Por Cambio16 | Efe
11/07/2016
En tan sólo 24 horas la violencia machista se ha cobrado dos nuevas víctimas mortales y una herida de gravedad -las dos fallecidas habían presentado denuncias y contaban con órdenes de protección activas- y ha dejado huérfanos a otros dos menores.
Son ya, por lo tanto, 24 las mujeres que han muerto a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año, cifra que podría elevarse a 29 de confirmarse los cinco casos que se encuentran en investigación, mientras que el número de menores que han quedado huérfanos de madre asciende a 14.
A esta lacra se suman dos niños muertos a manos de las parejas o exparejas de sus madres, uno de ellos todavía en investigación.
Este lunes por la mañana se ha conocido la muerte de la mujer de 24 años apuñalada ayer en Zaragoza por su expareja, un hombre de 28 años y con una orden de alejamiento en vigor, que la esperó en el portal de un punto de encuentro familiar donde uno de los dos tenía que entregar al hijo de ambos, de 5 años.
El hombre le asestó varias puñaladas en el cuello y el abdomen a su expareja antes de autolesionarse en el cuello y clavarse un cuchillo en la cabeza ocasionándose heridas por las que permanece ingresado en estado grave en la UCI del Hospital Miguel Servet, custodiado por la Policía.
En Melilla, una joven de 22 años apareció muerta el domingo cerca de la playa de La Hípica de la ciudad autónoma.
Poco después, un hombre de nacionalidad marroquí se presentó de forma voluntaria, y con el hijo de ambos, de un año de edad, en la Jefatura Superior de Policía de Melilla para confesarse autor del crimen de la joven, que era su expareja.
La víctima, de nacionalidad española, origen ecuatoriano y residente en Oviedo, había llegado a Melilla dos días antes junto al hijo de ambos para presentarlo a la familia paterna. Había solicitado la guardia y custodia de su bebé, con el que se disponía a regresar a su país natal.
El menor se encuentra en perfecto estado bajo la custodia de los servicios sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla.
El asesino confeso tenía una orden de alejamiento y había sido expulsado de España por cinco años tras ser condenado por lesiones y amenazas a esta mujer, con una prohibición de entrada pero, en algún momento, los controles fallaron, y pudo volver y cometer el crimen.
Según el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, Antonio Sierras, el asesino pudo entrar en Melilla valiéndose de la «permeabilidad lógica» que existe en las fronteras de Ceuta y Melilla con los residentes en las zonas limítrofes marroquíes, un condicionante que «es lo que permite desgraciadamente estas entradas».
Ha reconocido, además, que el nivel de protección que tenía la víctima en estos momentos era bajo, dado que el agresor no podía estar en España.
Y ha opinado que «si la víctima se acerca a su maltratador, mal vamos» porque con una decisión como la de la asesinada de viajar a Melilla para presentar al niño a la familia de su asesino, «se rompe cualquier orden de alejamiento y se rompe cualquier protocolo de protección».
Por otra parte, los Mossos detuvieron anoche a un hombre de 39 años acusado de agredir con arma blanca a su pareja, que se encuentra ingresada en el Hospital Clínico de Barcelona con heridas de diversa consideración.
La agresión se produjo sobre las 22.30 horas en el interior de un bar de la calle Urgell de Barcelona que regenta la pareja, que es de nacionalidad china.
Se desconocen por el momento las circunstancias en las que se produjo la agresión.