Coca-Cola está en todas partes. En las mesas, neveras, supermercados y todas las plataformas digitales. Participó como patrocinador de la COP27 y trajo una hilera de críticas por su aporte en masificar la presencia de plásticos en mares. Ahora, un nuevo estudio, revela que Coca-Cola está influyendo directamente en conferencias y eventos de salud pública. Por la vía de patrocinios, a veces no revelados, estos aportes podrías dar a la multinacional voz en la selección de oradores, agendas de conferencias y algo más.
El estudio, publicado en Public Health Nutrition Journal, descubrió colaboraciones previamente desconocidas entre Coca-Cola y las principales instituciones de salud. Entre ellas la Academia Estadounidense de Pediatría, la Academia de Nutrición y Dietética, el Instituto para la Excelencia en Pediatría. Así como la Sociedad de Obesidad y la Sociedad Estadounidense de Pediatría, la Academia de Médicos de Familia.
La investigación mostró que la compañía ayudó a dar forma al Congreso Internacional sobre Actividad Física y Salud Pública, un esfuerzo internacional para promover la actividad física.
Los hallazgos, basados en documentos descubiertos por 22 solicitudes de libertad de información de la organización Right to Know de EE UU, sugieren que la influencia de Coca-Cola podría suprimir la investigación y los puntos de vista que le sean desfavorables. También a su conjunto de productos nocivos para la salud. Apoyando un mensaje de que la inactividad física es la causa clave de la obesidad.
“El efecto de esta participación de la industria es exponer a los profesionales a las marcas y la comercialización de ciertos productos. Incluidos los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas, al mismo tiempo que permite que las marcas construyan su imagen al afiliarse a las comunidades científicas y de investigación”, dijeron los autores.
Coca Cola y la salud pública
El estudio encontró que Coca-Cola brindó tres tipos de apoyo: financiación de organizadores de conferencias, organizaciones sin fines de lucro u oradores de conferencias. Estas contribuciones le dieron a la empresa beneficios tales como proponer temas, sugerir oradores, oportunidades de marketing. O asientos a la hora del almuerzo con los VIP de la conferencia.
Se indica que parte de la financiación provino de organizaciones de terceros, por lo que es posible que los investigadores sobre salud pública no sepan que están patrocinados por Coca-Cola.
Los investigadores y los eventos que no declaran los conflictos de interés y anuncian claramente sus fuentes de financiamiento “ocultan la influencia corporativa sobre lo que se dice y a quién se le dice” en estos eventos y conferencias, dijeron los autores.
El estudio analizó 239 eventos públicos y privados. Coca-Cola proporcionó algunos fondos, directa o indirectamente, a 158. Incluidas 98 conferencias, 21 simposios, 10 conferencias, 14 reuniones privadas, un taller, tres webinars, tres seminarios, tres foros y tres paneles.
De los 158 eventos parcialmente financiados por la empresa, Coca-Cola entregó dinero directamente a 28 de ellos. Mientras tanto, 70 fueron financiados a través de terceros que recibieron dinero de Coca-Cola y la empresa financió oradores para los 60 restantes.
Los pagos para los organizadores oscilaron entre $2.500 y $100.000 por evento. Los correos electrónicos mostraban que Coca-Cola ocasionalmente alentaba a los investigadores favorables a sus intereses a que también hablaran con los medios. Además de promover a los investigadores, programas y eventos que enfatizaban la falta de actividad física, en lugar de las bebidas azucaradas, como una de las principales causas de la obesidad.
Influencia en la comunicación científica
“Nos preocupan varias conexiones entre la financiación y la cobertura de los medios”, escribieron los autores. “Al empujar a los oradores hacia los medios, la influencia de una empresa sobre la comunicación científica puede ser significativa. Y, por lo tanto, debe divulgarse por completo”.
Además, el estudio recomienda «divulgaciones financieras sólidas y de conflicto de intereses para las conferencias de salud pública. No solo para los organizadores de la conferencia, sino también para los oradores».
Jónas Atli Gunnarsson, Gary Ruskin, David Stuckler y Sarah Steele elaboraron el estudio. A manera de conclusión afirman que Coca-Cola ejerce una influencia directa en las instituciones académicas y las organizaciones que convocan importantes conferencias y eventos de salud pública.
En ese sentido, se necesitan reglas y salvaguardas más estrictas para evitar la influencia oculta de la industria. Como la divulgación completa de todas las contribuciones corporativas para conferencias de salud pública y sus oradores.