Por Andrés Tovar
22/04/2018
Y conmemoramos el Día de la Tierra 2018. Un recordatorio de aquel primer Día de la Tierra en abril de 1970, cuando millones tomaron las calles para exigir protección ambiental. Casi medio siglo después, las cosas pueden no parecer mucho mejores. No obstante, dentro de lo que puede parecer dramático -y que siempre es necesario hacer seguimiento-, también es justo y necesario celebrar el despertar de conciencia sobre la importancia de nuestro entorno que actualmente estamos viviendo; y del que hemos tenido noticias recientes y muy alentadoras.
Sobre ambos puntos podemos hacer balances. Hoy la atmósfera ahora tiene más dióxido de carbono que en cualquier otro momento en los últimos 800 mil años. Los océanos se están calentando. Y están recibiendo además más de 8 millones de toneladas de plástico cada año, con el daño a la fauna marina que ello representa. Los corales están muriendo y los desastres naturales siguen causando más daños. Por consiguiente, las advertencias de los científicos sobre la catástrofe climática siguen siendo más urgentes.
Pero todas las señales sugieren que para este Día de la Tierra 2018, la escala del movimiento ambiental ha cruzado un punto de inflexión. Ya no es solo los activistas los que buscan la justicia ambiental. El movimiento ahora incluye inversores ricos y gobiernos poderosos que defienden el medio ambiente.
Hay mucho que celebrar en este Día de la Tierra 2018
Solo en el último año, inversionistas multimillonarios como BlackRock y Vanguard, han forzado a compañías como ExxonMobil a revelar los riesgos de sus inversiones por el cambio climático. Frente a la retirada de Donald Trump de los acuerdos climáticos de París, otros gobiernos han asumido el papel de administradores climáticos. Y justamente, como una antesala a este Día de la Tierra 2018, desde Colombia llegó una noticia maravillosa. Por primera vez en América Latina, una Corte Suprema eleva a un espacio natural como una «entidad sujeta a derecho», dándole los mismos derechos que un humano. Lo más alentador es que dicha demanda fue impulsada por jóvenes con edades entre los 7 y 26 años.
También hay buenas noticias en el mundo de la energía. La inversión y las regulaciones gubernamentales en el desarrollo y despliegue de energía limpia han escalado. En muchas partes del mundo, es más barato construir proyectos de energía renovable que las plantas de energía con combustibles fósiles. Por ejemplo, Reino Unido pasó 55 horas sin quemar carbón, algo que no sucedió desde antes de la Revolución Industrial. Portugal produjo más energía renovable en marzo que lo que el país consumió en el mes. Y en España las fuentes renovables, principalmente eólicas, generaron más del 30% de la electricidad nacional.
Asimismo, en el mundo de la movilidad, los pronosticadores siguen revisando las cifras de ventas de vehículos eléctricos hacia arriba. Incluso las tecnologías que se consideraban extravagantes, como la captura de carbono, están regresando.
Y también hay mucho por hacer…
El progreso está a nuestro alrededor. No respiramos el mismo aire sucio ni bebemos la misma agua contaminada que nuestros antepasados en la década de 1960. Pero el tiempo no se detiene en la rapidez con que podemos hacer la transición a un mundo más bajo en carbono y con unas costumbres más respetuosas con el medio ambiente. Por eso la importancia de manifestarse en este Día de la Tierra 2018 y en los días por venir nunca ha sido mayor.