Por Cambio16
21/07/2017
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dimitido este viernes en desacuerdo con el presidente estadounidense, Donald Trump, con el nombramiento del nuevo director de comunicación, Anthony Scaramucci.
Según informa The New York Times, Trump habría ofrecido el puesto a este importante financiero con negocios en Wall Street, y habría pedido a Spicer que permaneciera en el equipo. No obstante, el hasta ahora director de comunicación no ha compartido la decisión de Trump. El puesto estaba vacante desde que Michael Dubke renunció en mayo como director de comunicación.
Reconocido estratega republicano, Dubke presentó su renuncia el 18 de mayo, pero se ofreció a seguir dirigiendo las comunicaciones de la Casa Blanca hasta que el presidente de EEUU, Donald Trump, finalizara su primera gira en el extranjero.
La dimisión de Spicer provoca una nueva crisis en el equipo de Trump, que esta misma semana no lograba aprobar su reforma sanitaria para reemplazar al Obamacare que aprobó su predecesor en el cargo. El pasado martes, otros dos senadores republicanos anunciaron su oposición al proyecto de ley propiciando un revés monumental al polémico máximo dirigente del país, dado que su plan no tenía mayoría.
Surgen las dudas
De acuerdo con la publicación, el ya exportavoz considera que la elección de un nuevo director de comunicaciones es un error grave. Por su parte, fuentes cercanas al Gobierno reiteraron que el mandatario estadounidense le había expresado a Scaramucci su intención de llevar a cabo el nombramiento el día de hoy.
Es posible que la decisión de Trump esté relacionada con la reorganización del equipo responsable de comunicaciones y prensa que había prometido llevar a cabo. A comienzos de mayo, Trump admitió que Spicer «está haciendo un buen trabajo», pero «recibe palizas».
Quizá la primera señal de alarma respecto a la permanencia en el cargo del secretario de prensa ocurrió durante la visita presidencial al Vaticano y la audiencia con el papa Francisco a finales de mayo.
En ese entonces, el mandatario estadounidense estuvo acompañado por su familia y algunos de los miembros más cercanos de su gabinete, pero fue notable la ausencia de Spicer.