Por Cambio16/ Efe
ACTUALIZADO 24/03/2016
Najim Laachraoui y los hermanos Jalid y Brahim El Bakraui han sido identificados como los terroristas responsables de los cruentos atentados que tuvieron lugar este martes en Bruselas. A lo largo de la mañana del miércoles se cruzaron varias informaciones confusas al respecto. Entre ellas, la detención de Laachraoui, el supuesto terrorista que tras actuar en el aeropuerto de Zaventem, abandonó la carga explosiva y huyó. No obstante, medios belgas negaron esta información aunque apuntan a una detención relacionada con los atentados.
Con un abrigo blanco, sombrero y perilla, y arrastrando un carro de equipajes, Laachraoui fue captado por las cámaras de seguridad en compañía de los dos supuestos terroristas suicida. Las fuerzas de seguridad emitieron una orden de busca y captura contra él, cuando su identidad no había sido confirmada oficialmente, y habían pedido a la población que diera todas las informaciones que pudiera tener al respecto. En su búsqueda se han llevado a cabo interrogatorios y registros, en particular en el distrito bruselense de Schaerbeek, donde el pasado sábado por la tarde se encontró un artefacto explosivo confeccionado con tornillos, productos químicos y una bandera del Estado Islámico (EI).
De Laachraui no sólo se sospecha que estuvo directamente implicado en los atentados de este martes, sino también en la red que llevó a cabo los que se produjeron en París el pasado 13 de noviembre, y que mataron a 130 personas. Su ADN se encontró en el material explosivo utilizado en la capital francesa. Los servicios secretos lo tenían en su punto de mira, en particular porque tenían constancia de que había ido a Siria en febrero de 2013.
En septiembre pasado fue objeto de un control, en la frontera entre Austria y Hungría en el que dio una identidad falsa -Sufiane Kayal-. Iba entonces acompañado de dos presuntos miembros de la red que atentó en París: el francés Salah Abdeslam, arrestado el viernes pasado en Bruselas y el argelino Mohamed Belkaïd, abatido por la policía tres días antes también en la capital belga. Laachraui tiene 24 años y nacionalidad belga. Procede del barrio Schaerbeek y se le relaciona con las redes yihadistas en otro sumario en el que la justicia belga debe dictar sentencia el próximo mes de mayo. La Fiscalía pidió en febrero 15 años de prisión contra él por haber reclutado a varios de sus amigos para el Estado Islámico (EI).
Los supuestos terroristas suicidas
Dos de los tres terroristas suicidas que atentaron el martes en Bruselas, los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, han sido identificados formalmente por las autoridades belgas, que los tenían fichados por su largo historial de delincuentes y que los vinculan a los atentados de París.
Ibrahim, de 29 años y de nacionalidad belga, como su hermano, es uno de los dos yihadistas que se hicieron saltar por los aires en el aeropuerto de Bruselas al activar las cargas explosivas.
El taxista
La pista de los tres miembros del comando del aeropuerto se concretó gracias al testimonio del taxista que los llevó hasta Zaventem, que indicó a los investigadores la dirección, en el distrito de Anderlecht en la capital belga, de la que habían salido con unos pesados equipajes que no dejaban manipular.
En esa dirección se encontraron más explosivos (15 kilos de tipo TATP, 50 litros de acetona, 30 litros de agua oxigenada) que, según algunos medios, no se llevaron para el atentado porque esperaban como taxi un furgón de gran capacidad -por una confusión con la plataforma de reserva-, en lugar del vehículo más pequeño que los fue a buscar.
Junto a la vivienda de Schaerbeek, en una papelera en la calle, había un ordenador que contenía el «testamento» de Ibrahim El Bakraoui, un documento en el que decía sentir que la policía le pisaba los talones y que si perdía tiempo corría el riesgo de «terminar en una celda» como otro hermano, que está en prisión.
Además se ha sabido que Ibrahim fue expulsado de Turquía el pasado julio, según la emisora CNNTürk, que cita a fuentes del Ministerio de Exteriores turco.
Khalid El Bakraoui, de 27 años, fue identificado, al igual que su hermano, por las huellas dactilares. Se hizo explotar con el artefacto que llevaba en un vagón del metro en la estación Maalbeek, a unos pocos cientos de metros de las instituciones europeas.
Khalid estaba en la lista de Interpol de delincuentes buscados, en virtud de la orden de busca y captura internacional emitida contra él por Bélgica por una condena por terrorismo.
Además, se considera que fue él, bajo una falsa identidad, el que alquiló la vivienda en el distrito bruselense de Forest en el que la policía abatió el martes a Mohamed Belkaïd y donde precisamente había dejado su traza el que fue el responsable de la logística, Salah Abdeslam, arrestado el viernes.
Más allá de su actividad terrorista, los dos hermanos El Bakraoui arrastraban un largo historial como delincuentes comunes.
Al menos 34 personas murieron el martes y otras 200 resultaron heridas en los atentados en el aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, y la estación de metro de Maalbeek, según informaron el alcalde de la ciudad, Yvan Mayeur, y la ministra belga de Sanidad, Maggie De Block.
Entre los heridos habría unos 17 muy graves, 23 graves y 66 con lesiones leves, según el alcalde de Bruselas.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de los atentados, según ha anunciado la agencia de noticias Amaq, vinculada a esta organización yihadista. En un comunicado, difundido en inglés y que no pudo ser verificado, señala que combatientes del EI “detonaron una serie de bombas, cinturones y aparatos explosivos, el martes, contra el aeropuerto y una estación de metro del centro de Bruselas, capital de Bélgica, un país que participa en la coalición internacional contra el Estado Islámico”.