La propuesta de revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del gobierno de España eleva la ambición para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono antes de 2050, frenar el impacto del calentamiento global y modernizar la economía. Según el borrador del PNIEC, aprobado en Consejo de Ministros, la reducción de emisiones aumenta desde 23 % hasta 32 % en 2030. Este incremento “es un pequeño compromiso adicional”, sostiene Ecologistas en Acción, “pero está muy lejos aún de situarse en el 55% necesario”.
La primera actualización del plan se remitió a la Comisión Europea con una propuesta de revisión que acrecienta en 9% el objetivo de reducción de Gases de Efecto Invernadero en 2030, con respecto a 1990.
El Ministerio para la Transición Ecológica lanzó una consulta pública previa sobre el plan en agosto de 2022 que recibió más de 2.000 alegaciones. Informó que desde entonces se han celebrado tres jornadas de trabajo en abril y en mayo con representantes de distintos sectores y de la sociedad civil. Actualmente está abriendo otra consulta y espera recibir comentarios hasta el 4 de septiembre.
El planteamiento también prevé incrementar el peso de las renovables hasta el 48 % del consumo final de energía -alcanzando un 81 % de la electricidad- y mejorar la eficiencia energética hasta el 44 %.
Asimismo contempla reforzar la cadena de valor industrial y la autonomía estratégica del país. Crear más de 500.000 empleos y mejorar la salud de los ciudadanos, evitando la mitad las muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica al final de la década.
Conocida la versión oficial, Ecologistas en Acción insiste en señalar que el proceso de elaboración de este borrador se realizó sin someter a debate. Esto hubiera permitido mejorar muchas de las acciones contempladas.
PNIEC y su recorte de emisiones para 2030
Las organizaciones de Alianza por el Clima, entre las que se cuenta Ecologistas en Acción, reiteran la necesidad de una participación real y de calidad de la sociedad para negociar las políticas públicas en materia climática. Recuerda la alianza, que aunque el gobierno realizó una consulta previa durante el verano pasado, este proceso fue limitado. Es insuficiente para abordar los múltiples aspectos que esta revisión de la estrategia climática debería tener.
El PNIEC incluye 46 nuevas medidas para alcanzar los nuevos objetivos propuestos, entre ellos, la reducción de emisiones de cara a 2030. Sectores como la producción eléctrica, la industria del refino y las industrias sometidas al sistema de comercio de emisiones afrontan una mayor reducción respecto al plan anterior. Sin embargo, para Ecologistas en Acción -que adelanta el primer litigio climático en España– resulta paradójico comprobar que un incremento sustancial de la implantación de energías renovables. Así como el desarrollo del almacenamiento y un incremento en el autoconsumo aún no es capaz de alcanzar una generación eléctrica completamente renovable. Esto, en opinión de la organización ecologista, debería ser posible antes de 2030.
Este despliegue de renovables debe realizarse en consonancia con sustanciales valores ambientales y sociales en el territorio. Pese a que el borrador recoge la necesidad de incorporar medidas para la compatibilidad de esas energías con los ecosistemas, la realidad es que muchas de las medidas contempladas ya deberían estar en marcha o no han sido suficientes. Por el contrario, se sigue apostando por la abreviación de los trámites en el desarrollo de esta tecnología que ha sido claramente rechazado por numerosas organizaciones y plataformas territoriales.
Medidas sobre transporte y agricultura son tímidas
Ecologistas en Acción señala que el plan debe de someterse a una Evaluación Ambiental Estratégica pormenorizada. Capaz de ordenar la sustitución tecnológica hacia el mínimo impacto climático, social y ambiental. La organización advierte que es necesaria una apuesta por un modelo energético más cercano a los puntos de consumo y en manos de la ciudadanía. También señala la importancia de iniciar la descarbonización de algunos procesos industriales.
En ese sentido, tecnologías como la del hidrógeno podrían ser de ayuda, pero incorporar la producción de grandes cantidades de hidrógeno para su exportación, o sustituir usos que pueden basarse directamente en las energías renovables, supondrá mayores tensiones territoriales. Y detraerá recursos de la descarbonización de la producción eléctrica.
En el PNIEC las medidas relacionadas con el transporte y la agricultura son tímidas y apenas sufren cambios respecto a la propuesta anterior y a sus emisiones actuales. Estos sectores son altamente emisores y su transformación es necesaria para la reversión de una economía de alto impacto en carbono. La disminución de las largas cadenas de comercio globales, la reducción de la dependencia del vehículo privado. O la transición a una alimentación cercana o más agroecológica son medidas urgentes que no se pueden demorar. Debe priorizarse el transporte de pasajeros y mercancías por ferrocarril, mejorando la calidad y eficacia de este medio de transporte. También se debe limitar el crecimiento y ampliación de grandes infraestructuras de transporte. El objetivo es reducir la demanda, no ampliarla.
Asimismo, hay que garantizar el cumplimiento de las reducciones de emisiones a nivel local, de acuerdo con la Ley de Cambio Climático y limitar la construcción de nuevos aparcamientos y reducir centros atractores de tráfico.
Enfrentar la emergencia climática
La organización ecologista considera inaceptable la eliminación de medidas de reducción del tráfico o de carriles bicis que se están llevando a cambio desde diversos ayuntamientos. Tras las últimas elecciones municipales y autonómicas.
La presentación de este borrador del PNIEC ante la Unión Europea supone un nuevo compromiso del gobierno para reducir sus emisiones en 2030. Un objetivo que no debería someterse a una rebaja, sugiere la ONG.
Los anuncios de pasos atrás en la lucha climática o evitar el cierre y promover la reapertura de proyectos fósiles y nucleares son, en palabras de Ecologistas en Acción, inadmisibles.
“Suponen dar carta blanca a las mismas empresas e intereses económicos culpables de la emergencia climática”, indica Javier Andaluz. Responsable de Clima y Energía de la organización ecologista. Por ello, Ecologistas en Acción insiste en que la protección del futuro para las personas y el planeta pasa por enfrentar la emergencia climática.