El Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) decidió suprimir los nombres Dorian (2019) y Laura, Eta e Iota (2020) de las listas rotativas utilizadas para denominar a los huracanes del Atlántico tropical. A raíz de la muerte y la destrucción que causaron los eventos bautizados con esas denominaciones.
Asimismo, acordó que el alfabeto griego dejará de utilizarse. Al argumentar que es una fuente de distracción a la hora de avisar acerca de peligros y tormentas que, además, puede generar confusión.
Estas determinaciones tan poco conocidas tienen una razón. La temporada de huracanes 2020 empezó pronto y cobró impulso rápidamente. Entre mayo y julio, se registraron nueve tormentas con nombre, una cifra sin precedentes. Y terminó tarde, en noviembre, puesto que por primera vez desde que se tienen registros, se produjeron dos huracanes de primer orden. Una época del año en la que estos fenómenos normalmente está en declive. Esto, debido al cambio climático.
La temporada de huracanes fue tan activa que la lista rotativa de la OMM formada por 21 nombres se agotó. Y por segunda vez en la historia, tuvo que recurrirse al alfabeto griego, hecho que no se daba desde 2005.
«La labor del Comité de Huracanes de la Asociación Regional IV es fundamental para velar por la coordinación entre naciones. Mucho antes de que la próxima tormenta amenace a la población», dijo Ken Graham, presidente del Comité de Huracanes.
Adicionó el también director del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos que «los huracanes no entienden de fronteras internacionales. Todos encaramos peligros similares debidos a los sistemas tropicales. Las consecuencias de una sola tormenta pueden afectar a varios países, por lo que es fundamental que dispongamos de un plan. Y al mismo tiempo, coordinemos esfuerzos y pongamos en común las dificultades encontradas y las mejores prácticas aplicadas».
Nombres de huracanes, por sus efectos no repiten
El Comité de Huracanes acordó los cambios en relación con los nombres de los huracanes, en la convención de denominación en su última reunión.
En el encuentro se analizó la temporada de ciclones sin precedentes que se produjo en el Atlántico en 2020. Y se han realizado los últimos ajustes en los preparativos para la temporada de 2021, incluido el suministro de pronósticos y avisos. Así como de evaluaciones de impactos de los peligros vinculados a vientos, mareas de tempestad e inundaciones.
El Comité de Huracanes debatió sobre la formación de tormentas con nombre antes de que comience la temporada de huracanes fijado para el 1 de junio. Destacó que no habrá cambios en la fecha oficial de inicio.
Las listas de nombres de ciclones tropicales formados en el Atlántico se utilizan por turno a lo largo de un ciclo de seis años. Una vez concluido ese período, se vuelven a utilizar, a menos que una tormenta provoque tantas víctimas mortales o genere tantos daños que su nombre sea eliminado de futuras listas. En total, 93 nombres han sido retirados de las listas empleadas para la cuenca atlántica desde 1953. Cuando empezó a utilizarse el sistema actual para bautizar a las tormentas.
El Comité acordó la retirada de nombres de tormentas de 2020, así como también de 2019, porque a raíz de la pandemia, esa cuestión no se inscribió en el orden del día de la reunión del Comité del año pasado.
En horas se derriban esfuerzos de años
Dorian, Laura, Eta e Iota, son nombres de huracanes que no se incluirán en las listas de nuevos ciclones. «Los países en desarrollo y las pequeñas islas del Caribe y América Central son cada vez más vulnerables a los efectos de los ciclones tropicales. Su desarrollo económico de años se puede echar por tierra en cuestión de horas. En 2020, volvió a producirse esta situación, que tuvo efectos trágicos», recordó Evan Thompson, presidente de la Asociación Regional IV de la OMM.
«Es imposible evitar esta increíble fuerza de la naturaleza. Pero sí podemos reducir en la mayor medida posible la pérdida de vidas y bienes mediante pronósticos y avisos de última generación. Además, de una sólida coordinación y cooperación regionales», dijo Thompson, que dirige el Servicio Meteorológico Nacional de Jamaica.
Dorian ha sido el huracán de mayor intensidad que ha afectado al noroeste de las Bahamas desde el inicio de los registros meteorológicos modernos. Alcanzó la categoría 5 en la escala de vientos huracanados y causó daños catastróficos, valorados en 3 400 millones de dólares de los Estados Unidos. Asimismo, más del 75 % de todos los hogares de la isla sufrieron daños. Dexter sustituirá a Dorian en la lista de nombres en 2025.
Laura fue un poderoso huracán de categoría 4 en la escala de vientos huracanados de Saffir‑Simpson que tocó tierra cerca de Cameron (Luisiana) acompañado de una devastadora marea de tempestad. Ocasionó 47 muertes directas en los Estados Unidos y La Española, y dejó más de 19 000 millones de dólares en daños. Leah sustituirá a Laura en la lista de nombres en 2026.
En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota tocaron tierra en la misma zona de la costa nicaragüense, al sur de Puerto Cabezas, con menos de dos semanas de diferencia. Los dos potentes ciclones provocaron extensas inundaciones en Nicaragua, Honduras y otros países centroamericanos adyacentes. Y ocasionaron al menos 272 víctimas mortales y pérdidas por daños valoradas en más de 9 000 millones de dólares.
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