El atractivo negocio de explotación del litio en el mundo -empleado en el desarrollo de la movilidad eléctrica a gran escala y en facilitar la transición energética- se enfrenta a la resistencia de poblaciones y activistas que observan una acción contraria al medio ambiente. A unos 145 km al noreste de la ciudad de Porto, en Portugal, se adelanta el proyecto de Litio Barroso a pesar del cuestionamiento de vecinos y algunas autoridades.
Los ecologistas portugueses llevan años rechazando el proyecto porque significa la irrupción de maquinarias y actividades mineras en un pueblo rural como Covas de Barroso. Consideran que el proceso de extracción de litio consume una gran cantidad de energía, agua y productos químicos, y resulta contaminante para el aire, los suelos y el río Covas. Puede afectar la salud de sus lugareños, los ecosistemas y varias especies de animales, como el lobo ibérico o el cuervo de pico rojo.
Después de un primer intento fallido, el consorcio minero Savannah, con sede en el Reino Unido, anunció que podrá crear la mayor mina de litio a cielo abierto de Europa Occidental en el norte de Portugal, tras el visto bueno de las autoridades. Ubicado en el municipio de Covas de Barroso, a menos de 200 kilómetros de la provincia de Ourense (Galicia). Este territorio es considerado por la FAO como Patrimonio Agrícola Mundial. Esta categorización se debe a “la forma tradicional de trabajar la tierra, de cuidar el ganado y la ayuda mutua de sus habitantes”. Es la única región del país con esta clasificación y una de las siete que existen en Europa.
Mientras los pobladores continúan en protesta y algunas autoridades esperan decisiones ambientales que eviten la explotación del importante yacimiento, el consorcio Savannah anuncia los avances del proyecto de Litio Barroso.
Posiciones encontradas en mina de litio Portugal
Portugal, fundamenta parte de su economía en los servicios, turismo y, exportaciones de mármol, cobre y el estaño. Ahora ofrece las mayores reservas de litio de Europa y la octava mayor del mundo.
Son consideradas esenciales para cubrir la demanda creciente de estas baterías en el continente. Además de reducir la dependencia del litio proveniente de China, África y América del Sur. Y formar parte de un plan más grande para ser más autosuficientes tanto en esta como en otras materias primas importantísimas para la economía verde del futuro.
El consorcio inglés adquirió una participación inicial del 75% en el Proyecto en mayo de 2017 y en 2019 se aseguró el 100%. Incluso lo amplió con la Propuesta de Licencia de Concesión para el depósito adyacente «Aldeia» (3 bloques con un total de 2,94 km2 ). Y la adicionó a la Licencia de Concesión C-100 original otorgada (5,42 km 2 , vigente hasta 2036 y prorrogable por 20 años). La propuesta de los inversores es convertir el lugar en la espodumena de litio más importante de Europa occidental.
Es Patrimonio Agrícola Mundial por “la forma tradicional de trabajar la tierra, de cuidar el ganado y la ayuda mutua de sus habitantes”. Es la única región de Portugal con esta clasificación y una de las siete de Europa.
Esta iniciativa de explotación de litio, como tantas otras en Chile, Argentina y también en EE UU y en España son duramente cuestionadas por su impacto en el medio ambiente. Contraviniendo su propósito de ayudar a la industria automotriz, a separarse de los combustibles fósiles.
Los grupos ecologistas locales insisten al gobierno portugués que no apruebe el proyecto. La Unión en Defensa de Covas do Barroso sostiene que “validarlo será catastrófico para el medio ambiente y va en contra de la voluntad popular».
El alcalde de Boticas, uno de los municipios de la zona, Fernando Queiroga, dijo en la radio pública portuguesa según la Cadena SER que «la posibilidad de recurrir ante la Justicia está sobre la mesa. La gente no quiere este proyecto».
¿Anularán el proyecto?
Los ejecutivos de Savannah se han reunido con inversionistas en Londres para presentar las potencialidades de la mina de litio en Covas Barroso, en Portugal. En su exposición aseguraron que cumplirán con una serie de requisitos para minimizar el impacto medioambiental. Entre ellos, está el compromiso de remover la mínima cantidad de vegetación posible. Así como no tomar agua del río Covas o replantar el paisaje afectado cuando termine la actividad minera. También esperan que habrá compensaciones económicas para los municipios cercanos.
Sin embargo, esos términos no convencen a la población y líderes locales de la región minera. Y tampoco a la Fiscalía que, a inicios de febrero, consideró que debe anularse la declaración de impacto ambiental de la mina de litio de Barroso. El alcalde de Boticas reaccionó con satisfacción a la posición de la Fiscalía. Comentó que «dan aún más fuerza a la lucha contra la explotación del litio» y «demuestran que los argumentos de la población contra la mina son totalmente legítimos».
En mayo de 2023, la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) hizo viable la explotación de litio en Mina do Barroso. Al emitir una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable. Pero, el Ministerio Público consideró este mes que esa declaración «adolece del vicio de violación de la ley». Y por tanto, «debe ser anulada», según un documento divulgado por el Ayuntamiento de Boticas.
«Punto por punto, desmonta el dictamen emitido por la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente», refirió Queiroga. Y confió que el MP observó «ilegalidades del proyecto de la mina y formuló una posición clara en el proceso, apoyada en miles de documentos».
Dijo que «ay muchas incoherencias y muchas ilegalidades en este proceso» y argumentó que el proyecto debería ser cancelado.