A unos 26 meses de la declaratoria de pandemia, aún quedan variantes del virus, brotes y vacunas circulando en el globo. La vacuna anti-COVID de Pfizer es motivo de análisis por denuncias sobre alteraciones en los protocolos, por los secretos que sus fabricantes prometieron guardar. Y, lo peor, por las secuelas en la salud de las personas que recibieron sus dosis, e incluso las muertes registradas.
Es un tema espinoso, delicado y particularmente sensible. El médico Joseph Mercola publicó un extenso trabajo titulado “Documentos de Pfizer revelan los peligros de su vacuna anti-COVID”.
Señaló que con la publicación de los datos de prueba de Pfizer, que intentaron retener durante 75 años, están saliendo a la luz problemas adicionales que sugieren fraude y manipulación de datos.
“A mediados de noviembre de 2021”, escribió, “la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) publicó una serie de documentos. Revelan que durante los primeros tres meses del lanzamiento de la vacuna antiCOVID de Pfizer recibió 42.086 reportes de eventos adversos que incluyeron 1.223 muertes”.
Pero el 1 de marzo de 2022, la FDA publicó un número aún más grande de documentos. Unas 10.000 páginas en total, que incluían 9 páginas completas de registros de efectos secundarios. Unos 158.000 problemas de salud diferentes. Una revisión inicial de los formularios de reporte de caso indica errores y problemas importantes en la recopilación de datos.
La vacuna antiCOVID de Pfizer y sus recovecos
Los problemas de la vacuna antiCOVID de Pfizer incluían pacientes que se clasificaron de manera errónea en el grupo de “población sana”. Y números de eventos adversos graves (SAE) que se dejaron en blanco. Además, faltaron códigos de barras de las muestras. Y se aplicaron segundas dosis a destiempo, sostuvo Mercola en un actualizado y ampliado en The Epoch Times.
También hay dudas sobre si los participantes recibieron un seguimiento correcto durante un tiempo adecuado. Y los eventos adversos se enumeraron como «no graves» sin importar que incluían hospitalización prolongada y mucho más. Al margen de la parte médica, Pfizer en su fase de comercialización de la vacuna fijó un precio muy alto que debió bajar.
La mayoría de los CRF provenían de sitios de prueba de Ventavia. En la actualidad, esa compañía de investigación clínica, enfrenta una demanda por parte de su ex directora regional, Brook Jackson. A Jackson la despidieron poco después de que informara a la FDA y a los altos mandos de la empresa sobre la posible falsificación de datos y la mala gestión en los laboratorios.
El 7 de marzo de 2022, la periodista Sonia Elijah publicó una revisión de sus hallazgos iniciales en el portal Trial Site News. Pero no incluye los datos de los miles de documentos que se acababan de publicar. Gran parte de su revisión se basa en los formularios de reporte de caso. La mayoría de los CRF provenían de sitios de prueba de la empresa Ventavia.
Antes, el 2 de noviembre de 2021, el periodista Paul Thacker publicó su testimonio en The British Medical Journal, la revista médica más antigua y prestigiosa del mundo. Los verificadores de hechos de Facebook trataron de «desacreditarlo» y lo censuraron.
Irregularidades en la vacuna antiCOVID de Pfizer
En su revisión de los CRF, Sonia Elijah encontró una serie de errores y anomalías que parecen confirmar lo que dijo Jackson. Esto es, que incluyen el caso de un participante con diabetes que sufrió un ataque cardíaco. Y luego neumonía (que pudo ser neumonía por la COVID no reconocida). Murió, y la fecha de la muerte figura como el día anterior al que se supone fue a un chequeo para «enfermos del virus».
Es obvio que una persona muerta no puede asistir a un chequeo médico, entonces, queda claro que aquí hay algo turbio, agrega Mercola. La nota del investigador clínico señala: «No puede haber una fecha posterior a la fecha de la muerte. Por favor, elimine los datos de la visita por enfermedad de COVID y agregue tos y dificultad para respirar como EA (eventos adversos)». «¿Para qué ejercer ese tipo de presión?», adicionó Elijah.
La periodista también citó el caso de otro participante que se cayó y sufrió laceraciones faciales un día después de recibir la segunda dosis de la vacuna antiCOVID de Pfizer. Y estuvo hospitalizado durante 26 días. Pero la caída no se reportó como grave.
Hubo otras anomalías en este caso en particular, que incluyen enumerar la caída como causa «no relacionada» con el tratamiento del estudio. Y la laceración facial como resultado de «hipotensión» (presión arterial baja).
Destacó que una participante sin antecedentes médicos de insuficiencia renal se le diagnosticaron cálculos renales e hipopotasemia grave, lo que requirió hospitalización, después de un mes de recibir la segunda dosis. A pesar de que no tenía antecedentes de problemas renales, ambos eventos se clasificaron como «no relacionados» con el tratamiento del estudio y no se realizaron más investigaciones.
¿Contradicciones y mentiras?
La vacuna antiCOVID de Pfizer tiene un nombre: Comirnaty. Es el bautizo comercial que le dieron Pfizer y la biotecnológica alemana BioNTech. Pero, ¿qué significa? Según fuentes de estas empresas, “representa una combinación de los términos Covid-19, ARNm, comunidad e inmunidad. Para destacar la primera autorización de una vacuna de ARN mensajero (ARNm), así como los esfuerzos globales conjuntos que hicieron posible este logro”, reseñó Redacción Médica.
En un artículo que acaba de publicar el portal The Defender, la doctora Meryl Nass opinó sobre este caso. Dijo que «los documentos de Pfizer y la FDA contradicen por completo la narrativa oficial de la seguridad de la vacuna antiCOVID. Entonces, ¿todo lo que nos han dicho ha sido mentira?».
Nass enumeró varios casos en los que las afirmaciones de los CDC al público contradicen por completo lo que dice la etiqueta de la vacuna. Por ejemplo, los CDC afirmaron que las reacciones anafilácticas a la vacuna ocurren casi a la misma tasa que con otras vacunas. Tiempo después eliminaron esa afirmación. Ahora exigen que deben contar con el personal médico para controlar las reacciones anafilácticas.
Aunque los CDC afirman que la miocarditis tras recibir la vacuna es leve y se resuelve de forma rápida. La etiqueta de la vacuna dice que «aún no hay información sobre las posibles secuelas a largo plazo», agregó Nass.
Igual sucede con la recomendación de la vacuna a embarazadas. La etiqueta establece que «los datos disponibles sobre Comirnaty y las embarazadas no son suficientes para informar sobre los riesgos de la vacuna en el embarazo».
Pfizer, Partido Comunista Chino y control social
Cada día que pasa, la narrativa oficial sobre la COVID se vuelve menos creíble. Será muy interesante ver cuál es la gota que derrame este vaso, argumentó el experto y articulista.
Ahora, Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, está presionando por una cuarta vacuna antiCOVID. Al decir que «para la mayoría» será necesario otro refuerzo, ya que tres dosis no pueden proteger contra las variantes, pero sí las debilita. Por esas mismas razones, las personas en Estados Unidos deberán recibir un refuerzo anual cada otoño.
En circunstancias normales, las personas no lo aceptarían. Pero el lavado de cerebro ha sido tan efectivo que aún hay muchas personas con una venda en los ojos, indicó Mercola. Creo que después de que toda la información sobre los daños salga a la luz. O bien, las personas comiencen a entender las consecuencias que tendrá para el ciudadano promedio el sistema de crédito social que quieren implementar. Allí será entonces cuando las personas comenzarán a abrir los ojos.
En 2018, Pfizer se asoció con Alipay, una plataforma de pago del Partido Comunista Chino (PCCh). Se utilizó para implementar una versión china de los pasaportes de vacunación, la cual se conoce como iniciativa «Internet + Vacunación». Tiene como objetivo «Crear consciencia sobre las enfermedades a través de los dispositivos móviles».
Según el Departamento de Estado de EE UU, Alipay es una «herramienta» que utiliza el PCCh para crear una red de «vigilancia y control social con ayuda de la tecnología». Lo que también se conoce como sistema de crédito social. Ahora otros países, incluyendo EE UU, están implementando el mismo tipo de sistema. Por esa razón me parece importante mencionar que Pfizer fue uno de los primeros en promover la iniciativa del pasaporte de vacunación digital.
La historia continúa
A mediados de marzo de 2022, el director de Pfizer, admitió a The Washington Post Live, que la decisión de utilizar la tecnología de ARNm para crear una «vacuna» antiCOVID era «ilógica». Porque, aunque Pfizer tiene «mucha experiencia» con otras tecnologías de vacunas, solo tiene dos años de experiencia con el ARNm. «Nunca antes se había utilizado en un medicamento», escribió Mercola.
«Es muy probable que al final Bourla se arrepienta de haber tomado esa decisión, ya que el resultado ha sido mortal. Pero supongo que eso dependerá de si algún día tiene que rendir cuentas por sus acciones», asentó el médico.
Entretanto, la historia de documentación y el debate sigue.