Por Cambio16
26/04/2018
Después de más de un mes de noticias, críticas políticas en relación al caso del máster y álgidos debates, llegó la dimisión de Cristina Cifuentes. Pero motivado por otra cosa que nadie esperaba. La publicación por un medio digital de un vídeo del año 2011 en el que la hoy expresidenta aparece interpelada por un agente de seguridad de un supermercado fue el «detonante» de su renuncia. Así no más. Por ende, toda la batalla política en torno a la Comunidad de Madrid, con dos bandos enfrentados, se zanjó finalmente de la forma más absurda. Con un vídeo de supermercado.
Tan absurdo como lamentable, además. Pues en la política, cuando es ética, no todo vale y la dignidad de una persona debe ser respetada. Por cierto, veremos si esa ética será respetada en los próximos días. Sobretodo cuando comiencen, como es habitual, a salir el torrente de «exclusivas» en torno al vídeo. Así como proliferaron los chismes de hace seis o siete años. Todos desempolvados rápidamente cuando llegó la dimisión de Cristina Cifuentes en la primera hora de la mañana.
Lo que si no se podrá opacar el asegurado torrente de «bombazos» por venir es la buena gestión que hizo Cifuentes. No sólo económicamente para la Comunidad de Madrid. En lo que política se refiere, había tomado las riendas del PP en Madrid. Se situó en el flanco mas progresista pidiendo primarias. Y en su promesa de regenerar al partido desempolvó las huellas de Lezo, Púnica y Ciudad de la Justicia. Ésta última, vale destacar, apenas cinco días antes de su dimisión. Y mientras motorizó todo eso, apareció el estallido del máster, el «fuego amigo» mediático y el silencio de la cúpula de su partido. Un silencio repleto de interpretaciones abiertas.
La dimisión de Cifuentes deja preguntas
Por ende, la dimisión de Cristina Cifuentes no es un epílogo. Al contrario, el contexto en el cual se produjo esta dimisión tiene a bien poner sobre la mesa algunos enigmas. Que justo es que sean respondidos a la sociedad.
¿De dónde salió el vídeo?
Según la ley española de protección de datos, las imágenes de las cámaras de seguridad de las tiendas deben eliminarse después de 30 días. Alguien, en alguna parte, se aferró a una copia de ella durante siete años y se la dio al medio digital. Las excepciones serían las de infracciones graves con investigación policial en curso o con un procedimiento judicial o administrativo abierto, tal y como recoge la legislación. Lo anterior valdría una actuación de oficio de la Agencia Oficial de Protección de Datos.
Según recoge la agencia EFE, la cadena a la que pertenecía la tienda en la que se produjo el hecho asegura haber cumplido el protocolo y haber destruido esas imágenes. Si el centro comercial no borró la grabación, podría haber incurrido en una infracción grave. Algo que tiene multas previstas de hasta 300.000 euros, según la legislación. Ahora, si el vídeo fue obtenido antes del lapso para su destrucción, estaríamos hablando de hurto de material.
¿Por qué se difundió?
La difusión del vídeo podría suponer un delito de revelación de secretos, en el que incurriría quien lo publicó. Este delito está penado con prisión, según la legislación. Además de eso, si la difusión la hubiera hecho el responsable del fichero -en este caso, el supermercado-, este podría verse castigado con una pena de entre dos y cinco años de prisión. La exención vendría si el medio difusor desconoce el origen ilícito de esta grabación. Cosa difícil de creer teniendo en cuenta que es una grabación de 2011. Como difícil de creer es que nadie supiera nada hasta ahora de un hecho que implicó a los policías, vigilantes y empleados del supermercado. Ahora seguro vendrán más exclusivas de la lista de quienes sabían todo eso y por qué lo ocultaron.
No obstante, si se considerara que la grabación es de interés público, la difusión de la grabación quedaría amparada por el derecho de información. Pero ésto aún no está jurídicamente resuelto.
¿Cuánto le costará ésto al PP?
Los diarios van a publicar dentro de unos días nuevas encuestas de opinión y el impacto para el PP puede ser su peor noticia del año. Por ahora, La batalla para suceder a Cifuentes comenzará rápidamente. El PP está ansioso por superar el escándalo. Ciudadanos ha dicho que apoyaría a un nuevo líder del PP hasta las elecciones regionales en mayo de 2019. Y el PSOE de Gabilondo también buscará hacer lo suyo. Hay que esperar al venidero Pleno. Pero el rally de investidura ya dio su pistoletazo de salida.