La pérdida de biodiversidad no es solo un problema ambiental, sino además económico, global, ético, moral, alimentario y de salud. También es una cuestión de autoconservación. Es clave para la regulación de nuestro clima, mantener la calidad del agua, evitar la contaminación, garantizar la polinización, así como controlar inundaciones y marejadas ciclónicas. Además, tiene un papel fundamental en el suministro de alimentos, agua, energía y medicinas.
Las plantas son una rica fuente de compuestos nuevos y diversos que pueden tener propiedades medicinales o servir como bloques de construcción para nuevos medicamentos. Y, dado que las selvas tropicales son el mayor depósito de diversas especies de plantas, preservar la biodiversidad en estas áreas es fundamental para garantizar el suministro de medicamentos del futuro.
Muchos de los medicamentos más demandados del mundo contienen compuestos extraídos de plantas y hongos. Al perderse la biodiversidad, se esfuman las esperanzas de vencer algunas de las enfermedades que mayor daño causan a la especie humana y al resto de los seres vivos.
Medicina tradicional en peligro con menos biodiversidad
La Organización Mundial de la Salud considera que entre el 70% y el 95% de las personas en muchos países en desarrollo dependen en gran medida de la medicina tradicional, principalmente remedios a base de hierbas, para la atención primaria de la salud. En 2006, los investigadores estimaron que más de 70.000 especies de plantas seempleaban en medicamentos en todo el mundo.
Sin embargo, a pesar de su creciente importancia económica, no se le presta la debida atención a la preservación de las plantas medicinales, como un servicio del ecosistema crucial para la salud humana, los medios de vida y el conocimiento. Con la pérdida de la diversidad biológica y la erosión de los sistemas de conocimientos tradicionales, son muchas las amenazas a las plantas medicinales y a los conocimientos asociados. La creciente comercialización de los recursos de plantas medicinales también trae problemas de acceso a esta riqueza y distribución equitativa de los beneficios.
Las selvas tropicales son reservorios medicinales
En efecto, la pérdida de la biodiversidad no solo acarrea peligros para la medicina tradicional. También supone un duro escollo para la investigación científica moderna. Por ejemplo, uno de los mayores desafíos en la lucha contra las enfermedades es la aparición de resistencia a los medicamentos que hace que el tratamiento sea ineficaz. Los médicos han observado resistencia a los medicamentos en la lucha contra la malaria, el cáncer, la tuberculosis y las infecciones por hongos. Es probable que la farmacorresistencia surja con otras enfermedades, lo que obligará a los investigadores a encontrar otros medicamentos.
La necesidad de hallar nuevos medicamentos para combatir las enfermedades cardíacas y el cáncer es extrema. Y en los productos vegetales naturales hay una fuente rica y diversa de productos químicos. Con el conocimiento de los genes y enzimas que producen compuestos medicinales en las plantas, los científicos pueden aplicar enfoques de ingeniería genética para aumentar su producción de manera sostenible.
Reducir el colesterol
Otro ejemplo de la importancia de la biodiversidad para la investigación científica es la relativa al colesterol. Los seres humanos producen un esterol, llamado colesterol, que tiene funciones que incluyen la formación de testosterona y progesterona, hormonas esenciales para el funcionamiento normal del organismo. Las plantas, por el contrario, producen una amplia gama de esteroles, que incluyen sitosterol, estigmasterol, campesterol y colesterol. Estos esteroles se utilizan para el crecimiento de las plantas y la defensa contra el estrés, pero también sirven como precursores de compuestos medicinales como los que se encuentran en la planta medicinal ayurvédica india, ashwagandha.
Los seres humanos producen colesterol a través de una serie de genes. Algunos de estos genes producen proteínas que son el objetivo de los medicamentos para tratar el colesterol alto. Las plantas también usan esta colección de genes para producir sus esteroles.
Los sistemas de producción de esteroles en plantas y seres humanos son muy similares. De hecho, los medicamentos que se utilizan para tratar el colesterol alto en personas también bloquean la producción de esteroles en las células vegetales.
Estas similitudes entre la forma en que los humanos y las plantas fabrican esteroles tienen una gran importancia para la medicina. Identificar nuevos compuestos que bloqueen la producción de esteroles en las plantas podría conducir a medicamentos para tratar el colesterol alto en humanos.
Enfermedades crónicas y pandémicas
Un gen con implicaciones médicas que está presente tanto en plantas como en humanos es NPC1, que controla el transporte de colesterol. Sin embargo, la proteína producida por el gen NPC1 también es la puerta a través de la cual el virus del Ébola infecta las células. Dado que las plantas contienen genes NPC1, representan sistemas potenciales para desarrollar y probar nuevos medicamentos para bloquear el ébola.
Esto implicará identificar nuevos compuestos químicos que interfieran con la planta NPC1. Esto se puede hacer extrayendo compuestos químicos de las plantas y probando si pueden prevenir eficazmente que el virus del Ébola infecte las células.
Lucha contra el cáncer
Más de un tercio de los medicamentos modernos se derivan directa o indirectamente de productos naturales, como plantas, microorganismos y animales. En el caso de los antibióticos y medicamentos contra el cáncer, entre el 60% y el 80% de sus compuestos químicos se originan en el mundo natural forman, dice Joao Calixto, profesor emérito de farmacología y director del Centro de Innovación y Pruebas Preclínicas (CIEnP), una organización sin ánimo de lucro, en Brasil.
«Si miramos la historia del desarrollo de la medicina moderna, se basó casi por completo en el estudio de plantas medicinales y microorganismos, especialmente para fabricar agentes antiinfecciosos», explica el especialistas, en una entrevista al canal de noticias DW.
Es hora de cambiar
Las selvas tropicales albergan una gran variedad de plantas, pero enfrenta la creciente amenaza de la actividad humana. Al valorar a las plantas como fuente de medicamentos cobra mayor importancia evitar la pérdida de la biodiversidad.
La crisis de salud es un duro recordatorio de las devastadoras consecuencias de pasar por alto los riesgos biofísicos sobre el bienestar humano, las empresas y las economías. Debemos aprovechar urgente y deliberadamente la ventana de oportunidad cada vez más estrecha, para evitar crisis de ese tipo en el futuro.
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