En medio de una profunda crisis política y de seguridad, Ecuador abrió el domingo varios frentes de participación ciudadana. Realizó elecciones presidenciales y legislativas anticipadas, y también un par de consultas en materia ambiental en la cual los electores dijeron “Sí” al cierre de un campo petrolífero activo en una zona de alta biodiversidad de la Amazonía en Ecuador y a la prohibición de la explotación minera en el Chocó andino, el bosque tropical del entorno de la capital.
Los ecuatorianos concurrieron a las mesas electorales el 20 de agosto para elegir el reemplazo del presidente Guillermo Lasso y una nueva Asamblea Nacional. Su esperanza es superar la espiral de violencia y resolver los problemas económicos, tras una campaña ensombrecida por el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, el gran denunciante de la corrupción del marxista Rafael Correa y sus aliados del Foro de Sao Paulo.
Luisa González (Movimiento Revolución Ciudadana) y Daniel Noboa (Movimiento Ecuatoriano Unido) fueron los aspirantes más votados en los escrutinios del Consejo Nacional Electoral. Pero, por no haber obtenido ninguno de ellos más del 50% de los votos válidos, o el 40% más 10 puntos por delante de su rival más cercano, los abanderados se disputarán la presidencia de Ecuador en una segunda vuelta el 15 de octubre.
En la jornada comicial se desarrollaron dos consultas populares: una sobre el Parque Nacional Natural Yasuní y otra sobre el Chocó Andino.
Con un total de 13,45 millones de electores convocados, 6 de cada 10 ecuatorianos (58,99 %) votaron a favor del medio ambiente. Ante la pregunta «¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43 indefinidamente en el subsuelo?”, mayoría dijo ”Sí”. El bloque 43 está en el Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana.
Ecuador votó por el cierre del campo petrolífero
La votación, catalogada de “histórica” por decenas de organizaciones ecológicas, implica que en el plazo de un año el gobierno de Ecuador debe desmontar la infraestructura de un campo petrolífero en la Amazonía que lleva 10 años extrayendo crudo en una zona del Parque Nacional del Yasuní, Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
De allí se extraen 57.466 barriles de crudo diarios que, según cálculos oficiales, en 2022 dejaron a las arcas fiscales utilidades netas por 1.200 millones de dólares. Ecuador produce cerca de medio millón de barriles al día.
Ese campo se encuentra en un área de la selva amazónica conocida como Yasuní ITT. Es considerada por los científicos y ecologistas como una de las más biodiversas del mundo y de vital importancia para la conservación ambiental y animal, la generación de agua y la regulación del clima.
Conocido como bloque ITT, integra a los campos Ishpingo, Tambacocha y Tiputini, se le considera un megayacimiento hidrocarburífero de 1.672 millones de barriles. El área, de cerca de 1 millón de hectáreas, alberga 610 especies de aves, 139 de anfibios y 121 de reptiles. Al menos, 3 especies son endémicas de la zona. El Parque Nacional del Yasuní es además el hogar de las comunidades indígenas en autoaislamiento, los Tagaeri y los Taromenani.
Paradójicamente, en dos provincias amazónicas de Ecuador ganó el ‘No’. En Orellana y Sucumbíos apoyan que se mantenga la extracción de petróleo en el Yasuní, reseñó The Associated Press. Petroecuador dijo que “acatará a cabalidad la decisión soberana del pueblo respecto al Bloque 43 ITT”.
Decisión histórica para Ecuador y el planeta
Además de la petición ciudadana de cerrar el campo petrolífero en la Amazonía de Ecuador, la otra consulta popular favorece también la preservación del medio ambiente. La pregunta estaba referida a la prohibición de la minería de pequeña, mediana y gran escala en el Chocó andino. El 68% de los votantes de la capital y alrededores -a quienes iba dirigido el referéndum- se pronunciaron en contra de la actividad minera en los bosques de alrededor de Quito.
Como un “hito histórico” consideraron activistas ecológicos ambos resultados, lo que representa un consenso nacional en favor del ambiente. “Mientras los políticos nos dividen, la naturaleza nos une”, señaló Pedro Bermeo, vocero de Yasunidos, e grupo que por 10 años batalló en los tribunales para llevar adelante la consulta popular. Manifestó su júbilo por la votación: “Es la primera vez que un país decide defender la vida y dejar el petróleo bajo tierra”.
A la vez, desmontó el argumento oficial de las pérdidas económicas que se derivarán de la renuncia a extraer crudo. «Son un mito”, asentó Bermeo, porque en más de 50 años de explotación petrolera esa riqueza no ha llegado a los ecuatorianos, se ha quedado en las compañías petroleras».
El analista en economía política y ex director de la iniciativa Yasuní ITT, Carlos Larrea, aseguró que ese campo estaba en declive. “Se esperaba que en 2030 la producción caiga notablemente y cinco años después llegue a niveles casi remanentes”. Comentó que de allí se extrae crudo muy pesado —de 15 grados API, como brea—, que sale con agua con metales pesados y luego debe ser reinyectada en los propios campos como parte del proceso de producción.
No a la actividad minera en el Choco
Agrupaciones en defensa del medio ambiente celebraron los resultados del referéndum en Ecuador al pedir el cierre y el cese del campo petrolífero en Yasuní. Amazon Frontlines señaló: ”¡Los ecuatorianos votan para detener la extracción de petróleo en el biodiverso parque nacional amazónico! ¡Esta es una gran victoria para todos los pueblos indígenas, para los animales, las plantas, los espíritus del bosque y nuestro clima!».
También Extinction Rebelion Global consideró que los resultados de la consulta son históricos y maravillosos. «En referéndum se ha decidido que no se seguirá extrayendo petróleo de la Amazonía ecuatoriana. Gracias y felicitaciones al pueblo de Ecuador por proteger a su gente, la tierra, la naturaleza, el futuro y los del resto del mundo también”.
En cuanto a la segunda consulta, la mayoría que rechazó la minería es muy amplia, con un 68 % a favor de impedir esa actividad extractiva frente al 31 % que votó por el «No». En este plebiscito estaban convocados más de 2 millones de electores registrados en el Distrito Metropolitano de Quito.
La decisión de prohibir todo tipo de minería se aplicará a las 124.000 hectáreas de la Mancomunidad del Chocó andino. Compuesta por las localidades rurales de Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto. Pertenecientes al área metropolitana de la capital ecuatoriana. Este espacio, donde viven cerca de 20.000 personas y hay 12 concesiones en fase de exploración y 8 en trámite.
El coordinador de la Mancomunidad del Chocó, Inty Arcos, afirmó que este día histórico marca un antes y un después para el Distrito Metropolitano de Quito». «Es un mensaje importante para la sociedad y para los políticos, que expresa que queremos otro modelo de vida que sea sostenible. Apostamos por la naturaleza y la biodiversidad», dijo.