«Has perdido tu órbita, capitán”, fue la última frase que escribió la Agencia Espacial Europea (ESA), en su transmisión en vivo, a los ocho minutos del despegue del satélite español Ingenio, cuya aventura devino en fracaso. Investigaciones preliminares apuntan a fallas humanas que precipitaron a Tierra al lanzador Vega. El accidente dejó en el aire el objetivo de la misión, el trabajo de preparación y 200 millones de euros invertidos por España en su proyecto espacial.
El fracaso en el lanzamiento del cohete Vega, que transportaba el satélite español de observación terrestre Seosat-Ingenio y del francés Taranis se debió a una sucesión de errores humanos. El consorcio francés Arianspace informó que no hubo un problema de diseño, sino «una cadena de fallos» durante la fase de control de calidad.
Todo parecía estar en orden. El cohete despegó a las 02:52 CET del 17 de noviembre (22:52 hora local del 16 de noviembre), desde el puerto espacial de Kurú, en la Guayana francesa. Desde su lanzamiento hasta la separación de los satélites iba a pasar una hora y 42 minutos. Pero «ocho minutos después del despegue, tras la ignición del motor AVUM de la etapa superior, se detectó un desvío en la trayectoria degradada que provocó una pérdida de control del vehículo. Y por tanto la pérdida de la misión. El lanzador cayó a Tierra en un área completamente deshabitada», dijo Arianespace, operador del Vega.
La ESA y Arianespace indicaron que el problema del satélite español Ingenio radicó en dos conectores del sistema de control de velocidad de propulsión. El desperfecto provocó el desvío de la trayectoria del vehículo y su posterior pérdida, 8 minutos después del lanzamiento.
La información técnica ofrecida por los responsables del lanzamiento aún es escasa. Pero una comisión de alto nivel de expertos revisa el sistema del lanzador, para dar con las causas del fallido intento espacial.
Ingenio, el satélite español fallido
El cohete lanzador Vega, de 30 metros de altura, ha sido desarrollado conjuntamente por la Agencia Espacial Italiana (ASI) y la ESA. Es una plataforma de cuatro etapas. Las tres primeras de combustible sólido y la cuarta, en el módulo superior, de combustible líquido. Las tres primeras etapas actuaron sucesivamente durante 4,92 minutos. El problema surgió cuando había entrado en funcionamiento la cuarta etapa.
El director general de Arianespace, Stéphane Israël, insistió desde Kurú, en que no fue un problema de diseño sino por errores humanos de los que se deberá investigar por qué no se detectaron a tiempo.
«Vamos a examinar mejor lo sucedido. Lo entenderemos, lo corregiremos y volveremos más fuertes después de esa corrección», argumentó.
Es la segunda vez en dos años que un cohete Vega experimenta un fallo, luego de la misión VV15 en julio de 2019. En ese caso sí se debió a una cuestión de diseño, ya solucionada. La comisión de investigación liderada por Arianespace y la ESA ofrecerá las conclusiones definitivas más adelante.
En el caso del satélite español Ingenio, la ESA destacó que, al igual que se actúa con todas las misiones espaciales institucionales, en el proyecto no se había incluido un seguro que cubriera la posibilidad de pérdida de la misión, en la que España invirtió 200 millones de dólares.
La agencia está en sintonía con el gobierno español para comenzar a explorar vías alternas que permitan reemplazar la funcionalidad instrumental del Ingenio.
Características de la misión
La nueva misión española tenía por objetivo ofrecer imágenes en alta resolución de la cubierta terrestre. Al tomar imágenes detalladas del suelo, proporcionaría valiosa información a distintas disciplinas. Estarían incluidas la cartografía, la vigilancia del uso del suelo, el desarrollo urbano y la gestión del agua, los riesgos y la seguridad.
Seosat-Ingenio está formado por las siglas de “Satélite Español de Observación de la Tierra” y la palabra “ingenio”, haciendo honor a las mentes que lo han ideado. En su viaje al espacio a bordo del cohete Vega, iba acompañado de otro satélite de observación de la Tierra, Taranis, del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES).
El satélite español Ingenio iba a tomar imágenes de cualquier punto de la superficie de la Tierra cada tres días. Resultaría especialmente útil para elaborar mapas de desastres naturales impredecibles, como inundaciones, incendios forestales y terremotos. También serviría para ayudar a comprender uno de los mayores retos de la humanidad: el cambio climático.
Seosat-Ingenio constituye una misión nacional española, pero es el resultado de un esfuerzo de colaboración internacional. Está financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, aunque ha sido desarrollada por la ESA.
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