En un mundo donde cada vez hay más problemas y que está marcado por las desigualdades entre países y clases sociales, la solidaridad es uno de los valores más importantes y necesarios para su desarrollo. Por ello, como cada 20 de diciembre, hoy se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana. Una fecha para destacar la importancia de la solidaridad y, a la vez, promoverla. Se pretende que cada persona en una posición privilegiada ayuden a los más desfavorecidos.
Este día tiene el objetivo principal de fomentar el debate sobre las maneras de aprovechar la solidaridad para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una iniciativa impulsada por las Naciones Unidas que tiene como objetivo erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo; Poner fin al hambre; Conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible; Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos y todas en todas las edades.
La solidaridad humana: fundamental en la Agenda 2030
Para reconocer el valor de la solidaridad, el 22 de diciembre de 2005 la Asamblea General de la Organización de la ONU decidió proclamar el 20 de diciembre de cada año como el Día Internacional de la Solidaridad Humana. Basándose en la idea de los líderes mundiales de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El valor de la solidaridad es uno de los aspectos clave para la consecución de los ocho objeticos de desarrollo sostenibles de la Agenda 2030 aprobada en 2015 por la ONU. Todos estos objetivos mencionados anteriormente se centran en la persona y el planeta, apoyándose en los derechos humanos y respaldado por una alianza mundial decidida a ayudar a la gente a superar la pobreza, el hambre y las enfermedades.
La Declaración del Milenio, una declaración acordada por jefes de Estado y de Gobierno en el año 2000, califica la solidaridad como uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo XXI y para que quienes sufren o tienen menos se beneficien de la ayuda de los más acomodados. Consideran indispensable el fortalecimiento de la solidaridad en el contexto de la globalización y el desafío de la creciente desigualdad internacional.
Busca sensibilizar al público sobre su importancia
El Día Internacional de la Solidaridad Humana es una iniciativa centrada en el objetivo de erradicar la pobreza. Para ello es necesaria la participación de todos los interesados. Además, la ONU también decidió crear el Fondo Mundial de Solidaridad para promover el desarrollo humano y social en los países menos industrializados. En particular entre los segmentos más pobres de sus poblaciones.
Según datos del Banco Mundial, se prevé que la pobreza extrema mundial seguirá aumentando como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de COVID-19. En total, unas 100 millones de personas más cayeron en la pobreza extrema como resultado de la pandemia.
Pero la pobreza también se ve agravada por las fuerzas de los conflictos y el cambio climático, que ya estaban desacelerando los avances en la reducción de la pobreza. En todo el mundo, hay 811 millones de personas que se acuestan con hambre cada noche. Casi el 60% de ellos vive en países afectados por conflictos y violencia. La solidaridad humana es la única forma de acabar con el hambre, y solo quienes están en una posición privilegiada tienen el poder de hacerlo.
La educación es fundamental para erradicar la pobreza. De la población mundial pobre de 15 años o más, alrededor del 70% no tiene ninguna formación o solo una instrucción básica.
Ser solidario en situaciones de vida cotidiana o de gran magnitud
En general, la fecha busca celebrar nuestra unidad en la diversidad. Pero además pretende recordar a los gobiernos que deben respetar sus compromisos con los acuerdos internacionales. Así como sensibilizar al público sobre la importancia de la solidaridad para el desarrollo humano.
En otro año marcado por la pandemia del SARS-CoV-2, el aumento de las desigualdades, el aumento de la inflación y de la deuda, una pesada carga para los países en desarrollo, y la crisis climática, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, augura un futuro complicado para la humanidad. “Si las cosas no mejoran rápidamente, nos enfrentaremos a tiempos aún más difíciles en adelante”, vaticinó Guterres en una conferencia previa al Día Internacional de la Solidaridad Humana.
Ser solidario en estos días es una tarea difícil de conseguir, aunque muy fácil de ejecutar. Dar sin recibir nada a cambio, apoyar a una causa de forma desinteresada y de manera voluntaria e imparcial en situaciones de vida cotidiana o de gran magnitud como en las guerras, desastres naturales o crisis de refugiados.
La única retribución que se obtiene con la solidaridad es la de sumar pequeñas acciones para lograr grandes cambios en la humanidad. Es tarea de todos hacerlo.