La Nochebuena de este año se dio en medio de circunstancias “verdaderamente excepcionales”, fueron las palabras con las que rey Felipe VI comenzó su tradicional discurso de Navidad. Una víspera del nacimiento de Jesús en la que muchas familias dejaron de reunirse por las medidas sanitarias y otras añoraron a los seres queridos que perdieron por el coronavirus SARS-CoV-2.
Pero sobre todo, envió su ánimo y afecto a quienes siguen luchando contra la enfermedad. Ya sea en residencias, hospitales o sus hogares. Especialmente por lo complejo que ha sido este año, algo que destacó, que trajo desempleo y angustia, que paralizó gravemente la economía; incluso destruyendo empresas y empleo. Sí, la situación es grave, pero su visión es que la respuesta a esta situación no debe proceder del desánimo. Al contrario, el futuro se tiene que afrontar con determinación y seguridad en lo que “somos capaces de hacer unidos”, con confianza en España y “en nuestro modelo de convivencia democrática”.
No es baladí. Destacó que hay motivos para ello, por haber superado crisis anteriores y porque hay nuevas esperanzas respecto a los tratamientos y vacunas que se están desarrollando. Pero eso sí, todavía hay mucho que hacer y nos se puede bajar la guardia, hay que seguir prevenidos.
A los sanitarios les agradeció por su esfuerzo, dedicación y profesionalidad. A ellos les pidió mantener el ánimo, porque sabe que todavía siguen luchando con una carga física y emocional en los centros de salud. La lucha continúa, especialmente cuando todavía queda una recuperación económica por lograr.
Sobre la recuperación económica
Lo que se debe evitar es que la crisis económica derive en una crisis social, apuntó. Las personas y familias deben ser la preocupación, sobre todo los jóvenes, pues su nivel de desempleo es muy alto y no deben perder en esta situación. “España no puede permitirse una generación perdida”, recalcó. Eso y proteger a los más vulnerables, en medio de las desigualdades que la pandemia ha agravado y contra la que se debe luchar, debe ser el objetivo, indicó.
Todo ello, sumando la recuperación de la economía, será primordial. Sostuvo que es “decisivo” fortalecer el tejido empresarial y productivo, industrial y de servicios. Se debe reconocer a las empresas y darles apoyo, proteger a los autónomos y comerciantes. Todo ello será esencial para crear los empleos que se necesitan en el país. Son varios retos, sociales, económicos, sanitarios, por lo que se requiere el apoyo de todos para superarlos. Un esfuerzo con el que ya se cuenta con lo más importante: las personas. Especialmente quienes en todos estos meses han luchado con ánimo para mantener España en pie, algo que ha comprobado personalmente junto con la reina. Un cúmulo de fuerza que han sentido más unido que nunca.
Unión y responsabilidad
No duda que España cuenta con una sociedad fuerte y un Estado sólido. «Todo ha ido funcionando bien, procurando poner todos los medios al alcance de todos. Tomando en cuenta lo que se debe mejorar, gracias a la pandemia que lo reveló».
Agradeció la ayuda a la Unión Europea, muy importante para afrontar la crisis y que ofrece una oportunidad para avanzar y progresar. No dejó de lado la Constitución, «un modo de entender la vida, la visión de sociedad y del ser humano. Una que todos deben respetar y que supone el éxito de y para la democracia y libertad».
Destacó también la importancia de preservar los valores éticos, donde están las raíces de la sociedad. «España no se rinde ni siquiera en los malos tiempos. Con esfuerzo, unión y solidaridad saldrá adelante. Como rey estare siempre con todos y para todos. Es mi compromiso y convicción», dijo.
Espera que 2021 sea mucho mejor, un año de recuperación. Agradeció todo el apoyo que ha recibido y finalmente deseó una Feliz Navidad y todo lo mejor para el año nuevo.
Récord histórico
El mensaje del rey Felipe VI registró una audiencia media de 10.760.000 espectadores. Más un 71% de cuota de pantalla en el conjunto total de 29 cadenas que emitieron su discurso. De acuerdo con datos de Kantar Media, este mensaje del rey ha sido el más visto desde que hay registros, en 1992. Un año después solo se lograron 10.254.000 espectadores exactos.
El porcentaje de cuota de pantalla obtenido sí fue superado antes. En comparación con el año 2019, cuando la audiencia fue de 7,5 millones, con un 65,1% de cuota en el acumulado de 25 cadenas, se dio un aumento de 3.223.000 de espectadores. Con un consumo total de televisión de 16,5 millones, 5,3 millones más, y un incremento de casi 6 puntos en cuota de pantalla.
Los datos indican que el mensaje navideño tuvo mayor seguimiento entre las mujeres, los mayores de 25 años y las regiones de Castilla y León, Aragón y Asturias. Allí se registraron los mayores porcentajes de cuota de pantalla (86,9%, 82,9% y 81,6%, respectivamente). En Cataluña (46,5%) y País Vasco (58,6%) fue donde menos se vio el mensaje.
Elogios al discurso del rey
Quienes calificaron de positivo el discurso del rey fueron los partidos de la derecha. El líder del Partido Popular (PP), Pablo Casado, no dudó en elogiar las palabras del monarca por defender la unidad nacional. Para Casado, fue un “mensaje impecable”, el rey se mostró más cercano con los españoles que peor les ha tocado enfrentar esta pandemia y la crisis. Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, también elogió el mensaje. «El rey “renueva la fe en esta gran nación. El rey con todos y todos con el rey”, publicó Ayuso en sus redes sociales.
José Luis Martínez-Almeida, el alcalde de Madrid, continuó con la estela de sus compañeros de partido al alabar el mensaje. Para él, el rey dio un discurso reconfortante, centrado en las personas, quienes han mantenido al país de pie. Destacó la confianza en los españoles y en el sistema democrático y constitucional. “’Ni el virus ni la crisis económica nos van a doblegar’. Gracias, majestad. Viva el rey”, apuntó. Santiago Abascal, el líder de Vox, también resultó encantado con las palabras Felipe VI.
Aprovechó de compartir en su cuenta de Twitter una fotografía de él y sus dos hijos frente al televisor viendo al monarca. Además, citó su parte favorita del discurso: “No somos un pueblo que se rinda o se resigne en los malos tiempos. No va a ser nada fácil superar esta situación y en cada casa lo sabéis bien. Pero yo estoy seguro de que vamos a salir adelante. Con esfuerzo, unión y solidaridad España saldrá adelante”.
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, también compartió en sus redes sociales parte del mensaje del rey, en el que destacaba que el país saldrá adelante. Lo mismo hizo Toni Cantó, el portavoz de este partido en Les Corts.
Críticas al mensaje
Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como Pablo Iglesias, vicepresidente, no publicaron nada referente al discurso del rey, como sí lo hicieron en años anteriores. Pero desde Unidas Podemos, Pablo Echenique, el portavoz en el Congreso. Criticó que el rey «no condenara actividades corruptas de Juan Carlos I y su evasión fiscal». Además, declaró que Felipe VI dijo cosas que ya se sabían.
Tanto Echenique, como el ministro de Consumo, Alberto Garzón, replicaron mensajes de personas que remarcaron en la red social que el monarca se había referido a la dictadura franquista como un “periodo de enfrentamientos y divisiones”. Iñigo Errejón fue otra de las voces críticas. El líder de Más País considera que Felipe VI “no debería hablar de principios éticos” si no está dispuesto a rendir cuentas por los escándalos de su padre. «Han sobrado palabras y han faltado explicaciones», dijo.
Pere Aragonès, en Cataluña, tachó el mensaje real “discurso vacío” y “alejado de la realidad”. Además, manifestó que debió aguantar que una monarquía salpicada por la corrupción hablará de ética. Lo mismo señaló Laura Borràs, la portavoz de JxCat en el Congreso. Desde ERC, Gabriel Rufián, preguntó: “¿Ha colado el discurso del rey?”. Solo hay tres opciones como respuesta y las tres son un no.
El Rey volvió a elegir el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela para pronunciar su mensaje de Navidad, junto a las banderas de España y la Unión Europea. Es la cuarta vez que el Rey escoge el salón de Zarzuela para pronunciar su discurso. Antes, el jefe del Estado ha hablado desde su despacho, el emplazamiento habitual desde el que su padre, el rey emérito Juan Carlos I, pronunciaba su mensaje.
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