Por Cambio16
12/06/2018
Donald Trump y Kim Jong-Un estrecharon sus manos en Singapur. El momento, inmortalizado por las agencias de noticias de todo el mundo, fue la apertura de la reunión bilateral que tuvo lugar este 12 de junio en la isla de Sentosa. Primeramente, ambos líderes tuvieron un cara a cara privado de más de 40 minutos. Pero al final no dudaron en departir con los medios, durante el cual Trump le dio un pulgar arriba a Kim. Un gesto en respuesta a un comentario que hizo Kim.
«No ha sido fácil llegar aquí», dijo Kim sobre la histórica reunión. «Los viejos prejuicios y prácticas funcionaron como obstáculos, pero los hemos superado y estamos aquí hoy».
«Muy bien. Muy, muy bien. Excelente relación. Gracias», expresó por su parte el presidente de EEUU. Pronosticando también que él y Kim «resolverán un gran problema. Un gran dilema. Trabajando juntos lo solucionaremos», recalcó el presidente norteamericano.
Las respuestas de ambos mandatarios parecen lo suficientemente justas. No obstante, no dejan de ser inquietantes luego de las amenazas nucleares de uno y del «fuego y la furia» del otro. De momento, ninguno adelantó detalles de lo conversado. Lo que no significa que, conociendo a los protagonistas, no sea posible saberlo en las próximas horas.
Para la reunión, ambos líderes tenían en agenda los «amplios y profundos puntos de vista sobre el tema del establecimiento de las nuevas relaciones entre EEUU y Corea del Norte». Asimismo, la construcción de «un mecanismo de mantenimiento de una paz permanente y duradera en la península coreana». Fundamentalmente «la desnuclearización de la península de Corea y otros asuntos de mutuo interés», según informó la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
Flashes para Kim
En la antesala al encuentro, Kim Jong-Un se ha desplazado como toda una «celebridad». Al menos así lo califica la prensa internacional. Sucede que el presidente norcoreano salió a pasear por varios lugares comunes en Singapur. Por ejemplo, conoció el Puente Jubilee, el parque Gardens by the Bay y el complejo turístico y casino de Marina Bay Sands. A su paso, se escuchaban los gritos de emoción de los transeúntes. Hasta un selfie concedió Kim, donde sale junto a Vivian Balakrishnan, ministro de Exteriores de Singapur. Pero que esta instantánea no nos separe de los propósitos principales del encuentro.
#Jalanjalan #guesswhwere? pic.twitter.com/oVOk8UuqlC
— Vivian Balakrishnan (@VivianBala) June 11, 2018
Desnuclearización
Sí, este es quizá el núcleo de toda esta asamblea. Washington desea una «desnuclearización completa, verificable e irreversible» de Corea del Norte. Por otro lado, Pyongyang se fija como meta la «desnuclearización de la península coreana». Según los datos que ofrece Seúl, Corea del Norte dispone de 50 kilos de plutonio. Además, hay que mencionar su capacidad para producir armas con uranio.
La BBC entrevistó a Sue Mi Terry, quien fue analista de asuntos coreanos para la CIA desde 2001 hasta 2008, para conocer qué busca Kim en la cumbre. «Quiere ser aceptado internacionalmente como un poder nuclear. Quiere respeto. Después de su trayectoria en armas nucleares no le importa sentarse con Washington como un igual y hablar del control de armas». Por su parte, Michael Madden, diector del NK Leadershio Watch, añade que Kim quiere facilitar interacciones diplomáticas con Estados Unidos y «abrir negociaciones para firmar el tratad de paz».
En caso de que las negociaciones sean favorables, esto podría concluir la guerra de Corea de 1950-53. También podría remodelar, tal como indica CNN, la geopolítica de la región Asia-Pacífico y ayudar a millones de norcoreanos de la hambruna y el aislamiento. Aunque el primer paso se dio en la cumbre intercoreana de abril. Kim y Moon Jae-in pactaron para crear un acuerdo de paz.
Thank you Prime Minister Lee Hsien Loong! pic.twitter.com/8MMYGuOj8Q
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 11, 2018
El tema bajo las sombras
Muchos analistas esperan que Trump y Kim Jong-Un hablen de un tema delicado: los derechos humanos. Según Amnistía Internacional, norcorea posee 1210 mil prisioneros sometidos en campos de trabajo. El sistema represivo de Kim no es secreto para el mundo. Sacar este punto a colación podría generar un rechazo en los intereses diplomáticos de ambos líderes. En este sentido, más de 300 ONG han enviado cartas a Kim para perdirle reformas y el fin de los abusos.
Mientras tanto, Trump y Kim Jong-un están disfrutando de la estabilidad y seguridad de Singapur. Ambos se verán las caras en el lujoso Hotel Capella en la isla Sentosa. Sin embargo, el Hotel Shangri-La es la residencia temporal de Trump, y el hotel St. Regis acoge a Kim. Vale aclarar que las medidas de seguridad en estos hoteles es sin precedentes. En cada uno de ellos hay unidades especiales contra detonaciones explosivas. Las rutas habituales de los transeúntes han sido modificadas.
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