Seis meses después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenara a España por destruir la naturaleza de Doñana por la extracción abusiva de agua para destinarla a la agricultura intensiva, otra gravísima amenaza se cierne sobre el espacio natural único y Patrimonio de la Humanidad. El cultivo de fresas está vaciando sus acuíferos. Seca las lagunas y se bebe los arroyos. Cada minuto llega menos agua a la marisma.
Sin embargo, una proposición de Ley presentada por el Partido Popular y sus socios de gobierno en Andalucía pretende legalizar más del 85% de la superficie de cultivo ilegal en el entorno de Doñana. Una superficie de montes equivalente a 1.460 campos de fútbol, por donde antes campeaban linces, águilas calzadas y tortugas moras, ha sido cubierta de forma ilegal por un mar de invernaderos y de plásticos.
Los cultivos ilegales están devorando Doñana
La amnistía que implicaría no pondrá fin a la impunidad, sino que recompensará a los agricultores ilegales que destruyen Doñana, invaden sus montes, secan los acuíferos y compiten de forma desleal con los agricultores legales. Además, dañan la imagen de las fresas de Doñana en los mercados internacionales.
De aprobarse esta propuesta, no sólo supondrá una burla a la sociedad española y a los organismos internacionales. También será uno de los mayores atentados ecológicos perpetrados por una administración en la historia de Doñana.
Sentencian a muerte a Doñana
Doñana es el humedal más importante de Europa. Cientos de miles de aves dependen de sus marismas para criar, pasar el invierno o descansar en su migración a África. España y la Junta de Andalucía tienen una enorme responsabilidad internacional. Sin embargo, a pesar de todas las declaraciones a favor de proteger el medioambiente y la diversidad, Doñana se muere de sed.
Las lluvias cada vez son más escasas y sus acuíferos están sobreexplotados. Se roban el agua. Más de 1.000 pozos ilegales bombean día y noche. las administraciones responsables no actúan para evitarlo.
La amnistía que se propone a los regadíos y agricultores ilegales de la fresa y otros frutos rojos supondría una presión insoportable para Patrimonio de la Humanidad. WWF denunció la propuesta de atentado ante la UNESCO y solicitó su intervención para garantizar la conservación de Doñana y evitar que este paraíso natural se incluya en la Lista de Patrimonios Mundiales En Peligro de desaparición o desaparecidos.