“Para curarte necesitas algo más que agua y azúcar”, decía el Ministerio de Ciencia e Innovación en su cuenta de faceboock en 2019. Antes y después de esa fecha, ese despacho se ha encargado de desmontar con el método científico, si ese es el caso, diversas técnicas que auguran bienestar para la salud. Diana Morant, la titular de ese despacho, lanzó un zarpazo sobre algunas aplicaciones de la medicina alternativa en España: “Los farmacéuticos deberían rechazar la homeopatía”.
Samuel Hahnemann (Alemania 1796), basaba la “doctrina homeopática” en que “lo similar cura lo similar”. Señalaba que una sustancia que causa los síntomas de una enfermedad en personas sanas curará lo similar en personas enfermas. Más recientemente la propuesta se ha decantado y los tratamientos se plantean en función de las características del paciente, su personalidad y estilo de vida. Así como los síntomas y el estado general de salud. Los remedios utilizados en homeopatía derivan de sustancias naturales, como extractos de plantas y minerales.
En España, 47% de los consultados ha utilizado la homeopatía a lo largo de su vida, reveló una encuesta realizada por Harris Interactive y difundida por la Asociación Nacional de Homeopatía (ANH). Mientras, el 52% respondió que consideraría usar tratamientos homeopáticos a futuro.
La ministra de Ciencia e Innovación en una entrevista para el pódcast ‘Oído Clínico’ de El Español dio su opinión sobre el uso de la homeopatía para curar enfermedades. «Yo apelo a la responsabilidad de los que venden este tipo de productos», señaló .
«Para qué venden este tipo de productos si saben… Además, son farmacéuticos, deberían rechazar la venta de estas terapias fuera de regulación», reiteró..
Homeopatía en las farmacias de España
En las farmacias de España se venden productos de homeopatía, sobre todo, para el tratamiento de trastornos como alergias, rinitis y síntomas respiratorios (catarros), problemas digestivos, dolor musculoesquelético y vértigo, entre otros.
La lista de estos medicamentos autorizados por la AEMPS, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, crece. Según elDiario ya son más de 1.100 las presentaciones incluidas en el catálogo. Entre las que se pueden encontrar “sustancias” tan variadas como ADN, sepia común, coral rojo, nervio óptico o tarántula europea.
El entrecomillado en “sustancias”, explica el medio, obedece a que la mayoría de estos remedios no llega a contener molécula de la sustancia original empleada. Debido a las diluciones durante su preparación.
El gobierno de Pedro Sánchez se ha manifestado contrario a esta práctica a través de sus distintos ministros de Ciencia e Innovación. En 2018, Pedro Duque –astronauta, ingeniero aeronáutico y político– se enfiló contra la homeopatía. Dijo entonces que hace décadas que la ciencia del mundo ha descartado completamente que los productos homeopáticos tengan efecto alguno. «La ciencia no tiene duda ninguna: es una creencia mágica, como muchas otras”, subrayó.
Durante su gestión, el ministerio de Ciencia junto al de Sanidad, lanzaron el Plan para la Protección de la Salud Frente a las Pseudoterapias. Se enfocó a la realización y publicación de informes de evaluación de la evidencia científica de determinadas técnicas y procedimientos. Los primeros informes, surgidos en 2021 y 2022, están referidos a la acupuntura para el dolor crónico no oncológico de origen musculoesquelético. La terapia floral, el yoga en condiciones clínicas seleccionadas, la musicoterapia en la reducción de ansiedad, estrés y depresión. Así como la reflexología podal y el método Pilates en condiciones clínicas seleccionadas.
Tras la pista de terapias y tratamientos
La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) también elaboró un estudio cualitativo sobre el uso y la confianza en España en las terapias sin evidencia científica, entre las que se encuentran la homeopatía, la fitoterapia, el reiki o las flores de Bach. Pretendía comprender mejor las perspectivas de los usuarios de estos tratamientos e identificar discursos, actitudes, motivaciones y tendencias de su uso.
El trabajo se efectuó durante 2020 a través de diez entrevistas personales y ocho grupos de discusión. En total, participaron 66 hombres y mujeres residentes en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla con edades comprendidas entre los 28 y los 70 años, de diferentes clases sociales y oficios. Consumidores habituales u ocasionales de pseudoterapias.
El estudio revela que entre los sectores sociales interesados y consumidores de terapias pseudocientíficas no existe un discurso general contrario hacia la ciencia y la medicina convencional. De hecho, la opinión mayoritaria de las personas entrevistadas es que en caso de enfermedad grave recurrirían a los servicios sanitarios como primera opción. En general, estos tratamientos sin evidencia científica se conciben como un complemento.
Los usuarios de estos tratamientos piensan, en general, que la medicina actual está corrompida por los intereses de las grandes farmacéuticas. Se han vuelto excesivamente técnica, industrializada (química) y desligada de las necesidades humanas», refiere la fundación.
Asimismo, demandan un mayor diálogo entre sanitario y paciente. Consideran que algunos de los problemas de la sanidad actual son la masificación, profesionales desbordados, falta de atención y listas de espera. También muestran preocupación por el consumo excesivo de fármacos para combatir las enfermedades, lo que les lleva a la búsqueda de opciones más “naturales” que perciben como más saludables.
Entre opiniones
Muchos entrevistados expresan el derecho a elegir cómo afrontar la enfermedad y así dejar de ser un paciente pasivo tradicional para convertirse en un sujeto activo que participa en el proceso de curación.
La vía de acceso más común al uso de la homeopatía en España es a través del “boca a boca”. Es decir de consejos de conocidos, compañeros de trabajo, amigos e incluso médicos, fisioterapeutas y farmacéuticos. También los libros especializados e Internet.
Desde una perspectiva sociológica, la mayor incorporación de algunas de sus reclamaciones en la medicina con base científica podrían incidir en mayor confianza social en los tratamientos de salud basados en la evidencia. Y, en general, en el sistema nacional de salud. Esto ayudaría a evitar las consecuencias socio-sanitarias negativas que tiene el consumo de este tipo de terapias, concluye FECYT.
Mientras tanto, en la encuesta realizada por Harris Interactive en octubre de 2022, el 84% de los españoles considera que la medicina complementaria y convencional pueden utilizarse de manera conjunta. La ministra Diana Morant reitera que “los farmacéuticos deberían rechazar la venta de homeopatía».