI. (Yocasta)
“Vamos a entrar en la cabeza de Edipo para conocer el valor de la valentía, la honestidad, la búsqueda del bien común y también el valor de la verdad de lo que somos»
Descifrar ese interrogante ha marcado el proceso de creación de Edipo (A través de las llamas). El lenguaje plástico que acompaña esta tragedia onírica es contundente. “La inspiración en la escultura helenística marca un viaje visual entre el ayer y el hoy, entre la piedra y la carne. El movimiento en escena que he creado junto a Sharon Fridman está sostenido por la poesía y el misterio”, continúa el director.
La escenógrafa Mónica Boromello ha creado un espacio escénico de planteamiento sencillo, pero que esconde un gran carácter simbólico. El espacio se podría asemejar a un gran salón azul, o también a una gran puerta que condujera a un mundo fantástico. “Mónica, que también es arquitecta, ha levantado un gran muro, como el de un palacio que, a su vez, es una escalera mágica por donde transitan los personajes”.
El maestro y Premio Nacional de Teatro Juan Gómez-Cornejo ha ideado una luz mágica y poco predecible, hipnótica y de carácter lisérgico. “La creación con Juan es formidable, él diseña la luz del sueño desde una óptica de lo mágico y también de la belleza”.
El diseño de vestuario es de Almudena Rodríguez Huertas. “Almudena ha creado un vestuario de inspiración contemporánea con elementos clásicos primando unos tejidos elásticos con los que crearemos el mundo de fantasía”.
La videoescena es obra de Bruno Praena. “Con Bruno hemos ideado una visión muy próxima a los rostros de los personajes. Literalmente hemos ido al primer plano para ser testigos de cómo sueña Edipo y ver la emoción en los ojos de los personajes”. Y Mariano Marín es el maestro compositor de la música original.
“El reto era crear los sonidos del sueño y de la pesadilla, pero no desde un lugar del miedo sino desde un lugar que fuera sensual, provocador, morboso y muy sugerente”, cuenta el director.
Tanto Paco Bezerra como Luis Luque han escrito a modo de presentación:
“Jesús de Nazaret marchó al desierto, durante cuarenta días, y a su regreso volvió con un mensaje que cambió el mundo. Buda, en silencio, se sentó debajo de un árbol hasta que recibió una enseñanza con la que iluminó al continente asiático. Moisés atravesó un desierto, subió hasta una montaña y, tras su descenso, fundó una nueva sociedad. Todas estas figuras y mitos ancestrales tienen en común el esfuerzo, el sacrificio y la renuncia. ¿O acaso es posible cambiar el mundo de otra manera? Para ser considerado un héroe, uno ha de sacrificar una parte muy importante de sí mismo. Y no solo eso, además ha de crear algo nuevo y próspero.
«Exactamente lo que hizo Edipo, que se convirtió en mito en el momento en que decidió descubrir la verdad para salvar del exterminio a su pueblo –aunque, tomando tal decisión, le terminara sobreviniendo la mayor de las desgracias–. El mito es un relato fundacional que, al tiempo que, a través de los símbolos, nos explica el orden del mundo, también nos plantea un interrogante; una pregunta que nos señala a cada uno de nosotros y nos compromete a todos:
«¿Quién es el valiente que, hoy en día, se atrevería a seguir apostando por la verdad, a pesar de saber que esa verdad le puede acabar perjudicando? ¿Quién es el valiente que, hoy en día, se atrevería a luchar por el bien de una comunidad, a pesar de saber que sus privilegios podrían verse mermados? ¿Quién es el valiente que, hoy en día, se atrevería a preguntarse, cada vez que se levanta: quién soy y qué he venido a hacer a este mundo? Sí, estas son algunas de las tantas y tantas preguntas que, desde la antigüedad, nos sigue lanzando esta particular historia: ¿quién es el valiente que, hoy en día, se atrevería a ser Edipo?”.