Por Cambio16
21/2/2017
Una mujer y su expareja, han muerto en la tarde de ayer lunes en una explosión con posterior incendio originado en una vivienda de la localidad pontevedresa de Redondela, según los primeros indicios, intencionados. La Policía baraja la hipótesis de que se trate de un episodio de violencia machista. Se trata de Emilio, de 47 años de edad, y su ex mujer María José M.G., de 50 años. El hombre ya la había amenazado anteriormente, si bien no constan denuncias previas. La pareja tiene tres hijos y, en un primer momento, se especuló con la posibilidad de que el más pequeño pudiera estar en la casa cuando se produjo la explosión. No obstante, se confirmó posteriormente que se encontraba con sus abuelos paternos.
La Policía Científica, que pudo identificar a los fallecidos, buscará pistas en el domicilio, ubicado en el Camiño Pousadoura, para esclarecer las circunstancias del suceso, así como en el coche del varón, que ha sido hallado en las inmediaciones. Asimismo, interrogará a personas del entorno de los fallecidos.
Según fuentes de los servicios de emergencias, sobre las 20,30 horas de la tarde se registró una fuerte explosión en una vivienda de tres plantas del Camino Pousadoura, en la zona de Chapela. Posteriormente, la vivienda comenzó a arder. A la zona, se desplazaron los bomberos de Vigo, efectivos sanitarios del 061, Policía Nacional y Policía Local de Redondela. Este último cuerpo ha confirmado que los fallecidos en la explosión son una mujer que residía en la vivienda y su expareja.
El gobierno municipal de Redondela (Pontevedra) ha expresado su «consternación» por los fallecimientos. El teniente de alcalde de Redondela, Miguel Ángel Álvarez, ha expresado la «consternación» del gobierno local ante el «trágico suceso», y ha subrayado que todos los vecinos están «asombrados» porque el lugar de los hechos, en el Camiño Pousadoura, «es un barrio tranquilo».
Álvarez, quien ha subrayado que el gobierno local está «a disposición» de la familia afectada, ha confirmado que los dos fallecidos se encontraban en proceso de separación y que el hombre, Emilio F.C., «estaba con frecuencia por el barrio», y era habitual verlo llegando o saliendo con su hijo de 8 años de edad.
A la espera de lo que determinen los resultados de las autopsias y de las pruebas recogidas por la Policía Científica, los primeros indicios apuntan, según fuentes de la investigación, a que se produjo una deflagración (y posterior incendio) intencionada, ya que se localizaron bombonas de butano «con las mangueras cortadas» y restos de gasolina.
Las mismas fuentes han señalado que, en el momento del suceso, en esa vivienda se encontraban solo los dos fallecidos, cuyos cuerpos carbonizados aparecieron juntos. No obstante, en la casa, de varias plantas, viven otros familiares, algunos de cuales tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios de emergencia debido a su estado de ansiedad. Además, los bomberos tuvieron que apuntalar parte de la vivienda porque uno de los muros de carga sufrió daños severos y había riesgos de derrumbe.