Julio Carmona /Ecologistas en Acción (Área de digitalización y contaminación electromagnética)
Suecia, país pionero en la digitalización del proceso educativo, ha anunciado su intención de reducir el tiempo de pantallas a los escolares y aboga por una vuelta a los libros en papel, sobre la base de las recomendaciones médicas y al descenso de la comprensión lectora del alumnado.
Desde una óptica ecosocial, Ecologistas en Acción apela a potenciar y visibilizar este debate que atienda a las alertas científicas y de expertos que proponen aplicar el principio de precaución, especialmente en la población infantojuvenil, ante la exposición y uso de dispositivos inalámbricos y digitales en general.
Ecologistas en Acción presentó en mayo de 2023 su campaña escolar sobre los usos digitales1. Propone un uso tecnológico sobrio, biocompatible, sostenible, ético y crítico, en los que se regule el acceso y tiempos de usos de las pantallas atendiendo las etapas de desarrollo y en una escuela que prime la interrelación no digital en el aula profesor-alumno.
Suecia un proceso para tener en cuenta
En diciembre de 2022, la ministra de Escuela de Suecia, Lotta Edholm, abrió un debate público2 cuestionando la “actitud acrítica hacia la digitalización en la escuela”. La ministra declaró que “la digitalización en las escuelas ha sido en gran medida un experimento” y propuso atender las alertas mayoritarias del profesorado y de la ciencia.
En marzo de 2023, el Ministerio de Educación sueco consulta3 a más de 60 entidades expertas en los ámbitos educativos y de la salud sobre la estrategia nacional de digitalización para el sistema escolar 2023-2027, que propuso la Agencia Nacional Sueca para la Educación (Skolverket). El ministerio solicitó conocer los puntos de vista “relacionados con el desarrollo cognitivo, la salud y el bienestar de los niños y los estudiantes, y como se ven afectados por el uso de recursos de aprendizaje digital en la enseñanza”.
El Instituto Universitario Karolinska de Suecia, referente mundial en medicina y en neurociencia, ha manifestado que las entidades expertas consultadas coinciden unánimemente en que “toda la investigación del cerebro en niñas y niños muestra que no se benefician de la enseñanza basada en pantallas”. Concluye, con otras muchas de las entidades consultadas, que el informe de digitalización escolar de Skolverket es muy deficiente. «Ignora, en gran medida, los resultados de las investigaciones que muestran las consecuencias negativas asociadas4«:
Correlación positiva entre el tiempo frente a la pantalla y diversos aspectos de la mala salud mental y física. Pruebas científicas claras sobre el riesgo perjudicial en el aprendizaje, en la adquisición de conocimientos por parte del alumnado, en el desarrollo infantil (como alertan y desaconsejan su uso asociaciones pediátricas como la sueca5 y la propia OMS). También constatan que los estudios apuntan a una mayor desigualdad social y reducción de la igualdad de género, entre otras.
A mediados de mayo de 2023, la ministra de escuela sueca, Lotta Edholm, anuncia públicamente6 la paralización del fuerte proceso de digitalización escolar ante la pérdida de 11 puntos en la comprensión lectora en Suecia, que fue anunciado en el Informe PIRLS 2021, tras recibir los resultados mencionados de las más de 60 entidades expertas:
- Valora que la digitalización de las escuelas se ha hecho demasiado de prisa y sin tener en cuenta los impactos en la infancia sueca.
- Apuesta por retomar una importante reivindicación docente: recuperar los libros de texto en papel y la escritura a mano.
- Emplaza a la Agencia gubernamental que diseñó la estrategia de digitalización escolar (Skolverket) a realizar un documento que atienda a la ciencia conocida sobre el impacto del uso de los dispositivos en niñas y niños.
La ciencia silenciada ante la “información” de la industria tecnológica
P. A. Kirschner y P. de Bruyckere7 desmontaron en 2017 desde la Psicología de la educación el mito del “nativo digital” y la “persona multitarea” del modelo educativo digital, donde todo está diseñado para ser utilizado para, por y en relación con la tecnología.
La doctora en Educación y Psicología, Catherine L’Ecuyer8:
- Recuerda que ningún estudio apoya la introducción de las tecnologías en la infancia, según declaran las principales asociaciones pediátricas desde 2016.
- Define como un disparate un adelanto de la edad de uso de la tecnología digital justificándolo en el supuesto de que fomenta el uso responsable de las nuevas tecnologías: “Es como decirle a un niño pequeño que se tome un vasito de agua de una boca de incendio y, además, sin que le salpique. […] La mejor preparación para el mundo online es el mundo offline, el mundo real».
Este alerta ya la aplican directivos de las empresas tecnológicas de Silicon Valley9, cuando llevan a sus hijas e hijos a escuelas sin TIC para librarlos de la exposición temprana a lo digital.
- Incide en la diferencia entre la actitud adictógena y de embotamiento de la ‘FASCINACIÓN’ de las pantallas (actitud pasiva ante estímulos novedosos, frecuentes e intermitentes) y la actitud de descubrimiento de la ‘ATENCIÓN SOSTENIDA’.
- Afirma que “existe un claro conflicto de interés” cuando la industria de las nuevas tecnologías hace alianzas con centros educativos o gobiernos, e informa de la multiplicación de demandas a empresas tecnológicas10 por el aumento del daño a la salud mental de los menores.
Michel Desmurguet11, doctor en neurociencia y director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia, escribió en 2019 “La fábrica de cretinos digitales: los peligros de las pantallas para nuestros hijos”:
- Ahí concluye que la mayor parte de los estudios solventes sobre los objetivos pedagógicos de la digitalización de la enseñanza, muestran su “ineficacia —en el mejor de los casos— o el daño pedagógico —en el peor de ellos—”. Incide, entre otras afecciones neuronales, en la caída del cociente intelectual12 de la generación, mal llamada “nativos digitales”, relacionado de forma concluyente con su empleo masivo de dispositivos digitales.
Desde la Psicología Social, el profesor Antonio Rial Boubeta13, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, experto en nuevas tecnologías y director científico en Galicia del informe de Unicef sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia, alerta igualmente que desde 2010 se observa una desescalada de la subida anual de las puntuaciones de cociente intelectual, así como la pérdida de competencias sociales.
Según la UNICEF (2021), “entre los 0 y 6 años de edad la tecnología, generalmente, no brinda ninguna ventaja adicional al desarrollo de niños y niñas. Por el contrario, su uso compite con experiencias que son útiles y enriquecedoras para el crecimiento. Es el contexto real el que tiene que entretener, calmar y estimular a niños y niñas a esta edad, no la tecnología”14.
El ‘Manifiesto sobre el uso de las pantallas para promover un desarrollo saludable en la primera infancia’15, lanzado en 2022 y apoyado por entidades y personas expertas en distintas ramas sociosanitarias, pedagogía, psicología, protección de la infancia, y federaciones de madres y padres16, alerta de las consecuencias negativas conocidas de este proceso hiperdigitalizador en el desarrollo cerebral, sus efectos en la salud y el desarrollo físico, y sus efectos en la salud mental.
La Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) reconoció17 en 2022, que “una exposición [a radiofrecuencias] prolongada o repetida a intensidades subtérmicas [muy inferiores al límite legal], podrían tener efectos nocivos en personas sensibles o vulnerables”, y “coincide con la mayoría de los expertos” en aplicar el principio de precaución, por lo que establece una serie de consejos en el uso de los teléfonos móviles (y otros dispositivos inalámbricos) para reducir la exposición electromagnética (y a la “luz azul”):
- Aconsejan aumentar la distancia de la cabeza y el cuerpo, reducir el tiempo de exposición, primar la comunicación por cable ante la inalámbrica, apagar los dispositivos inalámbricos cuando no se necesiten, no permanecer próximos a un rúter [wifi], atrasar el inicio de uso de dispositivos inalámbricos…
- En relación con la infancia recuerda su vulnerabilidad potencial a las radiofrecuencias, solicita supervisar y limitar su uso (en todo caso solo dispositivos desconectados). Recuerda las recomendaciones de diversas agencias gubernamentales responsables de la protección de la salud infantil, y organismos como la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP): «Evitar la exposición de los niños a teléfonos celulares y otros dispositivos que emiten radiación electromagnética” y “retrasar el uso de teléfonos móviles, si es posible, hasta la edad de 14 años.”
Debate docente
Javier Zarzuela Aragón, docente veterano y activista ecosocial que vivió el proceso de digitalización escolar desde su inicio, impulsa este debate con su libro ‘Stop TIC Infancia, porqué desdigitalizar la escuela’18. En el cual detalla “el demostrado efecto negativo de las TIC sobre el aprendizaje, su innegable huella ambiental y el derroche de recursos económicos, materiales y personales”. Aporta datos concretos de la insostenible huella ambiental digital de las escuelas en España, incompatible con el contexto actual de crisis climática y ambiental. Informa de estudios (PISA, OCDE) donde se muestra la afectación negativa de la digitalización al aprendizaje.
Ignacio Asenjo, director del IES Gregorio Marañón de Madrid19 y la psicóloga Azul Asenjo Pérez, publican “La hiperdigitalización perjudica el aprendizaje”20, en el que repasan las consecuencias de un mal entrenamiento del cerebro y los crecientes problemas de atención del alumnado.
Desde la Psicopedagogía y la Neuroeducación21, la viguesa María Couso22 alerta de que “el uso de las tecnologías, cada vez a edades más tempranas, ha tenido consecuencias cognitivas” en niñas y niños.
Desde las pedagogías activas23, se rechaza totalmente el uso de la tecnología digital en edades preescolares y no prevén la introducción de algún dispositivo en el proceso de aprendizaje hasta bien avanzada la primaria, como el Método Montessori24, o la secundaria, como en el Método Waldorf25. Este último es el elegido para sus hijas e hijos por conocidos representantes de las tecnologías digitales, como ocurre en Silicon Valley.
Algunos colegios e institutos están abandonando las tabletas y recuperan los libros de texto. El Instituto Pintor Antonio López de Tres Cantos (Madrid), referente en excelencia educativa, anuncia su vuelta al libro de papel tras tres años con tabletas. Tras la evaluación anual de este proceso, concluye que “los problemas ocasionados por el formato digital han superado sus ventajas”.
Más de 200 investigadores españoles lanzaron un llamamiento para dinamizar las bibliotecas escolares26, abandonadas en este proceso hiperdigitalizador27. Subrayan que mejoran la convivencia y la integración social, y ofrecen espacios seguros y acogedores para leer, estudiar, investigar y socializar, por lo que contribuyen al bienestar emocional y social de los estudiantes.
Desde el equipo coordinador de la campaña de Ecologistas en Acción, “Escuela saludable, Internet solo por cable”28, celebramos el giro pedagógico que acaba de asumir el gobierno sueco y llamamos a abrir un debate que atienda a las alertas de ámbito sanitario, educativo, ambiental y social. Desde los efectos físicos y psíquicos negativos conocidos de la revolución digital, el carácter energívoro de esta tecnología (con sus implicaciones ambientales y climáticas), hasta sus problemáticas pedagógicas, adictivas y de control social.