La crisis climática que se agrava demanda acciones urgentes para avanzar hacia la descarbonización de la economía global. Dinamarca ha dado un importante paso al frente, al poner fin de inmediato a toda nueva exploración de petróleo y gas en el Mar del Norte, como parte de un plan para eliminar gradualmente la extracción de combustibles fósiles para 2050.
El Gobierno de Dinamarca votó a favor de los planes para cancelar la próxima ronda de licencias de gas y petróleo del Mar del Norte. Se trata de una decisión histórica, que se produce 80 años después de que ese país comenzara a explorar sus reservas de hidrocarburos.
El Parlamento dijo que la extracción de petróleo y gas debe terminar a mediados de siglo, momento en el que Dinamarca pretende ser neutral en carbono. Se trata de una de las medidas más drásticas de una nación productora de crudo para frenar las emisiones de carbono.
Una propuesta ambiciosa
La decisión de Dinamarca de prohibir la extracción de combustibles fósiles sigue la ruta de algunos gestos simbólicos de países como Francia y Nueva Zelanda. La medida destaca un cambio global que se aleja de los combustibles fósiles. Gradualmente, los países y las empresas buscan reducir las emisiones de carbono con el objetivo de limitar el calentamiento global.
Se permitirá que las 55 plataformas de petróleo y gas existentes en Dinamarca, repartidas en 20 campos de petróleo y gas, sigan extrayendo hidrocarburos. Pero la decisión histórica de frenar la búsqueda de nuevas reservas garantizará el fin de la producción de combustibles fósiles de ese país.
«Somos el mayor productor de petróleo de la Unión Europea y, por lo tanto, esta decisión resonará en todo el mundo», dijo el ministro de clima de Dinamarca, Dan Jørgensen. «Ahora estamos poniendo un final definitivo a la era de los combustibles fósiles«.
Beneplácito ambientalista
La decisión fue aplaudida por algunos activistas ambientales, aunque otros esperaban una cronología más rápida. Helene Hagel, de Greenpeace Dinamarca, describió la votación parlamentaria como «un momento decisivo». Dijo que la medida permitirá a esa nación «afirmarse como un pionero verde e inspirar a otros países a poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles que destruyen el clima».
«Esta es una gran victoria para el movimiento climático y todas las personas que han presionado durante muchos años para que esto suceda», dijo.
Una tradición petrolífera
Dinamarca comenzó la exploración de petróleo y gas en 1972. Sus ingresos del Mar del Norte ayudaron a convertirla en una de las naciones más ricas de Europa. En la última década, el Gobierno se ha centrado en la energía limpia, incluidos los parques eólicos marinos construidos por la antigua compañía petrolera estatal del país, que ha cambiado de nombre de Dong Energy a Ørsted.
El Gobierno de Dinamarca estima que la decisión de eliminar gradualmente la producción de petróleo y gas costará a las arcas públicas 13.000 millones de coronas danesas (1.730 millones de euros) en ingresos perdidos.
Un ejemplo a seguir
Dinamarca es la segunda nación europea que pone fin a las nuevas exploraciones de petróleo y gas. Pero es el primer gran productor de combustibles fósiles en hacerlo. En 2017, Francia se convirtió en el primer país del mundo en eliminar gradualmente la exploración y producción en sus territorios continentales y de ultramar para 2040. Nueva Zelanda hizo lo mismo un año después al poner fin a todos los nuevos permisos de exploración de petróleo y gas.
La decisión de Dinamarca muestra que el Acuerdo de París y los compromisos regionales y nacionales para reducir las emisiones están comenzando a tener un impacto real. Son buenas noticias.
Como principal productor de petróleo de la Unión Europea, la medida de Dinamarca es significativa. Pero otras naciones productoras deben asumir un compromiso similar. Solo así habrá alguna esperanza de lograr el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 2º C.
Dinamarca produjo el equivalente a 103.000 barriles de petróleo y gas por día en 2019. En comparación, el Reino Unido produjo 1,7 millones de barriles de petróleo equivalente el año pasado. Noruega extrajo 1,8 millones de barriles por día.
La hora del Reino Unido
Es probable que la decisión de Dinamarca aumente la presión sobre el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, para que haga lo mismo. Esta nación será sede de las conversaciones sobre el clima de la ONU, en Glasgow, el próximo año.
«Todos los ojos estarán puestos en el Reino Unido el próximo año. Organizamos conversaciones climáticas cruciales. Por ello, nuestro primer ministro debería tomar nota. Debe cancelar la próxima ronda de licencias de petróleo y gas. También hay que poner fin a toda exploración futura. Además, debe deshacerse del requisito legal de extraer la mayor cantidad posible de la cuenca del Mar del Norte», dijo Mel Evans, activista de Greenpeace Reino Unido.
Varios expertos en el área ambiental han pedido insistentemente a los gobiernos del Reino Unido y Escocia que eliminen gradualmente la producción de petróleo y gas a través de una serie de objetivos decrecientes a cinco años y que eliminen una política controvertida que pide a las empresas del Mar del Norte que extraigan tanto petróleo y gas como puedan de la cuenca que está en declive.
Sin embargo, Deirdre Michie, directora ejecutiva de Oil and Gas UK, advirtió que establecer una fecha límite para la eliminación de la producción de petróleo y gas (similar a la prohibición de la venta de nuevos vehículos de combustibles fósiles a partir de 2030), podría conducir a «consecuencias no deseadas» para la inversión y miles de puestos de trabajo que dependen del sector.
Un problema creciente
El CO2 ha aumentado en los últimos cuatro años tanto como cuando la Tierra pasó del periodo glaciar al actual interglaciar, transición que tomó entre 100 y 200 años. El mundo ha llegado a una concentración de CO2 de 410 partes por millón, con respecto a las 400 partes por millón registradas en 2015 y que ya se consideraba un récord alarmante.
Las energías renovables han recibido de diversos sectores, un importante impulso y respaldo tras el Acuerdo de París de 2015. Dicho pacto establece un objetivo global vinculante para todos los países firmantes. Todos se han comprometido a reducir sus emisiones contaminantes para reducir los efectos del cambio climático.
Para mantener el calentamiento global a 1,5 ° C para fines de siglo, el objetivo más estricto del Acuerdo de París, la producción de combustibles fósiles debe caer en un 6% anual entre 2020 y 2030.
Varios productores más pequeños han dado pasos hacia una moratoria parcial o total de la producción de combustibles fósiles. En Europa, Francia está eliminando gradualmente la producción de hidrocarburos para 2040. Un plan para prohibir todos los proyectos nuevos de extracción de carbón, petróleo y gas con efecto inmediato y todas las licencias existentes para 2042 está esperando la aprobación parlamentaria en España. Tanto Irlanda como Portugal están considerando políticas similares.
Lea también: