La asociación Ecologistas en Acción de Guadalajara observa un auge, sin planificación, de proyectos fotovoltaicos en la provincia. Temen que los beneficios de esas energías renovables se vean desplazados por una avalancha de plantas que afectarían el medioambiente. Sostienen que estos proyectos fotovoltaicos “supondrán miles de hectáreas ocupadas y valladas. Imponiendo barreras y fragmentando el territorio humano. Así como de los ecosistemas, por su afección a las actividades agropecuarias y a los hábitats de especies en peligro de extinción”.
Los ecologistas consideran que el impacto socioeconómico, y sobre todo ambiental, no será compensado por el beneficio que puedan generar estas plantas. La asociación valora negativamente el apoyo expreso por parte de la administración regional al despliegue de mega plantas solares. Ubicadas en los municipios Jadraque, Almadrones, Yebra, Algora, Torremocha del Campo, Galápagos, El Casar, Valdegrudas, Yunquera de Henares, Alovera, Villanueva y Quer, entre otros.
Además argumentan que se trata de proyectos carentes de criterios socioambientales realmente sostenibles, de planificación y de control. En consecuencia, “se está ocasionando un tremendo desasosiego a vecinos y personas afectadas para desempeñar su actividad agraria o ganadera”.
Sorprende la ausencia de un plan, por parte de la administración castellano manchega, para reducir los consumos. Y sustituir energías contaminantes por menos contaminantes. Al mismo tiempo, aprovechar tejados y azoteas disponibles en los núcleos urbanos e industriales. Por tanto, Ecologistas en Acción afirma que “estos proyectos generan un problema, por mucho que se nos muestre como una oportunidad”.
Ecologistas en Acción y el descontrol de las fotovoltaicas
La hermosa geografía de Castilla La Mancha, está plena de paneles solares, aprovechando el sol que permanece sobre su territorio. Cuenta con 11.578 instalaciones de energía fotovoltaica y una potencia de 1.924 megavatios. Actualmente están en tramitación otros 336 proyectos de este tipo, que entrarán en funcionamiento en los próximos meses o ya en 2022, alcanzando los 7.503 MW.
La asociación denuncia que hay un insistente fomento al incremento de producción eléctrica. De hecho, en España existe una potencia eléctrica instalada de 110,5 GW, de la cual solo se usa 39 GW.
Ecologistas en Acción precisa que las grandes empresas eléctricas que han aterrizado en Guadalajara anuncian la construcción de megaplantas fotovoltaicas con bastante antelación para subir en bolsa y recibir fondos europeos. Igualmente utilizan técnicas para conseguir terrenos, e incluso modificar futuros espacios protegidos, dignas de un manual de burladores de los resquicios legales.
El grupo ambientalista ha creado un equipo de 12 personas voluntarias para “leer, analizar y elaborar escritos de alegaciones al aluvión de planes fotovoltaicos que llegan a nuestra provincia”. Se están preparando escritos correspondientes para 13 proyectos que afectan a Budía, San Andrés del Rey y Peralveche. Así como para Alcolea del Pinar y Caspueñas.
A esta preocupación se unen la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) en esa provincia. Advierten «la fiebre» de estos proyectos y piden su regulación.
Manifiestan que la administración evidencia incapacidad de velar por el patrimonio natural y cultural. Por la agricultura, la ganadería, el turismo y la despoblación del medio rural, que es un grave problema.
Limitaciones para expandir las eólicas marinas
España quiere destacarse, y lo logra, en la producción de energías renovables. No solo en las fotovoltaicas que hoy tienen un severo cuestionamiento en Guadalajara, por no contar con planificación, como denuncia Ecologistas en Acción. También en las eólicas terrestres y marinas. En este último renglón, hay una limitante, que podría alejar al país de esos emprendimientos.
Expertos señalan que la península tiene muy poca plataforma continental, por lo que la profundidad rápidamente supera los 50 metros. Esta característica impide instalar aerogeneradores fijos. Pero eso no quiere decir que haya que renunciar a la eólica marina.
«Al no tener tanta plataforma continental como otros países, tenemos que ir a soluciones flotantes», explica Juan Virgilio, CEO de la Asociación Empresarial Eólica a El Mundo. Estos aerogeneradores se sitúan en una plataforma que flota sobre el agua. Y están unidos al suelo por unos cables que hacen a la vez de ancla.
Repsol, con el proyecto Windfloat Atlantic, ya participan en proyectos de parques flotantes en la Península Ibérica. Capaces de suministrar electricidad a 60.000 habitantes, aunque aún falta un poco para que comiencen a extenderse de forma masiva.
Mientras tanto, Iberdrola es uno de los grupos líderes a nivel mundial en el impulso de esta tecnología con proyectos en el Mar del Norte, en el Báltico y frente a las costas de Irlanda.
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