Por JOSE OLIVA/EFE
16/10/2016
La escritora Dolores Redondo ha ganado la 65 edición del Premio Planeta, dotado con 601.000 euros, con una novela negra al estilo de Agatha Christie, «Todo esto te daré».
La ganadora del Planeta había ocultado su nombre tras el seudónimo de Jim Hawkins y el título ficticio de su obra era «Sol de Tebas».El finalista de este destacado premio ha sido Marcos Chicot, que se presentó con el seudónimo de Óscar García, por la novela «El asesinato de Sócrates», que llevaba el título ficticio de «El nacimiento».
La novela ganadora parte de un supuesto accidente de tráfico que lleva a un afamado escritor a descubrir la doble vida de Álvaro Muñiz de Dávila, su esposo, y a aflorar, junto con un guardia civil retirado y un cura amigo del fallecido, los más oscuros secretos de una familia de rancio abolengo de un pueblo de Galicia.
Nada más conocerse el fallo, una emocionada Dolores Redondo ha confesado: «hacéis real un sueño que he acariciado desde la adolescencia, porque no es la primera vez que me presento al Premio Planeta y cada año que ganaba una escritora soñaba que yo estaba aquí sobre el escenario».
Redondo ha explicado que el título de la novela hace alusión a un fragmento del evangelio de Mateo (4,9) y esa frase de ‘todo esto te daré’ es «la proposición de codicia, de riqueza material, que no son palabras de Dios sino del demonio Mateo, que invitan a una servidumbre del mal para siempre».
Manuel, el protagonista de la ganadora del Planeta, tiene la primera noticia de su familia política es cuando llega a Lugo para identificar el cadáver de Álvaro, su marido, aparentemente muerto en un accidente, cuya investigación se cierra con mucha rapidez, ha relatado Redondo.
La autora describe «la frialdad con la que es recibido Manuel y, de hecho, lo único que le mantiene allí es la sospecha de que se ha cometido un asesinato», pero también la condición de la familia de su pareja, «ese tipo de familia de vividores que siempre sale libre, impune de todo lo que hace»; y también se queda por Lucas, el joven sacerdote que conoció a su marido.
La novela se desarrolla en un lugar importante para Redondo, la Ribeira Sacra gallega. «La elección del escenario nunca es casual en mis novelas, no son lugares de postal, porque la belleza, para mí, puede proceder de la rudeza, del esfuerzo y el trabajo».
Son esos lugares en los que, dice Redondo, te planteas «por qué llegaron a asentarse allí los humanos, un sitio en el que se asentaron los romanos hace 2000 años para hacer vino, y posteriormente los monjes, que llegaron para fundar conventos y lugares de retiro». La Ribeira Sacra, añade la autora, reunía una serie de condiciones en las que se sentía cómoda como la climatología».
También puede ser considerada una novela sobre «la codicia, y sobre los que se alían en torno a ella, pero también sobre la búsqueda de la verdad y contra la impunidad, sobre el amor y sobre todo sobre la amistad entre hombres».
El jurado del premio Planeta, que seleccionó la novela de Dolores Redondo entre las 552 obras presentadas este año, estaba integrado por Alberto Blecua, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs, Fernando Delgado y el editor Emili Rosales.
En nombre del jurado, Juan Eslava Galán ha remarcado que la obra ganadora «una novela negra, con toques propios de la narrativa de Agatha Christie, encierra una intriga policial perfecta».
La obra finalista está ambientada en la Grecia del año 437 aC, año en el que según el oráculo de Delfos, Sócrates va a morir a manos de un hombre de clara mirada. Querefonte, su amigo y discípulo, se obsesiona con Perseo, cuyos ojos casi transparentes ocultan una terrible verdad.
Sobre la finalista, Eslava Galán ha comentado que es «una novela de acción y de aventuras, ambientada en la Atenas de la guerra del Peloponeso».