La economía de España siguió experimentando un crecimiento, al inicio de este año, a un ritmo similar al del final de 2018. Ello debido a una demanda interna más sólida de lo esperado. Ello compensó la ralentización de las exportaciones por el menor crecimiento en la zona euro.
Según informó el Banco de España, la economía nacional tendrá un crecimiento un 0,6 por ciento en el primer trimestre de este año. Un número ligeramente por debajo del 0,7 por ciento del cuarto trimestre de 2018. La cifra coincide con el 0,6 por ciento del resto de trimestres del año pasado.
«España no ha sido inmune a la perturbación exterior, que se ha manifestado, a partir del tramo final del pasado año, en una notable pérdida de vigor de las exportaciones». Así lo expresó el banco central en su último informe sobre la economía española.
«Sin embargo, el dinamismo de la demanda interna ha compensado el deterioro del contexto exterior, de modo que no se ha producido una desaceleración de la actividad como la registrada en el conjunto de la UEM (unión económica y monetaria europea)», añadió la institución.
Crecimiento para la economía de España
El banco central dejó sin cambios sus proyecciones de crecimiento para el conjunto de este año en el 2,2% del PIB. Lo mismo ocurrió con las de 2020 (1,9%) y 2021 (1,7%).
@BancoDeEspana prevé que continúe la fase expansiva de la economía española, con una moderación gradual del ritmo de avance del PIB (desde el 2,2 % en 2019 hasta el 1,7 % en 2021) https://t.co/olJc8wXC0s #bdeInformeTrimestral pic.twitter.com/4MlKAkgdQS
— Banco de España (@BancoDeEspana) March 20, 2019
De acuerdo al informe, el crecimiento de la economía de España seguirá sustentándose sobre:
- Las mejoras competitivas alcanzadas desde el inicio de la crisis.
- El tono acomodaticio de la política monetaria.
- El reforzamiento de la situación patrimonial de empresas, familias e instituciones financieras.
- Los efectos de las medidas fiscales expansivas aprobadas desde mediados de 2018.
En todo caso, el banco proyecta una desaceleración del producto a lo largo del horizonte considerado. Esto como resultado de la confluencia de diversos factores:
- La progresiva atenuación de los efectos positivos de las pasadas medidas de política monetaria sobre las condiciones de financiación de la economía.
- Una cierta moderación en el ritmo de avance del consumo de los hogares. Esta situación les llevaría a aumentar su tasa de ahorro.
- En el mediano plazo, la convergencia a un tono neutral asumida para la política fiscal.
Avance del PIB
El Banco de España estima un avance del Producto Interior Bruto (PIB) de 2,2 % este año. Subiría 1,9 % para 2020 y 1,7 % en 2021. Ello tras aumentar un 2,5 % en 2018. Estas cifras se encuentran en línea con las anticipadas hace tres meses.
El crecimiento del producto seguirá sustentándose sobre la demanda nacional. Sin embargo, su aportación positiva al avance del PIB tenderá a moderarse.
Por lo que respecta al empleo, se proyecta una moderación de su ritmo de avance. Ello tras el notable dinamismo de los últimos años. La creación de puestos de trabajo contribuirá a reducir la tasa de paro al 12 % a finales de 2021.
Proyecciones de inflación
La ampliación gradual de la brecha de producción y el repunte proyectado de los costes salariales conllevarán mayores presiones inflacionistas.
El avance de la inflación subyacente, se elevará gradualmente a partir de mediados de 2019. De esta manera se estaría revirtiendo parcialmente la moderación que ha mostrado en los primeros meses del año. Alcanzaría así, en promedio, el 1,1 %, 1,5 % y un 1,7 %, respectivamente, en 2019, 2020 y 2021. Este indicador es medido a través de la tasa de variación del Índice Armonizado de Precios al Consumo (IAPC) sin alimentos ni bienes energéticos.
La prolongación de la expansión y el repunte de los costes salariales harán que la inflación subyacente aumente, a partir de mediados de 2019, hasta el 1,7% en el promedio de 2021 https://t.co/olJc8wXC0s #bdeInformeTrimestral pic.twitter.com/eFyTF6dvVo
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En el caso del indicador general, su tasa de variación media anual se situaría en el 1,2 % en 2019. Se ubicaría en 1,5 % para 2020 y 1,6 % en 2021. Esto tras elevarse un 1,7 % en 2018.
La revisión a la baja de las proyecciones de inflación para 2019, de cuatro décimas, es reflejo, principalmente, de que la evolución reciente de los precios ha sido menos dinámica de lo anticipado en diciembre. Esto que sugiere que la traslación a precios de los aumentos salariales recientes está teniendo lugar de forma más contenida que en el pasado.
A mediano plazo las revisiones son más modestas (0,1%, tanto en 2020 como en 2021).
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