Con rapidez se deteriora la relación entre Corea del Norte y Corea del Sur, cuando este martes el país que lidera Kim Jong-Un destruyó la oficina de enlace entre las dos naciones.
El ministerio de Unificación, que se encarga de las relaciones entre ambos países, señaló que «Corea del Norte hizo estallar la oficina de Kaesong a las 14h49» locales. Está ubicada en un edificio de cuatro pisos, en el lado norcoreano de la Zona Desmilitarizada de Corea (ZDC).
La ZDC o frontera intercoreana es una franja de seguridad que se estableció en 1953, poco después del armisticio por la Guerra de Corea (1950-1953). Mide 4 km de ancho y 238 km de longitud. Y la presencia de civiles es muy escasa.
La agencia de prensa surcoreana Yonhap informó de la explosión e hizo referencia a una intensa humareda que salía del complejo industrial donde se encuentra la oficina. Se desconoce si hubo heridos, pero es probable que no. La semana pasada el régimen de Kim Jong-Un anunció el cierre de sus canales de comunicación política y militar con el «enemigo» surcoreano.
El gobierno de Pyongyang dijo que había comenzado una “campaña de represalia intensiva” en respuesta a los planes de un grupo de desertores que usa globos para enviar folletos antinorcoreanos al norte de la zona desmilitarizada. Señaló que esto viola el acuerdo que Kim Jong-Un y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, alcanzaron en 2018 en su primera cumbre.
En esa ocasión ambos acordaron “cesar todos los actos hostiles y eliminar sus medios, incluida la transmisión a través de altavoces y la distribución de folletos” a lo largo de la frontera intercoreana.
Castigar a los desertores
La agencia de noticias estatal norcoreana KCNA señaló en un comunicado que “el reciente tonto acto de atrevimiento lastimó la dignidad de nuestro liderazgo supremo. El mundo verá claramente cuán severo castigo impondrá nuestra gente a las autoridades de Corea del Sur y cómo eliminarán la escoria humana de la tierra”.
Kim Yo Jong, la hermana de Kim Jong-Un, exigió que el gobierno de Corea del Sur castigue a los desertores, a quienes llamó “traidores”, “escoria humana” e “indeseables». Añadió que «se atrevieron a dañar el prestigio absoluto de nuestro Líder Supremo que representa a nuestro país y su gran dignidad”.
La pasada semana, quien pudiera ser la segunda persona más poderosa del país, expresó que Corea del Norte cortaría toda comunicación con Corea del Sur. Y esto incluye una línea directa destinada a conectar a los líderes de los dos países.
De acuerdo a CNN, Kim también insinuó en esa declaración sobre la destrucción de la oficina de enlace de Corea del Norte. Habría señalado que “en poco tiempo, se vería una escena trágica de la inútil oficina de enlace conjunta Norte-Sur completamente derrumbada”.
El 12 de junio se cumplieron dos años de la cumbre de Singapur, en las que el presidente Donald Trump y Kim Jong Un se reunieron para conversar sobre el programa de Desnuclearización. Ese día, el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Son-gwon, señaló que «la esperanza para una mejora de las relaciones RPDC-EEUU- que era muy alta ante la mirada atenta del mundo hace dos años- ahora se convirtió en desesperanza«.
Es por ello que algunos expertos creen que Pyongyang intenta provocar una crisis con Seúl, reseñó AFP.
Seúl responderá con firmeza
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur indicó que responderá firmemente a toda acción militar provocativa de Corea del Norte.
A través de un comunicado señaló que “el Ejército surcoreano ha estado monitoreando de cerca, ininterrumpidamente, los movimientos del Ejército del Norte. Está haciendo todo lo posible para manejar la situación a fin de evitar que esta desemboque en una crisis militar».
“Si Corea del Norte lleva a cabo acciones militares provocativas, nuestro Ejército responderá firmemente a ellas«.
Este martes, el Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea del Norte (KPA, según sus siglas en inglés) dijo que está estudiando un plan de acción para avanzar en la zona desmilitarizada. También convertir la línea del frente en una fortaleza y aumentar aún más la vigilancia militar contra el Sur, reseñó la agencia Yonhap.
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