El gobierno ultranacionalista en Hungría arrestó a dos personas por criticar en las redes sociales la gestión del primer ministro Viktor Orbán frente a la crisis del coronavirus.
Orbán, amparándose en la emergencia sanitaria, aprobó una polémica ley para gobernar por decreto que establece penas entre uno y cinco años de cárcel para quienes difundan «informaciones falsas o distorsionadas». La normativa ha sido criticada por organizaciones en defensa de los derechos humanos.
Un grupo de eurodiputados y representantes de la sociedad civil solicitó en abril a la Comisión Europea y al Consejo Europeo condenar la actuación del gobierno húngaro que, valiéndose de la crisis sanitaria, erosiona la democracia y viola derechos humanos.
Uno de los detenidos, András Kusinkszki de 64 años de edad, fue sometido por horas a interrogatorios porque a través de Facebook señaló que el Gobierno había relajado deliberadamente las restricciones impuestas contra la pandemia justo durante el pico de contagios.
András pidió que estas medidas de confinamiento se prolongaran. «Eres un tirano cruel, pero recuerda, todos los dictadores han fallado hasta ahora», anotó.
No es momento de culpar al mensajero. En lugar de amenazar a periodistas o acallar las críticas, los Estados deberían alentar un debate saludable sobre la pandemia y sus consecuencias – @mbachelet
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— OACNUDH (@OACNUDH) May 6, 2020
János Csóka-Szücs, militante del partido Momentum, recordó en la misma red social una manifestación contra el Gobierno. Destacó que el hospital de su ciudad había vaciado más de 1.100 camas para atender a pacientes de la COVID-19.
Detenidos por criticar a Orbán
La policía actuó en los dos casos acusando a los detenidos de habe violado la ley que prohíbe la difusión de informaciones alarmistas. Sin embargo, en ambas detenciones la Fiscalía de Hungría determinó que no se cometió ningún delito. La policía accedió a proceder conforme a lo indicado por la Justicia.
No obstante, los datos oficiales policiales indican que los cuerpos de seguridad investigan 87 casos de posible alarmismo. La oposición y varias ONG aseguran que estas detenciones pretenden intimidar a los ciudadanos con el fin de minimizar las críticas a la manera de gobernar del primer ministro ultranacionalista, Víktor Orbán, reseñó Efe.
Intimidación a ciudadanos
Las organizaciones no gubernamentales húgaras, como la Unión para las Libertades Fundamentales (TASZ), consideran que el simple procedimiento policial es una limitación de la libertad de expresión.
«Ambos ciudadanos fueron arrestados por sus opiniones. Lo verdaderamente importante es que unos internautas se asustarán y otros callarán su opinión para que los funcionarios policiales no toquen el timbre de sus hogares a las 6:00 de la madrugada», reclamó Gábor Medvegy, experto de ese grupo civil.
Los europeos enviaron el mensaje claro de que no tolerarán la represión que aún persiste en #Nicaragua pero hace falta más presión, sin estas acciones, el gobierno nicaragüense creerá que puede seguir cometiendo abusos con total impunidad. Reporte de #HRW https://t.co/sinOkrkaey pic.twitter.com/mTq60SBYwG
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) May 13, 2020
La diputada y copresidenta del partido Párbeszéd (Diálogo), Tímea Szabó, presentará en el Parlamento un proyecto para retirar la polémica ley.
«No vamos a entrar voluntariamente en la dictadura», dijo Szabó, que comparó la actual situación con la época del estalinista Mátyás Rákosi, que gobernó el país en la década de 1950 con los criterios impuestos por la Unión Soviética a sus países satélites.
La organización estadounidense Freedom House calificó recientemente a Hungría como un «sistema híbrido, situado entre la democracia y el autoritarismo.
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