Personalidades del mundo académico, catedráticos, rectores, suscribieron un documento para detener la tramitación de la ley de eutanasia, que se sigue en el Congreso de los Diputados. Este centenar de profesionales, entre quienes se cuentan médicos bioéticos, piden al Gobierno, partidos políticos y a la sociedad civil un alto al curso de ese proceso de legalización, que es impulsado por la alianza PSOE-Unidas Podemos.
“Eliminar el sufrimiento sí, pero eliminar al que sufre no”, dice el texto difundido por los firmantes que congrega la denominada Plataforma Los 7000. Esta es una agrupación civil dedicada a impulsar cambios legislativos.
«Necesitamos leyes que protejan la vida; en especial, la de las personas mayores, que les provean de un trato digno y justo. Que se les asegure la asistencia médica y hospitalaria adecuada. Necesitamos con urgencia un plan de cuidados paliativos que alcance a toda la población, garantía fundamental para evitar el sufrimiento», indica el manifiesto.
Consideran “improcedente” y “una gran falta de sensibilidad” que, cuando el país expresa duelo por las personas que han muerto y siguen muriendo por la pandemia de la COVID-19, “el Congreso tramite una ley de eutanasia”.
El pasado 10 de septiembre el Parlamento debatió el complejo tema de la eutanasia, a propuesta de la bancada socialista. Esta vez logró la anuencia de la mayoría de los diputados, a excepción de los de Vox y del PP que presentaron dos enmiendas al proyecto legislativo oficial.
Detener la ley de eutanasia
El grupo, integrado por empresarios, políticos, periodistas, profesionales sanitarios, insiste en detener la ley de eutanasia.
El documento advierte que “el 90% de los fallecidos por la pandemia han sido personas de más de 70 años. La mayoría de los casos han ocurrido por falta de atención hospitalaria y recursos sanitarios. Y sin la posibilidad siquiera de contar con remedios paliativos, llegándose, incluso, a la criba por razón de la edad. ¿Queremos crear una coartada legal con una ley de eutanasia para este tipo de actos?”, preguntan.
Al mismo tiempo, apuntan que “lo necesario es ofrecer a todo ser humano un final digno y bienaventurado de su vida con los cuidados médicos y atención espiritual que permitan eliminar o mitigar su dolor”.
La eutanasia “plantea graves problemas éticos siempre, pero además en el caso de España y, dada la mala situación de los cuidados paliativos, lo que realmente se ofrece es morir entre sufrimientos o a manos del médico. Esto no es una opción. Además, puede dejar secuelas psicoemocionales en los familiares que deciden o consienten la eutanasia”, argumentan.
Eutanasia, parte del problema, no de la solución
Los profesionales destacan “el rechazo universal a este tipo de legislación. Desde que se aprobó la primera ley de la eutanasia en Holanda hace casi 20 años, solo otros cuatro países en el mundo han seguido su camino. Los dos vecinos con quien integra el Benelux, Bélgica y Luxemburgo, y Canadá y Colombia, en América”.
Afirman que “la eutanasia forma parte del problema, no de la solución, porque el fin para una vida digna es la conjunción de la compañía solícita y de los pertinentes cuidados paliativos”.
Entre los firmantes del manifiesto están Jaime Mayor Oreja, presidente de la Federación One of Us, y Carlos Centeno, médico especialista en oncología, bioética y medicina paliativa, y director del Servicio de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra.
También Antonio Argandoña, profesor emérito de economía y ética empresarial del IESE, y Mercedes Aroz, exdiputada y exsenadora. Igualmente, están Jacinto Bátiz, médico jefe del Instituto para Cuidar Mejor del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi y presidente de Cuidados Paliativos de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.
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