Un estudio interdiciplinario realizado en Colombia concluyó que el futuro del ecoturismo depende de su capacidad de integrar la conservación de la biodiversidad con el respeto a las culturas locales. Es la única forma de que sea una actividad sostenible
Colombia es el hábitat perfecto para cualquier iniciativa de turismo ecológico. Pero que no solo muestre su asombrosa y variada vida silvestre, que ya es bastante. Sino un ecoturismo que vaya más allá y permita adentrarse en la manera cómo se entrelazan las tradiciones culturales y la biodiversidad. Un reciente estudio liderado por la profesora Alejandra Echeverri, de la Universidad de California, en Berkeley, concluyó que esta simbiosis ofrece una oportunidad única para desarrollarlo.
Las comunidades colombianas han forjado vínculos profundos con su entorno natural a lo largo de generaciones. Esta conexión se manifiesta en sus danzas, canciones y expresiones artísticas que celebran la flora y fauna locales. El estudio destaca que las áreas con mayor riqueza biocultural coinciden con territorios habitados por pueblos indígenas y afrocolombianos, lo que abre nuevas oportunidades para el ecoturismo.
Los investigadores utilizaron metodologías interdisciplinarias para mapear especies de flora y fauna junto con prácticas culturales que atraen a los turistas. Este enfoque permite identificar áreas donde la biodiversidad es alta y existen festivales culturales o sitios reconocidos por la Unesco. Por ejemplo, el Carnaval de Barranquilla no solo celebra la cultura local, sino que también coincide con regiones ricas en especies endémicas.
Este entrelazamiento entre cultura y naturaleza refleja un patrón global donde las comunidades han adaptado sus tradiciones a su entorno natural. La música, a menudo inspirada en la naturaleza circundante, puede ser un atractivo poderoso para los turistas.
Metodología del estudio
El estudio dirigido por Echeverri se basa en una metodología innovadora que combina biología, antropología y geografía. Al integrar estos campos, se pudo crear un mapa detallado de las áreas donde la biodiversidad y la diversidad cultural se superponen. Este enfoque no solo proporciona una visión clara de los recursos naturales disponibles, sino que también destaca cómo estos recursos están vinculados con las prácticas culturales de las comunidades locales.
Una parte principal de la investigación fue identificar especies específicas atractivas para los turistas. Se cartografiaron aves, mamíferos y otros organismos junto con festivales culturales y sitios de patrimonio inmaterial. Esta información servirá para desarrollar estrategias de ecoturismo que sean sostenibles y beneficiosas tanto para el medio ambiente, como para las comunidades locales.
Además, se enfatizó en la importancia de reconocer el valor cultural de los ecosistemas. Las áreas naturales no deben ser vistas únicamente como recursos biológicos; también son espacios donde se desarrollan tradiciones culturales significativas. Al mapear estas conexiones, el estudio proporciona un marco útil para planificar el ecoturismo en otras regiones del mundo donde la biodiversidad y la cultura estén entrelazadas.
Ejemplos de celebraciones culturales
Las celebraciones culturales en Colombia son ejemplos claros de cómo la biodiversidad puede ser celebrada a través de prácticas artísticas y festivales. El Carnaval de Barranquilla es uno de los eventos más destacados. Reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, este fiesta combina música, danza y vestimenta vibrante con una rica representación de la fauna local. Durante este evento, los participantes a menudo se visten como animales autóctonos, lo que refuerza la conexión entre identidad cultural y biodiversidad.
Otro ejemplo significativo son los festivales musicales que celebran ritmos tradicionales como las marimbas del Pacífico o los vallenatos del Caribe. Estos géneros musicales no solo entretienen. También cuentan historias sobre los ecosistemas locales y reflejan el entorno natural en el que se desarrollan. A través de sus letras y melodías, estas expresiones artísticas evocan una profunda conexión emocional con el paisaje natural.
Estos festivales no solo atraen a turistas interesados en experiencias culturales auténticas, sino que también sirven como plataformas para educar al público sobre la importancia de conservar la cultura y el medio ambiente. Al integrar actividades turísticas con celebraciones culturales locales, se crea un modelo sostenible donde ambas dimensiones pueden prosperar.
Identificación de regiones bioculturales
La investigación identificó varias regiones en Colombia con alto valor biocultural. Destacan áreas como Vaupés y otras partes del Caribe y Pacífico, por ser el hogar de diversas comunidades indígenas con un profundo conocimiento sobre sus entornos naturales. Por ejemplo, Vaupés alberga varios pueblos autóctonos con diferentes lenguas y tradiciones culturales, lo que contribuye a una notable diversidad lingüística en un área relativamente pequeña.
La cuenca del río Vaupés es particularmente rica en biodiversidad acuática. Este afluente es fuente de alimento e ingresos para las comunidades locales. Asimismo, alberga muchas especies poco conocidas o aún no descritas por la ciencia. El reconocimiento de estos ecosistemas acuáticos es fundamental para entender cómo se entrelazan con las prácticas culturales locales.
Sin embargo, a pesar del alto potencial turístico en estas áreas bioculturales, muchas carecen de infraestructura adecuada para atraer visitantes. Esto limita las oportunidades económicas para las comunidades locales que podrían beneficiarse del ecoturismo sostenible.
Desafíos del ecoturismo sostenible
El ecoturismo presenta tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, puede ofrecer ingresos sustanciales a comunidades locales al atraer turistas interesados en experiencias auténticas relacionadas con la naturaleza y la cultura. Sin embargo, también existe el riesgo de explotación si no se gestionan adecuadamente estas iniciativas turísticas.
Un problema recurrente es cómo pueden erosionar el sentido de pertenencia local si las comunidades no tienen control sobre cómo se presentan sus culturas a los visitantes. En algunos casos, el conocimiento tradicional puede ser explotado sin compensación justa o reconocimiento adecuado para sus portadores originales. Esto subraya la importancia de establecer modelos inclusivos donde las comunidades tengan voz activa en todas las etapas del desarrollo turístico.
Además, muchas áreas ricas en biodiversidad carecen de infraestructura básica necesaria para atraer turistas—como hoteles o accesos adecuados—lo cual limita su potencial económico. Sin una inversión adecuada en infraestructura turística sostenible, estas zonas pueden permanecer aisladas y sin explotar sus recursos culturales y naturales.
Impacto en comunidades locales
El impacto en comunidades locales puede ser profundo si se gestiona adecuadamente. Cuando se involucra a las comunidades desde el inicio del proceso turístico —incluidas planificación e implementación— se pueden generar beneficios económicos significativos sin comprometer su identidad cultural ni su entorno natural.
Un enfoque exitoso implica permitir que las comunidades controlen qué aspectos desean compartir con los turistas y cuáles prefieren mantener privados. Esto no solo respeta su soberanía cultural, sino que también les permite beneficiarse directamente del turismo sin perder su sentido de pertenencia ni su patrimonio cultural.
Además, cuando se implementa correctamente, el ecoturismo puede fomentar iniciativas comunitarias que promuevan el desarrollo económico y la conservación ambiental. Las comunidades pueden utilizar los ingresos generados para invertir en educación ambiental o proyectos sostenibles que beneficien su cultura y al medio ambiente.
Colaboración con instituciones gubernamentales
Los investigadores trabajaron junto a instituciones gubernamentales para priorizar datos relevantes y establecer políticas nacionales favorables al ecoturismo. Colombia ha reconocido oficialmente su potencial como «el país de las aves», lo cual ha llevado a iniciativas legislativas destinadas a promover este sector turístico específico. Sin embargo, el enfoque está evolucionando hacia una integración más amplia que incluye festivales culturales y actividades recreativas adicionales como la pesca deportiva.
Este tipo de colaboración puede ayudar a crear un marco regulador más sólido que garantice beneficios equitativos tanto para turistas como para comunidades locales. La implementación efectiva de políticas públicas puede facilitar inversiones necesarias en infraestructura turística mientras desarrolla un ecoturismo responsable con la biodiversidad y protege los derechos e intereses culturales de las poblaciones indígenas y afrocolombianas.
La promoción activa de destinos bioculturales puede diversificar significativamente la oferta turística. Al destacar áreas donde coexisten alta biodiversidad y rica herencia cultural —como festivales musicales o eventos tradicionales— se pueden atraer diferentes tipos de turistas interesados en experiencias integrales.
La identificación clara de estos destinos permite diseñar paquetes turísticos atractivos con actividades variadas: desde observación de aves hasta participación en festivales locales o talleres sobre artesanía tradicional. Esta diversidad puede enriquecer la experiencia del visitante mientras apoya económicamente a las comunidades anfitrionas.
Repensar estrategias
La investigación realizada en Colombia tiene implicaciones más amplias pues se busca crear estrategias globales sobre ecoturismo sostenible. En muchos países tropicales, como Brasil o Perú, las dinámicas entre cultura local y biodiversidad son similares. Esto sugiere que modelos exitosos pueden ser adaptados e implementados en otros contextos.
Incluso fuera del ámbito tropical, como ocurre en Estados Unidos, las lecciones aprendidas sobre cómo integrar prácticas culturales con conservación ambiental son relevantes universalmente. La música tradicional u otras formas artísticas pueden servir como vehículos eficaces para conectar emocionalmente a las personas con su entorno natural.
Este repensar implica reconocer que cada lugar tiene un valor intrínseco más allá simplemente económico. Alberga tradiciones ricas e historias profundas ligadas al paisaje natural circundante. Abordar esta complejidad es clave para desarrollar estrategias efectivas hacia un turismo verdaderamente sostenible.
La investigación subraya esta idea al enfatizar cómo cada región tiene tradiciones únicas ligadas directamente a sus paisajes naturales. Al considerar esto dentro estrategias conservación se debe ir más allá simplemente de proteger especies amenazadas. Hay que impulsar asociaciones auténticas con pueblos indígenas desde etapas iniciales de planificación hasta implementación de proyectos turísticos relacionados con el ecoturismo sostenible. Esto garantiza respeto hacia saberes ancestrales mientras refuerza aquellas voces frecuentemente silenciadas durante procesos de toma de decisiones.